Trece.

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Su alfa aullaba de júbilo, le costaba creer que el hermano mayor de Liam le entragara sin muchas protestas al bonito omega, pero entendía que únicamente lo hacía por querer proteger a su hermano, ya que si se opusiera a la futura unión Liam iba a sufrir bastante por no tener cerca a la única persona cercana de sangre que le quedaba.

Zayn sabía que iba a necesitar toda la ayuda que fuera posible para cuidar de su pequeño, por mucho que golpeara su orgullo él no podría protegerlo todo el tiempo; el castaño se había convertido en un omega más que deseado en todas partes y, aunque él se la viviera pegado a Zayn, los desesperados alfas encontrarían algún momento dónde el moreno no se encontrara.

Kay suspiro dejando libre al castaño de su agarre, dejando ir al omega con su alfa, Zayn lo envolvió en un abrazo posesivo y él supo que debía irse. Se despidió de ambos en un recordatorio de ir por Liam después de clases. El chico de cabellos castaños saltó comenzando a ronronear, ahora podía estar con el moreno sin tener la duda de cómo actuar con Kay cerca.

—Hora de ir a clases, bebé. — Zayn le besó la cabeza y le empujó suavemente, Liam agitó la mano yéndose a su lugar sin despegar los ojos del alfa.

Zayn salió de allí directo a su edificio, escuchando como los supervisores apuraban el paso a los demás alfas y él no quería tener una discusión, nadie debía darle una orden que él sabía.

Liam estuvo feliz sus primeras clases, Harry parloteó todo el tiempo, más no le prestaba atención, él siguió atento a la clase y con un azabache en particular en su cabeza. No le importaba ésta vez que llenara el salón con su aroma meloso, o que jadeara al oler la picante fragancia por toda su ropa, su omega interior anhelaba a su chico, la cercanía y el calor, lo demás estaba fuera de sus intereses.

—¿Por que no vienes a mi casa este fin de semana?— Harry le preguntó a Liam cuando la clase terminó.

El castaño asintió sin mucho interés y salió del salón con los llaveros rebotando toscamente, Harry soltó una risilla al ver como el castaño empujaba un par de chicas. Liam no disimulaba el deseo de ver al moreno, sin duda ese chico de llaveros simpáticos sería todo un manjar ante los ojos de Zayn.

El omega más grande seguía de cerca al castaño, había visto lo que provocaba el que el chico andara solo, y ciertamente no quería una nueva pelea en el Instituto, pues Louis siempre que se enteraba de que el pequeño Liam era molestado corría en busca de quien se atrevía a tal cosa, para darle una lección. Por lo que éste le había contado, Zayn y él eran amigos en la niñez, incluso antes de que supieran que serían alfas, hasta que el moreno perdió el control en una minúscula discusión, lo cual llevó a los golpes a ambos críos de once, y terminó con los años de amistad.

—¡Lou! — con una gran sonrisa, Harry apresuró el paso hasta que llegó a su alfa, y se tiró a sus brazos. Ciertamente, él no era un común omega que obedecía a los de razas más fuertes, él hacía lo que se le venía en gana sin importar el castigo, las ventajas de haber vivido sólo con alfas a su alrededor. Pero con lo que Louis respectaba, su omega se volvía unos grados más sumiso, y como a cualquiera de su clase, le gustaba ser mimado por el más grande.

—¿Liam salió corriendo hacia Zayn sin prestarte atención? — A pesar del intento por parecer serio, Harry pudo apreciar las notas de diversión que cargaba su voz. Asintió con la cabeza al tiempo que formaba un puchero falso, y se abrazó más al cálido cuerpo justo a tiempo para sentir las vibraciones que la carcajada provocó.

Zayn arrastró al pequeño chico al jardín, los dedos le picaban por tirar a Liam en sus piernas y enterrar la nariz en el cabello sedoso, su animal interior se retorcía por tener el mínimo toque de él. Escuchaba las risas risueñas del omega detrás suyo, el aroma tan suave que empalaga y lo meloso que le domina. Tan sumiso y tierno, el castaño era único.

Liam dejo caer la mochila tan rápido llegaron al árbol, tan ansioso por estar dentro del calor de Zayn. Chilló al ver al moreno sentarse y cruzar las piernas dejando un hueco en medio, Liam no dudó en dejarse caer. Rió por lo pequeño que era, que cabía perfectamente allí. Escondió las manos en las mangas y se acurrucó en el pecho del alfa.

Suspirando al sentir los brazos en tinta negra rodearle, como si le escondiera de todos, eso es algo que le gusta.

—Me encantas, lindo omega — Zayn susurró en el oído del castaño con esa voz roca y varonil, enamorando un poco más al chico.

Zayn hizo una nota mental de encargarle a Harry que cuidara de su pequeño de todos esos omegas envidiosos que le dedicaban aún una mala mirada.

Había llegado a sus oídos las varias peleas que el alfa de éste, Louis, había tenido sólo con el propósito de darles una lección a aquellos alfas que tenían en mente pasarse de listos con su bebé, y confirmó que no eran simplemente rumores cuándo fué testigo de cómo el alfa acorraló a Daniel, un estudiante nuevo que, mientras trataba de encajar con los demás, le pareció gracioso tocar el trasero a Liam cuándo éste se encontraba caminando en su búsqueda.

Sus venas hirvieron y sus dedos picaron en necesidad de coger el cuello del imbécil hasta hacerlo crujir y terminar con la miserable vida del pelirrojo, pero fué detenido por Louis y uno de sus intensos sermones. No iba a admitir que extrañaba ser regañado por su amigo, si Tomlinson quiso alejarse, él no iba a reclamarle nada al chico, pero estaba agradecido como el infierno que cuidara de su pareja.

(...)

La parte que Zayn más odiaba era la hora de la salida, pues comúnmente era cuándo tenía que despedirse de Liam y resignarse a olerlo solamente en las prendas de ropa, pero hoy sería diferente. Kasey había prometido aceptar al moreno, con condiciones, pero si eso significaba el que Liam podía permanecer más tiempo a su alrededor, realmente él no tenía porqué quejarse.

Liam fué el primero en darse cuenta que el elegante auto fué estacionado unos metros más lejos, por lo que tomó a su compañero de la mano jalándolo hasta llegar a un lado. Zayn respiró profundo cuándo un par de ojos similares a los de su omega lo miraron.

— Despidete, cariño, debemos irnos.

Liam negó con la cabeza, rara vez desobedecía a su mayor, pero hoy era el día en el que ambos iban a las tumbas de sus padres, hoy cumplían un año más de no estar físicamente presentes, por lo que el castaño necesitaba el apoyo de Zayn.

El castaño no sabía de dónde venía ese deseo, pero la presencia de Kasey ya no lo tranquilizaba como solía hacerlo. Quería poner voz a su anhelo, pero nada salió cuándo abrió los labios.

Kay miró hacia su hermano menor con los ojos abiertos, era la primera vez en años que Liam tenía la necesidad, o el gusto, de hablar. Pasó su vista al moreno sólo para observar que no había sido el único que se dió cuenta. ¿Cuánto es lo que realmente sabía Zayn de ellos?

Dándose una idea a lo que su hermano necesitaba, asintió desganado. — Si es lo que quieres, bien, puede ir. Yo me encargaré de que los demás no los molesten.

Liam le dió una brillante sonrisa que desbordaba alegría antes de lanzarse a sus brazos y dejar un suave beso en su mejilla. Soltó una tierna risita cuándo Zayn gruñó por el arrebato de cariño, y se alejó de los brazos de su hermano para regresar a los fuertes brazos del moreno.

Zayn permitió que el más pequeño volviera a restregarse en él, no quería que tuviera el olor de otro alfa, por muy hermanos que fueran. — Te seguimos.

A Kasey no le gustó en lo absoluto eso, pero antes de tener el tiempo para protestar, ambos se alejaron en dirección al auto del pelinegro.

Ya nos habíamos tardado xd.

Dedicación especial a: ElenhaMS2235
AG_Palik

¿Les está gustando la historia?, ¿o ya les aburrió? Preguntamos porque no vemos tantas estrellitas ni comentarios como antes.):

Aún así, todo el amor para ustedes. -J&T.

La calma del alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora