IV: El retorno de La Perkales.

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POV Laura:

El alboroto que se había formado en la cafetería nos había dejado a todas con la boca abierta. Algunas de las chicas, concretamente Sai y Cris, se miraban entre ellas como si supieran de antemano que algo así sucedería. Las demás no dábamos crédito a la escena que teníamos delante. Parecía sacada de una telenovela. La tensión podía cortarse con unas tijeras de lo palpable que era.

No fue hasta que Sara se llevó casi a rastras al pobre Daniel, que casi terminó haciendo la croqueta hasta el final de la cafetería, que el ambiente se relajó un poco. Nos pusimos a hablar y a echarnos unas risas al descubrir unos vídeos muy perturbadores de La Perkales* que hicieron el almuerzo más ameno.

—Parece un ritual satánico —dijo Cris repitiendo el vídeo otra vez—. Y lo peor es que no es Halloween.

—A algunas les gusta ponerse en ridículo ellas solas.

Así fue que se nos echó el tiempo encima y llegó la hora de volver a ponernos manos a la obra con el ensayo. En realidad, la coreo no iba tan mal pero teníamos que profundizar mucho más en ella para perfeccionarla. Nos levantamos de la mesa para dejar las bandejas y justo en ese momento casi nos estampamos de lleno con la hyung line de BTS.

Del asombro, a Maggie se le volcó la bandeja encima y algunos restos que había en ella resbalaron por su camiseta. Maggie soltó una maldición más grande que ella y al ver que la habíamos escuchado puso una sonrisa angelical que tapaba sus malos humos.

—¡Qué torpe! —dijo manteniendo la sonrisa e intentando quitarse los restos de encima.

—¿Necesitas cambiarte de ropa? —preguntó Hobi a la maknae—. Puedo dejarte una camiseta vieja que tengo aquí.

Hobi, como siempre, era un sol e intentaba ayudarnos en todo lo posible, hasta en algo tan simple como un cambio de ropa. Maggie abrió mucho los ojos y asintió contenta. Hobi la hizo una seña con la cabeza para que la siguiera y ella le siguió dando saltitos. Antes de salir de la estancia, Maggie se dio la vuelta y nos guiñó el ojo a las chicas. Quería hacernos ver que no era tan inocente como aparentaba y que podía maquinar muchas cosas con esa cabecita suya.

—Venimos a ver cómo vais con la coreografía —dijo Jin pasando su mirada sobre nosotras.

—Bueno, bien, ahí va —comentó Alba restándole importancia.

—Os podemos echar una mano ahora —sugirió Namjoon.

Cris puso una cara que decía "esa mano vuestra podéis usarla con nosotras ahora de otra manera muy diferente".

Nos pusimos de acuerdo y caminamos hacia las salas de ensayo. Los otros chicos debían de haberse ido mientras tanto porque ya no se encontraban en la cafetería.

¿Dónde estaba Mingyu?

Cuando estábamos en el pasillo que llevaba a las salas de ensayo escuchamos unos gritos procedentes de una de ellas.

—El Karma tarda mucho. Prefiero que te vayas a la mierda ahora mismo, cabrón.

Seguido de esas duras declaraciones se escuchó un sonido sordo como si alguien hubiese pegado a otra persona. Sara salió escopetada por la puerta de la que procedían los gritos y no reparó en nosotros.

—A este le convierto en un castrati. Le pienso cortar las pelotas y venderlas en el mercado negro.

Nos quedamos todos un tanto perplejos. Pero sin duda, los que se encontraban más asombrados eran los tres integrantes de BTS que se encontraban con nosotras.

—¿Qué se supone que ha pasado? —preguntó un Namjoon curioso.

—Qué no ha pasado debería ser la pregunta —intervino Andrea.

Namjoon entró en la sala de la cual había salido Sara, seguido de un serio Yoongi que sudaba completamente de todo este jaleo. Dentro de la sala se encontraba Wonho con una mano en su mejilla, la cual estaba más roja que un tomate del bofetón que parecía haberle metido Sara.

El chaval se quedó pálido al ver la expectación que tenía y se hizo un hueco para salir de la sala, no sin antes echar una mirada salvaje y sexy a Rox como si lo que había pasado segundos antes nunca hubiese sucedido.

—¿Qué es todo esto? —habló una voz masculina detrás de todas.

Al girarnos vimos que se encontraba la maknae line de BTS expectantes y confusos al encontrarnos a casi todos en el pasillo.

—No lo sé, pero Jungkook, ¿puedes ir a buscar a Wonho para que venga a ensayar? No se puede perder el tiempo —sentenció Namjoon.

—¿Por qué siempre tengo que hacerlo yo? —se quejó el maknae.

—Por haber nacido más tarde —dijo Yoongi.

—Lorena, ¿puedes acompañarle para que tu amiga venga también? —pidió de nuevo Namjoon.

—Claro, sí.

Jungkook y Lorena se alejaron por el pasillo para buscar a Wonho y Sara o para hacer a saber qué cosas por el camino. Sin embargo, cuando parecía que todo había regresado a la normalidad la llamada de alguien nos puso el alerta.

—¡OPPA! ¿Dónde estás? ¡SUGUUUIIIIITAAAAAAAAAAAAAAA!

La voz de la chica que gritaba se iba escuchando más y más cerca hasta que La Perkales apareció por la esquina del pasillo. A Yoongi se le fue el color de la cara al ver a su acosadora aparecer en el otro extremo del pasillo cuando se asomó por la puerta de la sala de ensayo.

—¿Dónde estás, oppa? ¡Sé que estás aquí! ¡SUGITAAA!

La Perkales se nos quedó mirando uno a uno para ver si su presa se encontraba entre nosotros.

—¿Habéis visto a Suguita? Quiero que vea mi nuevo color de pelo —dijo La Perkales mostrándonos un menchón de pelo verde.

—Sí, se ha ido justo ahora del edificio —respondió Jin—. Si te das prisa, le alcanzas.

La Perkales se fue corriendo y feliz creyéndose la mentira de Jin. Yoongi volvió a asomar la cabeza para ver si se había ido y un tanto aliviado posteriormente al ver que ya no estaba.

—¿Cómo ha conseguido entrar en el edificio?

—¿Queremos saberlo? A saber qué ha hecho. 

Perkal en la Big Hit entertainmentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora