IX: Mentiras cochinas.

127 14 9
                                    

POV Sara:

Los lloros y pataleos constantes de aquella energúmena peli verde - el cual se asemejaba cada vez más a un estropajo al borde de la putrefacción - hacían que mis demonios interiores quisieran salir.

Trate de controlarme ante la situación por la que estaba pasando, casi increíble de lo surrealista que era: el Dios Kim Seok Jin y yo arrastrando de los brazos a aquella ''cosa'' – por llamarla de alguna manera – a través de los pasillos. El más mínimo contacto con ella me repugnaba, era tan jodidamente repelente que incluso llegué al punto de tener miedo a que si la tocaba por más de cinco minutos podría llegar a contagiarme su subnormalidad. Realmente estúpido sí, pero en serio lo creía.

— ¡Suga! ¡Oppa! ¡Ayúdame Yoongi oppa! ¡Por favor! — el hecho de que aquella gilipollas pensase que Yoongi iría a ayudarla me causaba risa, no había presenciado una escena tan patética en mi vida. — ¡Jin oppa, y-yo... yo no he hecho nada malo! — cambió de táctica — ¡Lo juro! Ellas... ¡Ellas han sido las que han hecho un complot contra mí! ¡Quieren acabar conmigo! ¿No lo ves oppa? ¡¡ME TIENEN ENVIDIA!! — no pude contenerme más y una profunda carcajada, algo nerviosa, salió de mi boca sin reparo alguno.

Paré en seco, la solté de mi agarré sintiéndome aliviada para seguidamente ponerme frente a ella, algo que por lo visto no se esperaba pues sus pataletas y berrinches cesaron y se quedó mirándome atentamente, tratando de intimidarme con la mirada.

— A ver soplapollas, no estoy de humor hoy, así que cállate ya. ¿Envidia? ¿A qué? ¿Al pelo de paja y las raíces de caballo que tienes? ¿O a las mascarillas del dentista que te pones para parecer ''super cool''? – hice énfasis en estas dos últimas palabras con un tono burlesco. — que por cierto, hablando de dentistas, mucho no parece que vay-

— ¡Cállate zorra! — La Perkales no me dejó acabar la frase, pues estaba dispuesta a abalanzarse sobre mí con esa cara de irritación que la hace más fea que el culo de un mono. No me importaba que se abalanzase sobre mí, de hecho, lo quería, así podría descargar todas las tensiones acumuladas después de lo que había pasado con Rox y Wonho. Sin embargo las cosas no fueron como yo pensé que irían ya que la magnífica mano de Seok Jin se interpuso entre la trayectoria que quería seguir la de la Perkales.

— Mira, no tengo ni idea de quién coño eres, ni de cómo coño acabas entrando aquí siempre, pero como la toques, estas muerta. — amenazó él haciendo que mi corazón palpitase.

— ¿O-oppa? — la Perkales se petrificó, su cara era un poema, como si hubiese visto el espectro más horrible del mundo. ¿Sorprendida? Sí, hija, sí, resulta que los idols no son como aparentan. Ups. 

— ¿Qué está pasando aquí? — una voz imponente emanó desde nuestras espaldas, era Bang PD Nim, acompañado de Namjoon, Jungkook y Hobi, éste último con mirada de perturbado, cualquiera podría notar el disgusto y el mal humor presentes en su cara. Mierda. 

— Esta tía es la que ha liado las cosas. Estábamos pensando en llevarla a tu despacho, pero no lo pone fácil. – replicó Seok Jin dejando notar el fastidio en su tono de voz.

— Señorita, será mejor que venga con nosotros si no quiere que las cosas empeoren para usted. – PDNim sonaba muy impasible y apático, causándome pavor hasta a mí, así que la Perkales no opuso ningún tipo de resistencia.

— Emm, bueno, pues yo ya me voy, supongo que me estarán esperando en la cafete-

— No. — PDNim no me permitió acabar la frase — Acompáñanos tu también. Tú has sido testigo de lo ocurrido, ¿no? Quiero gente que haya estado presente en el momento de los hechos.

Perkal en la Big Hit entertainmentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora