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Amenazado.

"Ay que sería sin ti?
Un pájaro ciego 
volando a morir"

Habían pasados días y los chicos comenzaban a alterarse por la ausencia del mayor, no sabían dónde se metió o en que día se había ido, la única información que tenían era que había pasado tres días y aún no aparecía por ninguna parte, además de que uno de los chicos también se esfumó y llevaban el mismo tiempo desaparecido. 

Por otro lado la victima se encontraba muy asustado, luego de su primera vez secuestrado nadie había venido a hablarle y esto lo estaba agobiado demasiado, aunque hablar era otra cosa que llegar y comenzar a golpearlo para sacarle información de algo que él no sabía

Su cuerpo ya no daba más y la falta de aire se hacía cada vez más frecuente. El sonido sórdido de la puerta siendo abierta alertó al chico de que alguien se aproximaba y eso no era nada bueno a su parecer. 

- ¿Estas listo? - el contrario negó repetitivas veces con la cabeza, ya que su boca estaba cubierta por una mordaza.

- Nos da igual, aun así lo haremos - habló otra voz, esto sorprendió a la víctima, pues era la primera vez que dos personas venían a visitarlo.

Comenzó a forcejear para liberarse de las ataduras pero eso no resultó como quería, en cambio recibió un golpe en el labio haciendo que cayera con la silla.

- ¡Quédate quieto! - grito el hombre enfadado, parecía no tener paciencia en todos los sentidos.

- No hagas eso - exclamó una voz femenina. El contrario le arrebato la bolsa de la cabeza a la víctima y este comenzó a parpadear tratando de que sus ojos se adaptarán a la luz del lugar.

Cuando lo logró observó a los dos gorilas que tenía enfrente con los brazos cruzados y mirándolo desafiante, uno de ellos se acerco y levanto al hombre que se encontraba en el suelo, pues era una orden de la mujer que había aparecido por aquella puerta. La observó detenidamente y está sonrió mientras ladeaba la cabeza con confianza.

- Hola, me llamó María - se presentó la joven acercándose al chico, que con tanto esfuerzo había encontrado, le arrebató con cuidado la mordaza y no pasó ni un segundo hasta que el hombre comenzará hablar.

- Déjenme salir - suplico mientras que su rostro mostraba total miedo.

- Eres muy bueno fingiendo temor - exclamó la joven entre cerrando sus ojos y llevando su mano a la cadera.

- No se de que hablas - negó, quería salir lo mas antes posible y si debía mentir lo haría.

- No mientas y haz lo que te diga - se inclinó y miro fijamente a sus ojos, chequeado que este fuera sincero a sus preguntas - Vas a volver a la mansión y harás como si esto no pasó, dirás que solo tuviste un percance y saliste por una emergencia, y si por casualidad te encuentras con él no hagan ningún movimiento que llame la atención.

El contrario asintió sin comprender nada, no sabía que estaba pasando. La mujer deshizo los nudos y los hombres a su lado se llevaron al sujeto hacia afuera para así regresarlo del lugar donde lo sacaron.

El tiempo pasó y ya estaban a punto de llegar pero un vehículo muy sospechoso pasó a un lado de ellos, se quedaron quietos por unos segundos hasta ver que este se perdía de vista para luego entrar a la propiedad, una vez en el centro arrojaron al chico y se esfumaron no sin antes decir;

- Una cosa más... Si tratas de escapar, juro que vendremos y los encontraremos a cada uno de ellos para luego matarte - y dicho esto se largaron a oír las sirenas de la policía.

Pero lo que no sabía era que ellos solo pasaban por el lugar, no es que vendrían a socorrerlo en ese momento. Eso es lo que tiene la policía, nunca hacen bien su trabajo y esto facilita las cosas para aquellos que hacen el mal.

Mientras tanto Charlotte y los chicos miraban a la puerta fijamente, atentos a cada movimiento, pues si algo peligroso se acercaba debían actuar rápido. La puerta fue abierta y en está apareció Damián con algunas cosas en mano, estaban a punto de acercarse y ver de qué se trataba pero la puerta trasera se vio abierta y en esta paso Luzu quien tenía una expresión confusa.

- ¿Donde estuvieron los dos? - todos miraron a la dirección donde provenía la voz - Les hice una pregunta - exclamó cruzándose de brazos.

- Jeffrey - pronunció el nombre del reciente en forma de susurro mirando sospechosamente al contrario mientras se acercaba a pasos lentos.