;; 🎀 once 🎀 ;;

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Toddy soltó un chillido cuándo acabé de contarle lo que pasó en el bosque.

Los profesores nos habían regañado porque dijeron que debíamos estar junto al grupo pero nos desviamos.

Ahora estoy acurrucada con una manta, susurrándole las cosas a Toddy para que ninguno de los tres chicos que estaban presentes escuchasen.

Pero mi amiga no entiende lo que es "susurrar" o "ser discreta". O siquiera "disimular".

Freddy paró de hablar con Fred para voltearse asustado hacia mi amiga. Toddy sonrió nerviosamente y se volteó de nuevo hacia mí.

- ¿Y qué más sucedió?

- Oigan chicos, ¿han visto mi camiseta? –volteé hacia la puerta del baño al oír la voz de Springtrap.

Santo. Dios.

No sabía que recolectar tomates daba tan buen cuerpo. Lo recorrí con mis ojos y Toddy llevó su mano a mí mandíbula para cerrarla.

- ¡Vístete! –chillé una vez reaccioné, cubriendo mi rostro con mis manos. Spring volteó hacia mí y pude ver un sonrojo en sus mejillas también.

- Lo siento, no creí que estuvieras aquí. –pude ver algo volar desde las manos de Fred hasta Springtrap. – Puedes ver.

Me quité las manos del rostro y lo miré. Tenía las mejillas exageradamente rojas.

- "No creí que estuvieras aquí" ¡Compartimos cabaña, genio! –dije y luego bufé.

- Bueno Enana, no te enojes. –se sentó a mi lado y me comenzó a acariciar el cabello.

- ¡Y encima me llamas Enana! –dije, fingiendo indignación. - ¡Eso es el colmo! –volteé hacia él para encontrarlo MUY cerca. Sonrió y dejó un pequeño beso en mi nariz.

- Sé que te gusta que te llame así. –me envolvió entre sus brazos y le correspondí el abrazo. Springtrap era muy cariñoso conmigo y yo con él, era algo normal pasárnosla abrazados.

Toddy fingió tocar un violín luego de voltear hacia Fred y Freddy para mirarnos a nosotros de nuevo. Reí, separándome de Springtrap luego de besarle la mejilla.

- Ya te tocaba. –dije sonriendo. – Siempre he sido tu violinista en cuánto a Tiburoncín se trata. –ella rodó los ojos y yo reí junto con Springtrap, que estaba acariciándome el cabello.

Pasamos unos minutos más riendo y jugando, pero los profesores llegaron diciéndonos que debíamos dormir sino queríamos pasar castigados el resto del campamento.

Por más que no nos gustara estar allí, peor sería estar castigados así que nos acostamos tal cómo los profesores habían mandado.

Miré mi mano y la llevé a mis labios, recordando esa rara sensación de algo sobre éstos. Ni siquiera sabía que era.

Sacudí im cabeza y luego la apoyé en la almohada.

Igualmente no logré conciliar el sueño.


Enana {Springtrap y tú}Where stories live. Discover now