Enana {Springtrap y tú}

;; 🎀 catorce 🎀 ;;

Me levanté de inmediato, ahuyentando a Hunter y James de mi habitación, probablemente querían robarme dinero o algunos dulces que yo tenía escondidos por ahí.

Me metí al baño, lavando mi rostro y cepillando mis dientes. Cepillé mi cabello y lo dejé suelto, mi maquillaje era simple. Volví a mi habitación y me coloqué unos jeans negros rasgados y altos junto con una blusa que terminaba en el botón del jean. Me coloqué unas converse y colgué mi mochila en mi hombro para luego salir de la casa, no sin antes despedirme de mi familia.

Al llegar a la escuela me encontré a Toddy, apoyada contra su casillero y siendo devorada por Onnie. Carraspeé y ambos se separaron. Galleta me saludó y sonrió, Tiburoncín alzó su mano y yo le hice un saludo militar antes de que se alejara corriendo por el pasillo.

- Entonces... ¿ahora ambas tenemos novio? –preguntó Toddy, mientras yo acomodaba mis cuadernos dentro de mi casillero. Asentí con la cabeza y ella soltó un chillido de emoción. - ¿Cita doble?

- ¿Qué, tú estás loca?

La miré y negué con la cabeza, escuchando un bufido por su parte. Paró de quejarse para ver a algún punto detrás de mí.

- Hola, novia. –sentí que Spring me abrazaba por los hombros y sonreí. – Enana. –me susurró y traté de darle un golpecito, pero pegó nuestros labios antes de que pudiera tocarlo.

Pasé mis brazos por su cuello para corresponderle el beso, sintiendo cómo sus brazos me aprisionaban contra su cuerpo, me sentía bien, segura y protegida entre sus brazos. Y me sentía jodidamente bien si me abrazaba mientras me estaba besando.

- Y luego te quejas de mí. – Toddy rodó los ojos cuándo Spring y yo nos separamos. – Nos vemos en clase. –me sonrió levemente y se despidió.

Volví mi vista hacia el pelimostaza, él estaba mirándome de arriba hacia abajo una y otra vez, deteniéndose en el corto de mi blusa.

- No, definitivamente no dejaré que otros te vean usando eso. –se quitó su sudadera –quedándose sólo con una camiseta gris – y me la colocó, claramente, me quedaba enorme.

- ¿Esto es ser goals, para ti? –pregunté, tratando de ver a través de la capucha. Él sonrió y me la quitó, acariciando mis mejillas.

- No necesitamos ser goals para ser lindos. –negó con la cabeza y yo sonreí algo embobada. Sentí cómo me acariciaba las mejillas antes de dejar varios besos cortos sobre mis labios.

Puse mis brazos en su cuello y mis manos en su nuca para que parase, y fundiéramos nuestros labios en un verdadero beso. Sentí su brazo apretar mi cintura mientras me acariciaba el cabello y yo pasaba mis manos por el suyo –difícilmente, a causa de las mangas de su sudadera –.

Ambos dimos un respingo ante el timbre del inicio de clases, separando nuestras bocas a causa de eso. Lo escuché bufar y yo también lo hice. Luego lo tomé de la mano y nos metimos a la siguiente clase, detrás de la profesora y sin que ella lo notara.

0'HW