Capítulo 5: "Eres un unicornio deforme".

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ERIN.-

—Aún no entiendo por qué dejó entrar Violet al innombrable —murmuré con la intención de que GJ me escuchara, y lo hizo—. No está haciendo nada, nos observa como si fuera el amo del lugar.

—¿Y qué esperas? —se exaltó, aunque manteniendo el bajo volumen de voz—. Es británico.

GJ ha estado con más hombres que los cual yo estaré en toda mi vida. Yo antes pensaba que gente con una distinta orientación sexual distinta a la heterosexualidad tenía menos oportunidad de encontrar un amor, ya que la presión religiosa y de libertad de expresión no se lo permitían de total manera, pero GJ es la clara prueba que puede romper con el tabú de la sexualidad. Y, hablando de manera más normal, él ha estado con un irlandés, un chileno, argentino, canadiense y estuvo a punto de tener un noviazgo con alguien de Inglaterra, pero no sé qué pasó por ahí que al final no pasó nada. 

—Como sea —corté inmediatamente el tema cuando me di cuenta que, al mirarlos de soslayo, Noah me estaba mirando fijamente pretendiendo escuchar nuestra conversación—. Si Stacey hubiese quedado embarazada a los catorce dudo que haya perdido esos papeles. 

—¿Segura que escuchaste bien la conversación entre ella y Colton? En una de esas tú exageraste las cosas —cuestionó y yo me mordí la carne interior de la mejilla suponiendo que él podría tener razón, pero mi cerebro lo negaba y aseguraba que Stacey guardaba un secreto profundo.

—Stacey debe guardar algo. No puede ser la chica perfecta, debe esconder algo —reclamé—. Todo el mundo guarda un secreto.

—¡Quiero ir a la maldita fiesta, Erin! —exclamó Violet y la miré sobresaltada. Fue tan de repente el grito que puedo asegurar que morí y resucité en un milisegundo—. En la maldita laptop de Stacey no hay nada, sólo trabajos, informes, ediciones, vídeos, fotos. ¡No hay nada!

—Sí, Erin —confesó GJ y lo observé fijamente a los ojos—. No vine aquí para ser un espía. ¿Podemos bajar?

Miré intuitivamente a Noah, pensando que su rostro tenía un enigma y que podría averiguar si él iba a bajar si nosotros bajábamos o se iba a quedar. Pero nada. Seguía con su rostro indiferente, con una sonrisa ladeada y con una ceja levantada esperando mi respuesta. 

—Me iré a mi casa. El lunes tengo un examen de álgebra y no he estudiado nada —me excusé. Realmente ni tenía ganas de venir a la fiesta, era sólo para buscar alguna alternativa para destruir la relación entre Stacey y Colton—. Le avisaré a Colton que me iré.

—Tu hermano seguro está fornicando con Stacey —meditó GJ—. Pero bueno, si yo lo veo le aviso.

—¿Eres hermana de Colton? —interrumpió Noah, sacando sus propias conclusiones—. ¿Colton McFly?

—Sí —respondí, aunque fue en un tono dudoso. Qué le interesa a él mi alrededor familiar—. Bien, yo me largo.

Agarré mi bolso que estaba encima del escritorio de la habitación de invitados y me despedí de GJ y de Violet con un beso en la mejilla. Y cuando iba a cruzar la puerta haciéndole la fuerte ley del hielo a Noah no evité mirarlo de soslayo y entendí que él me seguía observando, intentando descifrar códigos binarios que se aguardaban dentro de mi cerebro intentando conseguir un mensaje secreto. 

...

Me pasé el fin de semana estudiando para llegar a hacer el examen de álgebra. No entiendo por qué Dios hizo que todo se basara en matemáticas, hubiese sido todo más fácil si hubiese sido todo a bases de letras y literatura. Entre científico y humanista, prefiero humanista, aunque amo la ciencia. Sin embargo, mi fin de semana necesitaba alegría, así que esperé día tras día un mensaje de Violet o de GJ, pero ninguno se dignó a hablarme. 

La única chica. © [EDV#1] | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora