19. Consecuencias

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NARRA LAUREN

Ya era muy entrada la noche cuando iba con mi coche por las calles de Los Ángeles. Gigi iba en el asiento de copiloto en silencio, no habiamos hablado en todo el camino. Eso era mas comodo para mi y seguro que tambien para ella. Recordé algo y rodé los ojos.

- Oye, sé que dirás que no pero Zayn me dijo que te invitara a la fiesta de esta noche en mi casa- No aparté la mirada de la carretera

-¿Vivis juntos?- Preguntó ella, no parecia sorprenderla pero sintió interés, asentí- Está bien, puede que sea lo mejor después de esto

No dijimos mas hasta que aparqué en mitad de un descampado donde se veia a varios metro una casa medio en ruinas. Antes de bajar, sentí la mano de Gigi en mi antebrazo.

-Baggio me dijo que no te gustaría pero me ha dado ordenes de darte esto si las cosas se tuercen- Sacó del interior de su chaqueta una pistola

-Creo que paso de eso- me iba a bajar pero me cogió del brazo de nuevo y la miré a regañadientes

-Solo tenla por si acaso, no sé sabe que puede pasar

Algo me hizo dudar de que era una orden de Baggio. Parecia tener algo que ocultaba pero no teniamos tiempo que perder y la cogí para guardarla en el dobladillo de mis vaqueros y taparla con mi chaqueta de cuero.

Anduvimos hasta la entrada la casa. No habia timbre por lo que golpeé un par de veces en la puerta. Pasaron varios segundos hasta que un rostro se asomó.

-Me envía Baggio

Fue lo único que dije para que el hombre de origen latino abriera la puerta completamente. Nos dijo que le siguieramos y nos llevó hasta la puerta externa del garaje. Cuando se abrió la puerta se descubrió que estaba repleto de cajas empaquedas, bolsas de color negro y un par de mesas con artilugios. Era un laboratorio por todo lo grande.

-¿Y estás quienes son?- Dijo en español uno de los hombre que trabajaba en algo sobre la mesa

-Son las gringas que envía Baggio- Contestó en que nos guió

-Debería llamar mas de vez en cuando el Señor Baggio- Sonrió el latino mirándonos descaradamente a lo que Gigi y yo nos miramos entre nosotras

-Lo de Baggio es eso de ahi- La voz de otro hombre se hizo presente mientras señalaba un par de maletines

Junto con el hombre nos ayudó a colocar lo pedido en el maletero del coche. Volvimos y Gigi le extendió el maletín. Cuando lo cogió, nos dimos la vuelta y volvimos a escuchar al hombre irrespetuoso.

-¿Por que se van tan rapido, señoritas?- Me giré la primera y luego Gigi

-Solo venimos a por lo tratado, pero si vuelven a llamar a Baggio, tranquilo  no vendremos nosotras

Le contesté en español para dejarle boquiabierto al saber que le habia entendido a la perfección antes.

El motor de un par de coches dejó la conversación de lado para fijarnos. Parecía que no habría problemas hasta que distinguimos quienes eran realmente.

-Putos rusos- Soltó uno de los latinos para fijarme que sacaba una escopeta

Mi compañera y yo nos resguardamos en el lateral del coche.

-No sois bienvenidos aqui si no es por negocios- Dijo el latino

-Solo venimos a recordaros que si haceis tratos con Baggio, no nos interesa ser buenos con vosotros

Club 42     [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora