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Familia Malade.

"Si estamos juntos
podemos sonreir"

Los chicos no podían reaccionar y esto confundía mas al mayor, quien se comenzaba a acercar hacia ellos con curiosidad, pero Alex fue mas rapido y logró detenerlo a mitad de camino, mientras llamaba a los chicos con la mano y un grito. 

- No sucedió nada malo - mintió Frank palmeando el hombro de Luzu buscando la manera de tranquilizarlo. 

- Por fin llegaron, creímos que nos dejarían - comento Guillermo abrazando al moreno para luego dirigirle una sonrisa a la rubia. 

- Que va, nunca haríamos algo así - respondió tomando la mano de la menor para atraerla hacia él, ya que no se animaba a acercarse a los chicos. 

- No se sabe, los inocentes podrían ser los peores - agregó Samuel deteniéndose en frente de ellos con una sonrisa de lado mientras mantenía una mirada burlona.  

- Que gracioso - exclamó Luzu caminando hacia la puerta trasera junto con los chicos, quienes no sabían donde se dirigía. 

Una vez llegaron allí cruzaron a un lado de la piscina y Luzu aprovechó la oportunidad para empujar el cuerpo de Alex así el agua lograra salpicar hacia ellos, los cuales algunos gritaron y otros maldijeron pero al final comenzaron a reír y arrojarse al agua como niños pequeños, con Luzu por último.  

Iniciaron una guerra de agua una vez salieron empapados de la piscina mientras que Guillermo sostenía la manguera y empezaba a mojar a un mas a sus compañeros, que no dejaban de correr y tratar de arrebatar el objeto de sus manos, hasta que Rubén tuvo la brillante idea de tomar un balde y llenarlo de agua para echarle a Díaz, quien de inmediato solto su arma y comenzó a perseguir al contrario. 

Miguel agarró una botella de agua y salpicaba por todas partes mientras corría detrás de Frank, el cual le hacia burla para ser perseguido por el mayor. Mientras tanto Lana era sujetada de la cintura y elevada para ser de nuevo tirada a la piscina, sin olvidar los gritos y risas que dejaba escapar. 

Unas horas después de terminar con la guerra se tiraron en el césped a esperar que su ropa se secara bajo el calor del sol, cerraron sus ojos y se quedaron asi por unos minutos hasta que escucharon el grito de Alex llamándolos, traía algunas cosas en sus manos, se acercaron a él y este les entrego algunas. 

- Miren esto - hablo encendiendo algunas y logrando que de estas saltaran pequeños destellos que sorprendieron a todos. 

Cuando termino con todas la noche ya se acercaba, levantaron las lucesitas, cuyo nombre no sabian, y comenzaron a bailar con la musica que habia puesto Doblas para celebrar la noche y el que estarían juntos para siempre. 

Todos estaban en pareja, hablando o bailando al ritmo de la canción, hasta que Luzu llamó a todos y éstos prestaron su atención mientras que este elevaba su lata de coca-cola y decia; 

- Celebró por esta familia de locos - al decir aquellos todos abrieron sus ojos sorprendidos para luego con una sonrisa hacer los mismo. 

- ¡Por esta familia de locos! - gritaron al unísono para luego echarse a risas. 

Se recostaron en el suelo mirando la luna mientras la fogata seguía encendida y los grillos cantaban tranquilamente. 

- Ojalá todos los días fueran asi - susurro Lana abrazando al mayor mientras apoyaba su cabeza en su hombro.  

- Me gustaría mucho - afirmó Luzuriaga sonriendo y cerrado sus ojos para descansar un poco, ya que la noche los acurrucaba manteniéndolos a salvo de todos aquellos depredadores, donde la luna era la única testigo de aquellas personas que juntos eran una familia.