-Gigi, tienes visitas. -Isco asomó su cabeza por la puerta de mí habitación y yo frunci el ceño, ¿quién podría ser?
-¿Quién es? -le pregunté mientras me ponía de pie.
-Me dijo que no te dijera, para que fuera sorpresa. -ambos bajamos las escaleras. Tenía que admitir que por dentro esperaba que fuera Paulo, por más que me cueste negarlo.
-¡Ana! -exclamé cuando la vi sentada en el sofá. Ella al verme se paró sonriente.
-¡Giselle! -nos abrazamos con fuerza.
Ana era mi mejor amiga, vivía en Málaga conmigo y desde que me fui, había perdido el contacto con ella.
-Tía, te extrañé mucho. -ambas nos sentamos en el sofá e Isco subió las escaleras, dándonos privacidad.
-Y yo a ti, Gi. -sonrió.- Tu hermano esta guapísimo, joder. -apuntó mientras dirigía su mirada por donde se había ido Isco.
-Qué loca, Isco es una cucaracha. -dije riendo y ella soltó una carcajada. Ambas pasamos varias horas hablando y riendo, hasta que llegó el inevitable tema.
-Sé que estás consciente de que todo el mundo sabe de tu relación con Paulo y que de repente os separaron. -suspiré luego de que ella terminara de hablar.
-¿Qué quieres que te diga? -pregunté acomodándome más en el sillón.
-Todo, mi vida. -asentí y grité el nombre de mi hermano hasta que apareció por las escaleras con la respiración agitada y sin camisa.
-¿Nos puedes preparar café? -le pedí con una sonrisa inocente.
-¿Para eso tenías que gritar como si te estuvieran matando? -dijo con un tono de fastidio, terminando de bajar las escaleras y dirigiéndose a la cocina.
-¡Te amo! -exclamé y me sacó el dedo antes de ingresar a la cocina.
Después que Isco nos trajera los cafés, comencé a contarlo todo a Ana, desde que nos conocimos hasta lo de Natalia.
-Vaya, tía. -le da un sorbo al café. Luego de tragar y depositar la taza en la mesa, me mira.- ¿Sabes que no le has dado ningún chance de explicarte? -termino mi café y dejó la taza junto a la de ella. La observo detenidamente, asimilando lo que me dijo.
-Lo sé, pero... -antes de que pudiera seguir hablando, Ana, como mala costumbre, me interrumpió.
-No, Giselle. Sea lo que sea que haya pasado, Paulo merece darte explicaciones y tú que las escuches. Quizás viste lo que la prensa quería que vieras... -se detuvo un momento.- Lo que Natalia quería que vieras. -después de que ella terminara de hablar, yo me quedé en silencio, asimilando lo que me había dicho.
-Tal vez tienes razón. A lo mejor fui estúpida al irme así como así. -llevé mis manos a mi cabeza, mi cabello cayó a ambos lado de mi cara.
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Rivals // Paulo Dybala
Fanfiction¿Cómo reaccionaría Isco Alarcón al saber que su hermana menor sale con uno de sus tantos rivales?