Capítulo 7: "Él tiene la culpa de mi soledad".

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ERIN.-

—¡Vamos, señor Marshall! Usted sabe que no dejaría pasar una oportunidad como esta —rogué. Parecía una plebeya pidiendo la mano del príncipe frente al rey. Él mantenía la cabeza en alto mientras que yo me extorsionaba para arrodillarme juntando las manos y pidiéndole que haga una excepción conmigo y que me repita el examen—. Le pido de rodillas como si fuese el dios de los dioses que me repita el examen, profesor Marshall.

—¿Qué crees que me incentivará a que seas la excepción, McFly? —cuestionó y me miró desde arriba levantando una ceja y no moviendo ni un centímetro la cabeza.

Pensé rápido en una excusa. ¿Qué odiaría él tanto como yo si no me repite el examen?, hacer desordenes en sus clases, hablar hasta por los codos, hacer torpedos. Yo arruina su serenidad, ahí está la respuesta.

—Tendrá que verme un año más, y como soy de vengativa reprobaré nuevamente si hace reprobarme ahora y dos años más nos seguiremos viendo —amenacé, manteniendo mi rostro de un bello ángel que se estrelló en el suelo.

—Tu cerebro acaba de explotar —murmuró y yo lo miré fastidiando su comentario—. Pero bueno, me convenciste. No quiero ver tu rostro más de lo acordado, así que, sí. Te la repetiré.

—Guau, no pensé que fuera tan fácil —expresé por lo bajo y una sonrisa se me extendió de oreja a oreja mostrando mis dientes—. ¿Para cuándo?

—Una semana, McFly. Tienes una semana. —respondió instantáneamente y adelantó el paso, dejándome ahí parada analizando que será este mismo día, pero de la otra semana.

Tengo tiempo, pero no pienso ser la alumna y la profesora al mismo tiempo. Quizá porque yo tengo que explicarme algo que no entiendo y mi cerebro explotaría. Tengo que buscar a alguien, y creo que tengo la mejor persona para eso. Georgie. Él fue la causa de que fuera y él me tendrá que ayudar. 

Saqué mi celular del bolso y busqué por todas partes su contacto, pero siempre se me olvida los nombres que les pongo a los números que tengo guardados. A veces, ni siquiera escribo sus nombres, escribo apodos que al fin y al cabo se me olvidan, inclusive su nombre a veces no lo recuerdo.

—¡Hermana! —oí la irritante voz de Colton, pero por primera vez lo escuché alegre al hablarme, es completamente raro—. ¿Vendrás a vernos al partido del viernes?

—No creo, Colton —contesté, pero no quité la vista de la pantalla del celular hasta que alguien me quitó el celular de las manos. Nick.—. No estoy para bromas, Colt. Tengo que hablar con GJ.

—¿Con el marica? —preguntó Kim y ese comentario me hirvió la sangre, incluso Colton se sintió un poco tenso con el dicho de Kim así que se puso alerta si es que yo me pongo agresiva—. Tanta mierda como para un rostro tan bonito como tú.

—¡Kim, basta! —lo detuvo Colton y por primera vez desde hace mucho tiempo me sentí agradecida con él—. Su nombre es GJ, ni siquiera Georgie. Ahora, vete. Tengo que hablar otras cosas con mi hermana. 

—Muchas gracias —dije, ironizando—. Pero necesito mi celular, Nick.

—Antes tengo que decirte algo —recalcó y luego agitó su cabeza—, mejor dicho... recomendar. Pero antes que el oficial antes, ¿Es cierto que el chico de intercambio y tú han hablado?

—¿Te debería importar, querida hermanito? Porque yo, por lo que tengo entendido, no te afecta mis relaciones, incluso él ni siquiera es aceptado como una relación amistosa. Es —Busqué la palabra para definirlo hasta que encontré lo que más acertado—... nada. ¿Acaso te duele que le tome más atención a alguien nuevo que a tu círculo?

La única chica. © [EDV#1] | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora