Esta es una historia corta yaoi (chicoxchico) entre dos adolescentes de la misma edad. Sus nombres son Castiel y Lysandro, son mejores amigos y no creen lo contrario, y se llevan bastante bien como amigos. Sin embargo, ellos empiezan a atraerse, mie...
En un abrir y cerrar de ojos, hoy es el gran día que todos esperábamos y todo el mundo estaba bastante nervioso. Dicho esto, fui directamente al sótano para saber sobre los trajes que Rosa y Alexy hicieron, tras cortinas nos encontramos todos. En cambio, Rosalya con entusiasmo nos entrega prendas bastantes peculiares. En mi caso, un pantalón verde con cuadros chicos, una camisa de rayas blancas y negras con un par de guantes sin dedos del mismo diseño casi hasta el codo, una bufanda nudo vaquero del mismo diseño que los pantalones, una chaqueta negra con detalles y... ¿uno pasadores para el pelo? Por lo tanto, no dudé en opinar.
— ¿Y de verdad quieres que nos pongamos... eso? ¿Y eso son pasadores para el pelo? ¿También tengo que llevarlos?—Arquee una ceja con mucha duda. — ¡Sí! ¡Van a quedar increíbles así!—comentó Alexy con una sonrisa.
— ¡Hemos trabajado mucho para hacerlos!—continuó Rosalya, igualmente sonriente. — ¡Yo no voy a llevar eso! ¡Hasta el bañador de Amber tapa más que eso!—Se quejó Castiel bastante serio.
—No es lo que me pienso poner... ¿Eso es transparente?...—Siguió Nathaniel quejándose dándole un buen vistazo a la vestimenta. — ¡Dejen de quejarse! No podrán subir al escenario así, ¡no están en la misma onda, y así lo estarán!—Se manifestó Rosa, un poco molesta por las opiniones pasadas.
Finalmente nos vestimos ya que no quedaba tiempo y preparamos nuestros instrumentos minutos antes. Sin embargo, mis piernas temblaban levemente; sentía nervios... Cerré los ojos y suspiré profundamente para calmarlos. Quedaban pocos minutos para tocar, el sótano mientras tanto está completamente lleno. Las luces se apagan e Iris, Castiel, Nathaniel y yo subimos al escenario, mis latidos aumentaron pero solo duró por unos pocos minutos. Lo cual, mis nervios fueron desapareciendo poco a poco a medida que avanzaba.
Por ende, empezamos a tocar como lo ensayamos: primero las canciones más conocidas y luego las propias. Después de varias canciones sin parar, seguía la que escribí, la que yo esperaba y exactamente fue la última para un gran final. Tragué saliva y apreté levemente los labios por unos segundos. Sin embargo, empecé a cantar de acuerdo con la música. Pero esta vez... lo hice diferente: con más sentimiento, más pasión, pero no sabría explicarlo. Pero se sentía increíble, me sentía más libre.
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Igual los demás hicieron un excelente trabajo. Volteo a ver a Castiel y se ve espectacular tocando la guitarra eléctrica, las luces en el fondo de colores resaltan en él, realmente parecía una estrella.
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Un poco cansados, concluimos. Duró una hora sin interrupción. Todo mundo estaba alocado tras las tocadas. Mientras bajábamos del escenario para dirigirnos a los bastidores, el público parecía muy contento, que coreaban nuestros nombres. Al final, el sótano se fue vaciando poco a poco y todos terminamos yendo a respirar un poco.
— ¡Lysandroooo♥!—Pude percibir esa fina y dulce voz desde pocos metros a la distancia. Nina; un chica de baja estatura, rubia vestida de lolita se echa en mis brazos con su sonrisa encantadora. — ¿Qué haces aquí Nina?—Le dedico una de mis sonrisas. —Es obvio que vine a verte—dice abrazándome con mucho agrado—. Por cierto, estuviste genial allá y más en la última canción, ¡que me encantó!
—Muchas gracias Nina...—Le agradezco por el comentario mientras intento alejarla con delicadeza, hasta que siento que alguien me agarra de la muñeca; una mano cálida y grande. Nina solo se queda mirando, volteo a mis espaldas. — ¿Castiel?—menciono su nombre por sorpresa.
—Tenemos que irnos. Nos esperan para exhibir los vestuarios, para ya poder quitarme lo que llevo encima. —Es verdad... entonces, encantado de verte Nina. —Me despido. Mientras tanto, empezamos a caminar Castiel y yo. Y aún me sujetaba la muñeca...
—Ya me puedes soltar, no hay ningún problema. —Es verdad. —Asiente y deja abrir su palma para dejar caer mi muñeca. Haciendo que sienta sus dedos rozando mi piel por unos milésimos de segundos. Al final, fuimos donde nos habían citado, no tardamos mucho, máximo fueron unos 30 minutos.
Todo fue muy cansado, pero me entretuve mucho. En cambio, ahora... me siento un poco más liberado. La canción... me cambió, una descripción no muy clara, la verdad. Sin embargo, me quedo solo en una banca a escribir, no va a ver un día sin escribir en mi libreta.
—Lysandro, ¿tienes un momento?—Se me acerca Rosalya. —Sí, dime.
—Como es fin de semana, Leigh y yo saldremos a una minis vacaciones, así que tendrás casa sola. Si te sientes solo, con gusto puedes salir con tus amigos, ¿qué tal?
—Me parece bien, espero se diviertan. —Sonrío.
— ¡Gracias! ¡Nos vemos!—Se va corriendo levemente.
Me puse a reflexionar por unos minutos, sobre qué haré hoy y mañana. En un santiamén, se me ocurrió pasar el rato con Castiel, pero iré a su casa ya que no tiene tantas limitaciones como la mía. Esta tarde me parece bien. Guardo mi libreta (que por poco se me olvida) y empiezo a buscar al pelirrojo.
Lo busco y no lo encuentro. Hasta pienso que me esquiva. Aunque se parece a mi libreta o cuando pocas veces busco a Nathaniel. Y finalmente después de tantas búsquedas, lo localicé. Justamente está hablando con una chica que desconozco... me quedo mirando hasta que Castiel se percata de mi presencia. Deja a la chica y se acerca a mí con las manos en los bolsillos.
