03. Universo.

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Los 3 Dioses se encontraban en aquella fría dimensión, envueltos en un silencio sepulcral.

Mientras la Diosa Nada, los observaba cuidadosamente en completo silencio a espera de la siguiente jugada de su hijo más joven.

—Les propongo una apuesta donde determinemos quien será el ganador de una manera más interesante y justa para arreglar nuestras diferencias.

Los dos Dioses se giraron intercambiándose, miradas el uno al otro con el ceño fruncido, para luego dirigir su atención al nuevo Dios Dragón.

—¿Y en que consistiría?, —preguntó él Dios Luz con una expresión serena o éso intentaba, por qué todavía le dolían sus heridas de la batalla, que habían tenido hace poco tiempo.

Al nuevo Dios, se le formó una ligera sonrisa por qué al fin tenía su atención, así que prosiguió con su primer plan.

—Consistiría en quien, recolectaria el mayor número de almas astrales que se asemejen a su esencia, por ejemplo la luz se quedará con las almas astrales más puras y buenas y la oscuridad con las más perversas y malas.

Hizo una pequeña pausa él Dios dragón, para reflexionar, momento que aprovechó él Dios luminoso, para hacerle una pregunta.

—¿Y usted con cuáles almas astrales, te vas a quedar?

—Con las almas astrales que se asemejan más a mí, las cuales son, ni tan malo pero tampoco​ ni tan bueno, en resumen una mezcla como yo. —El Dios Dragón, le contesto a la deidad, con una voz tranquila y serena.

—Lo primero que tenemos que hacer es una tregua en nuestros conflictos, para que podamos unir nuestras fuerzas, y así crear una tierra donde nacerán los nuevos seres que necesitamos para la recolección. —Asi el nuevo Dios, prosiguió con el diálogo de antes.

—¿¡Aún que me agrade la idea de poder cosechar las almas astrales de seres vivos, no significa que coopere con tan poca cosa como la sola satisfacción de ganarle, al repugnante Dios Luz!? —Él Dios oscuro, objeto con su voz profunda y tenebrosa para luego arrojar su opinión sobre el tema. El Dios oscuro, tenía el ceño fruncido para luego dirigir sus ojos color rubí sobre él Dios con forma de reptil.

—¿Entiendo tú punto? ¿¡Que les parece sí aumentamos la apuesta para hacerlo más interesante!? —Prosiguió con la conversación él Dios dragón con una expresión serena y relajada, —El ganador además de tener la satisfacción de ser el vencedor de los dos Dioses perdedores, tendrá el derecho indiscutible dé ser el Dios regente de la nueva dimensión que crearemos; podrá tener acceso a todos los seres que habiten en ella y hacer con ellos lo que mejor les plazca.

Las dos deidades permanecieron en completo silencio analizando todos los términos, girando se un poco para poder ver a su contrario, compartiendo una mirada cómplice, para después tomar la palabra, la deidad luminosa.

—Nosotros los Dioses... —hizo una breve pausa —Aceptamos la tregua.

Una ligera sonrisa se dibujó en el rostro sereno del nuevo Dios. —De acuerdo, entonces comencemos.

Los Dioses, decidieron esperar hasta que sus heridas sanaran completamente, para así llevar acabó su siguiente jugada.

El tiempo transcurrió lentamente y monótono, para la perspectiva de un mortal...pero para un Dios era apenas un soplo en el tiempo.

Urns No Sono Kami (Escribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora