Enana {Springtrap y tú}

;; 🎀 cuatro 🎀 ;;

- ¡Bestia! –reí al sentir cómo el perro comenzaba a lamerme el rostro.

- Parece que te echó de menos. –Springtrap rió, dejando sobre la mesa todo lo que yo le había comprado. – Gracias por esto. –señaló las bolsas.

- No te preocupes. –me encogí de hombros y me levanté del suelo con Bestia en brazos, que se había acurrucado entre ellos y parecía estar cómodo.

- Te he echado de menos. –dijo el pelimostaza y sonreí, dejando a Bestia en el suelo.

- Ni siquiera he faltado tanto tiempo. –me encogí de hombros, acercándome. – Era tan sólo una gripe.

- Te extrañé, ___. –pasó sus brazos por encima de mi cabeza y me sorprendí, pero le correspondí –lo que supongo – el abrazo al pasar mis brazos por su cintura. – No me importa que haya sido sólo una semana, sabes que te echo de menos porque eres muy importante.

- Spring... -sonreí y le besé rápidamente la mejilla a lo que noté su piel más caliente.

Se separó del abrazo con una sonrisa y luego me tomó de la mano para que saliéramos de su casa, mis padres y yo le habíamos ayudado para que estuviera más "bonita" o pudiera vivir en mejores condiciones.

Caminamos hasta el parque, dónde también nos encontramos a Golden y Foxy. Ambos estaban peleando por no-sé-qué-cosa, así que ni siquiera tuvimos intenciones de acercarnos a ellos.

Problemas de parejas.

Nos sentamos en uno de los bancos luego de que nos compráramos unos helados, ambos de chocolate.

Vi a unos niños jugando con una pelota y quise ir con ellos pero Springtrap me detuvo con la mano.

- ¿En serio vas a jugar con esos niños? –preguntó y yo asentí con la cabeza. – Pero eres mayor que ellos. –me encogí de hombros.

- Seguro juego mejor. –dije, comiendo lo que me quedaba de helado antes de correr dónde los niños estaban. - ¿Puedo jugar?

- Vete de aquí, vieja. –hice una mueca ofendida y uno de ellos sonrió con "superioridad".

- Si te gano me das tu gorra. –señalé la gorra que llevaba en su cabeza –la cuál era muy genial, por cierto – y él alzó las cejas.

- De todas formas no ganarás. –sonreí con satisfacción, tenía la victoria asegurada.

Unos minutos después tenía tres gorras nuevas y un helado gratis.

Y cinco niños nombrándome cómo su reina.

Ja.

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