ERIN.-
—Es el período de almuerzo y yo malgastando mi tiempo aquí, chicos —Suspiré tras terminar mi opinión sobre esto—. Aparte, ¿Por qué Violet ve fijamente a Colton?, ¿Es algo que no me has contado?
—¿No le has contado, Violet? —preguntó GJ y, como la chica bajita no dijo nada, él se rió y le pegó en el pecho con sus amados e inolvidables binoculares—. Oh, eres una diva total —Se dirigió hacia mí y carraspeó para estar preparado y prosiguió—. A Violet le gusta Colton desde la última fiesta. ¿O tú no supiste que Colton y Stacey se tomaron un tiempo que no duró ni tres días? Pues, ahora lo sabes. Se enredaron, bebé. Pero no pasó después del escalón dos.
—¿Escalón dos? ¿Qué significa eso? —cuestioné, aunque eso no quita el hecho de que ya todo lo que me ha dicho Granger ha quedado estampado en mi cerebro.
—Besos, el primer escalón son abrazos —informó—. El asunto es el siguiente, no te lo quiso contar porque eres la hermana de su amor platónico. Sería un susto de toda perspectiva si lo hubieses sabido en su momento, pero ya sabes. Aparte, Violet no está escuchando, tiene los audífonos clavados en sus oídos. Fin. ¿Quieres agua?
—¿Es una broma? —inquirí, gritando silenciosamente a los siete mares que por favor haya sido toda una mentira mal ingeniada—. ¿Estamos aquí por el asqueroso de Colton? Eugh.
—Ah, sí. ¿Qué pasó en el casino que ese amado musculoso modelo sacado de una famosa revista te susurró algo excitante en el oído que no nos has contado? —Me agarró de mi cuello y fingió un falso gemido cerrando los ojos y recreando la figura de Noah a la perfección y mordiéndose los labios. A veces pienso que GJ tiene un serio problema mental.
—En pocas palabras, le dije un falso nombre. Pero alguien —Le eché una mirada fulminante a ambos—, o es decir, un par de personas gritaron mi nombre a todo volumen que, lo más probable, es que sabe quién soy yo.
—Típico de alguien desesperada por tener novio —ofendió a mi persona y yo puse los ojos en blanco—. Solo ignóralo y hazle saber que estás en el club de las fieras.
—Tú sabes que seguiré babeando por Nick a escondidas —confesé—. Sé que me hago la dura con él, o sea, ¿Quién no lo hace por su amor platónico?
—Supongo que las chicas inteligentes, por supuesto. Pero olvídalo. En todo caso, debo admitir que Nick y tú sí harían bue-
Toda su frase fue cortada cuando sus ojos se abrieron de par en par y algo directamente chocó en mi mejilla, algo inquietamente puntiagudo y duro —no lo malentiendan—. Un ardor se presenció en toda mi mejilla y el absoluto silencio hizo que más ardieran, sentía la sangre en mi rostro por la vergüenza. No sé quién fue, ni tampoco me importa, pero Colton se reirá de esto por toda su vida.
—¡Erin! —gritó GJ y lentamente volví a mi antigua posición, pero eso no significa que me reiré de mi mala suerte. Me enfurecí. No entiendo cuál es la idea de tirarla tan fuerte, es entrenamiento.
—¡Por esa razón perdieron frente los Bulldogs, malditos e insípidos idiotas! —grité sin remordimiento y agarrando mis cosas me fui directamente hacia la biblioteca.
No me arrepiento de nada.
...
En pocas palabras, terminó el estúpido día escolar. Estoy esperando con ansiedad a que venga mi abuela a retirarme, y, como era de esperarse, la atractiva y social Violet estaba hablando con los del equipo explicando que todo fue un malentendido mío y que no tenía razones para haberles gritado eso. Violet, como siempre, intentando arreglar los problemas de la sociedad. Y no es nada sorprendente cómo babean los amigos de mi hermano al tener a mi mejor amiga tan cerca de ellos.
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La única chica. © [EDV#1] | ✓
Teen Fiction¿Han escuchado esa antigua leyenda sobre el hilo rojo del destino?, pues Erin sí y no porque lo haya encontrado en una página de internet, sino porque su abuela -quien antes era una actriz, modelo y diseñadora de revistas- se la pasa contando esa hi...