capítulo 1

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...


-¡Giselle Elizabeth, baja en este instante! -escuché a mi madre gritar. Fruncí el ceño y salí de mi cuarto, dirigiéndome a la cocina.

-¿Qué hice ahora? -pregunté levantando una ceja. Estaba seria pero de repente su cara cambió a una de completa felicidad y corrió a abrazarme.- ¿Qué sucede? -reí nerviosa.

-Hija, tu hermano propuso que fueras a vivir con él un tiempo. -me contó con emoción. No sabía si estaba feliz de que me iba de casa o que al fin mi hermano había decidido por cuenta propia invitarme a Madrid.

-¿En serio? -no podía ocultar mi emoción porque uno, tenía un año sin ver a mi hermano, dos el Real Madrid es mi equipo favorito y mi jugador favorito también está ahí y tres ¡es Madrid!

-Mañana es tu vuelo. -informó sacándome de mi trance.

-¿¡Mañana!? -abrí los ojos como platos. Eso no lo veía venir.

-Sí, anda a preparar las maletas. -me dio leves empujoncitos en la espalda. Me dirigí a mi cuarto y busqué la maleta en mi closet para empezar a meter mi ropa y pertenencias en esta.

Al día siguiente.

-Que te vaya bien, mi niña. -mi mamá me abrazó fuerte.

-Gracias, mami. Te extrañaré. -le sonreí cuando nos separamos.

-Nos vemos, hija. Pásala bien y no quiero saber nada de futbolistas españoles aparte de tu hermano. -mi papá a veces era más celoso con los amigos de Isco que el mismo Isco. Asentí riendo y lo abracé.

-¡Os amo! -corrí en dirección a donde estaban abordando mi vuelo.

Al sentarme en mi asiento, me coloqué mis audífonos y comencé a pensar.

Desde que mi hermano empezó a triunfar en el fútbol y consiguió quedar en el Real Madrid, no lo he podido ver jugar en vivo, solamente una vez y fue hace ya 3 años en la final de la Copa del Rey. Tampoco he conocido a ninguno de sus compañeros aparte de Álvaro, que por alguna razón se convirtió en mi mejor amigo. Así que por eso, estoy muy emocionada por ir a Madrid.

-Señorita, ya estamos por aterrizar. Apague los aparatos electrónicos y enderece su asiento, por favor. -la azafata me sacó de mis pensamientos y solo asentí en agradecimiento, haciendo lo que ella dijo.

...

El aeropuerto estaba abarrotado de gente y no podía encontrar a mi hermano. Caminé al otro extremo del aeropuerto y me puse de puntillas para ver por encima de las cabezas con la esperanza de encontrar a Isco. Al no ver por donde iba, choqué con el cuerpo de alguien y caí al piso torpemente.

-Lo lamento, no veía por dónde iba. -me disculpé recogiendo mis cosas del piso sin levantar la mirada.

-No te preocupés, linda. -luego de recoger todo, me puse de pie y me di cuenta quien era el que acaba de decirme linda.

El mismísimo Paulo Dybala.

Mi corazón comenzó a latir rápidamente, no sabía qué decir o hacer.

-¿Estás bien? -puso una mano en mi hombro, cerciorando que estuviera bien y yo no podía estar más nerviosa.

-Sí. No te preocupes. -me mordí el labio y él sonrió, mostrando su hermosa sonrisa.

-¿Sos de acá? -preguntó curioso y me extrañó que le importara de donde era. Negué con la cabeza.

-Soy de Málaga.

-Oh. Esperaba que alguien pudiera darme en mi tiempo libre un tour. -hizo un puchero. No podía ser más mono.

-Tal vez mi hermano te pueda dar uno. -bromeé. No sabía si decirle que sabía quién era.

-Acepto solo si vos venís. -me guiñó el ojo.

-De acuerdo. Iré con vosotros. -reí y acomodé mi bolso en mi hombro.

-Paulo. -extendió su mano esperando que la estrechara.

-Lo sé, digo, sé quién eres por el fútbol, no porque sea una stalker o algo. -dije rápidamente que ni siquiera yo me entendí pero él simplemente soltó una carcajada.- Giselle, pero dime Gigi. -estreché su mano.

-Un placer, Gigi. -llevó mi mano a sus labios y depósito un beso en mis nudillos sin despegar su vista de la mía, si no fuera por la gran maleta que había a mi lado, me hubiera caído.

-Igualmente, Pa...Paulo. -me di una cachetada internamente por haber tartamudeado.

Giselle, contrólate y actúa natural.

Tomé un poco de aire y me relajé.

-Debo irme, pero fue un gusto conocerte, Paulo. -le dediqué una sonrisa, no quería irme pero Isco debe estar buscándome.

-Es una pena. Espero verte de nuevo, hermosa. -sonrió sin mostrar los dientes.

-Y yo a ti. -pase al lado de él para seguir mi camino pero una mano alrededor de mi muñeca me detuvo.

-¿Podrías darme tu numero? -extendió su teléfono a mí, notándose un poco nervioso. Asentí y tomé su celular entre mis temblorosas manos, guardando mi número de teléfono.

-Aquí tienes. -se lo devolví y él sonrió en agradecimiento. Luego se marchó. Quedé desorientada por un momento.

Paulo Dybala acaba de pedirme mi número.

A lo lejos distinguí la figura de mi hermano y corrí hacía él. En lo que estuve a una distancia mínima solté mi maleta y me tiré en sus brazos.

-¡Isco! -lo abracé con muchas fuerzas.

-¡Gigi! -envolvió sus brazos en mi cintura y me levantó, dándome vueltas.

-Te extrañé demasiado. -dije en lo que nos separamos, él fue a recoger mi maleta y comenzamos a caminar al estacionamiento.

-Yo a ti también, hermana. No sabes cuanta falta me hiciste. -llegamos a un Audi. No me sorprendí, mi hermano duró semanas aludiendo por mensajes, llamadas y videollamadas de su nuevo carro.

-Que honor conocerlo. -bromeé refiriéndome al carro. Él rió.

-En una hora tengo entrenamiento ¿quieres venir? -preguntó en lo que nos montamos y él colocó la llave, dándole vida al motor.

-Claro, me encantaría. -traté de ocultar mi emoción.

-Okay, muy bien. -comenzó a andar el coche y empezamos a hablar de todo.






hola!!! espero que les haya gustado el primer capítulo, sé que estuvo algo aburrido pero verán que la historia se irá poniendo mejor, primero hay que desarrollarla y esas cosas.

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Rivals // Paulo Dybala Donde viven las historias. Descúbrelo ahora