Dos.

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Acomodó en su lugar la playera con estampado de oso y sonrió a su reflejo en el espejo. Tenía un buen presentimiento de este día, lo que era raro porque a él no solía ocurrirle nada emocionante. Excepto tal vez el día anterior, cuándo chocó con el alfa más intimidante del Instituto y éste no fué más que amable ayudándole a recoger sus libretas que se habían esparcido por el suelo.

Sacudió la cabeza cuándo pensamientos de agradarle a Zayn cruzaron su mente. Quizás simplemente vió que Liam no había tenido intención de chocar con él, sino que fué culpa de un empujón que alguien le había dado.

Tomó el pequeño aparato de música que su hermano Kasey le obsequio en su cumpleaños número 12, mismo al que le instaló las canciones favoritas de Liam, haciéndolo hasta la fecha.

Saltó los escalones sin hacer mucho alboroto, sonriendo por eso pero sin liberar algún sonido. En el último dio un salto y entró a la cocina, Kasey estaba metiendo un par de panes a la tostadora, los ojos marrones oscuros brillaron al verlo y su corazón vibro ante eso.

—Justamente estaba preparando tu almuerzo— Kay, como Liam antes le solía llamar, se movió por la habitación, colocó el cereal de Liam y la leche, dejando que el omega se sirviera. —Iré a cambiarme, ¿Puedes hacerte cargo?— señalo la tostadora, Liam asintió levemente.

Kasey beso su cabello al salir rumbo a su privacidad, Liam siguió comiendo su cereal de bolitas de chocolate y chocolate blanco mientras movía los pies.

...

Al llegar al instituto se desplazó por los pasillos siendo lo más desapercibido posible, urgó en su casillero metiendo y sacando libretas que usaría en las clases antes del almuerzo. Al tener todo lo necesario, cerró su taquilla y caminó hacia su clase. Todavía faltaba para el inicio del día, pero Liam gustaba de estar solo en las paredes viejas, le gustaba sentirse pequeño en la habitación pensando que muchos omegas estuvieron sentados allí.

Casi al llegar escuchó cómo sus llaveros dejaron de sonar, al menos un poco, y en apresurados movimientos se quitó la mochila dándose cuenta que faltaba uno. Los ojos se le llenaron de lágrimas cuando el llavero de un pequeño osito que tenía un lindo listo rojo enredado en su cuello y en su mano tenía una campanilla, fué el desaparecido.

Su día se arruinó, ese llavero era uno de sus favoritos y especiales, y ahora no tenía idea alguna de dónde pudo perderse.

Sin darse cuenta, un sollozo salió de sus rosados y temblorosos labios, echó un fugaz vistazo a su alrededor por si de casualidad pudiera encontrarlo cerca, y juntó los labios en una línea cuándo las ganas de echar a llorar aumentaron. No faltaba mucho para que las clases comenzaran, y si alguien entraba cuándo él estaba hecho un mar de lágrimas dejaría de ser el omega invisible que tanto se ha esforzado en ser.

Sus deseos se dividían entre resignarse y dar por perdido su preciado llavero, o salir a buscarlo aunque quedaran menos de dos minutos para que el profesor llegase. Si salía, ¿dónde podría buscarlo? Y si se quedaba, tendría un ardor de remordimiento en la boca del estómago. 

Si no lo encontraba, al menos podía decir que lo intentó.

Grandioso buen presentimiento. 

Exhaló aire para darse valor antes de salir en busca de su osito metálico. Con la mirada en el suelo buscaba incluso en cada esquina del pasillo, saliendo al jardín sin darle importancia al grupo de alfas que se encontraban ahí matando clases. O eso trató, pero cuándo localizó su lindo y pequeño adorno en manos de uno de ellos, nuevas lágrimas nacieron listas para hacer un maratón por su rostro. Miró a ambos lados, tratando de encontrar a alguien que pudiese ayudarlo y, cómo era de esperarse, nadie le prestó atención.

Liam mordió su labio debatiendose en ir por él, su mente decía que volviera por donde vino y olvidara el llavero, podría decirle a Kasey que le comprara uno similar, pero su corazon se negaba. Ningún otro llavero lo remplazara, no tiene los mismos recuerdos que conserva el osito.

Lloriqueó al ver cómo los chicos reían por el llavero, de seguro burlándose por la chica que lo haya perdido por ahí. Gran sorpresa se llevarían al saber que le pertenecía. Liam se acercó cuando miró que comenzaban a juguetear con él, moriría si algo le pasase.

Su aroma tan suave llamó la atención del grupo, tembló bajo las miradas que le hacían sentirse más débil de lo que era. Mordiendo su mejilla interna y los ojos llorosos, señaló el llavero en la mano de uno de ellos.

—¿Esto es tuyo?— preguntó uno de ellos en un tono burlón, una sonrisa siniestra se instaló en el alfa y Liam quiso salir corriendo.

Liam asintió temblando, los demás llaveros hicieron un suave tintinear por el sacudir de su cuerpo. El omega dió un paso queriendo tomar lo que es suyo, pero el chico alzó la mano dejando difícil la tarea.

—Te pregunté si es tuyo— volvió a decir. Todo instituto sabía que el pequeño omega no hablaba, no sabian el porque exactamente y muchos rumores corrian por todos lados.

Uno de ellos era que el hermano mayor de Liam, Kasey, en un ataque de ira por la muerte de sus padres le cortó las cuerdas vocales al pobre chico.

Liam se sorprendió tanto cuando oyó eso en el baño. Eso no era cierto, Kay nunca le había puesto una mano encima, todo eran tonterías que los estudiantes ponian para referirse a alguien cuándo estaban aburridos.

—Lo tendrás de vuelta si me dices que lo quieres— los demás alfas comenzaron a reírse, sabiendo que el niño no iba a hablar.

Liam comenzó a hipear, él quería su llavero ¿por qué todos le hacían la vida imposible? No recuerda hacerles algo mal para que estos reaccionaran así.

Él no se rindió y llorando saltó varias veces en un inútil intento por atrapar el osito.

—Más alto, más— otro le decía en ánimos sarcásticos.

Fue allí cuando el aroma picante y rasposo inundó todo el pasillo. Liam dejo de tratar al captar el gruñido que reconoció al instante, giró lentamente encontrándose con Zayn detrás de él. De la misma manera que el día anterior, ceño fruncido, mandíbula tensa y cuerpo rígido, todo de él desprendía enojo y disgusto.

—¿Por que no mejor le devuelven el llavero y lo dejan en paz?— Liam iba a desmayarse al escuchar la fuerte voz del moreno.



Jaz las quería consentir con un nuevo capítulo, denle amor porque yo iba a hacerlas esperar algunos días más. 7u7

¿Qué les parece la nueva portada? Está mejor, ¿que no?

Todo el amor para ustedes. -J&T.

La calma del alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora