Quiero acercarme a ti [T.O.P y Tú] - Adaptada

Capítulo 19 ~ Una noche inolvidable

Llegamos a un hotel muy lindo, me quede mirando aquel lugar.

— ¿Me trajiste a un hotel?

— Tranquila cariño, te va a encantar — me dijo sosteniendo mi mano.

Después de bajarnos del auto, entramos al hotel, Seung nos condujo a la recepción, luego de dar su nombre les dieron las llaves.

— Vamos — dijo tirando de mi brazo, parecía un niño chiquito a quien le van a comprar su primer juguete, eso me causo gracia.

Subimos al elevador, llegamos al octavo piso, se encontraban dos señores igual de fuertes como mi hermano Leo, “guardaespaldas” pensé yo, nos permitieron pasar y después bloquearon el acceso para que nadie pasara, Seung me miro.

— Estas asustada — me dijo antes de que yo pudiera preguntarle — Lo han bloqueado para nosotros — dijo con una sonrisa.

— ¿Por qué si se puede saber? — todavía no podía entender.

— Por que rente el último piso para nosotros.

— ¿Qué hiciste qué? — alzando un poco mi voz — Has gastado mucho no quiero ni imaginar cuanto.

Puso un dedo en mis labios para que no digiera nada más.

— No he gastado nada, el dueño es un amigo de mi papá, él me debía un favor y ahora estamos a mano — me sentí aliviada cuando lo dijo — Vamos.

Me llevo a una habitación, luego de entrar se encontraba una mesa muy decorada y muy elegante, con dos meseros a nuestro servicio, comimos tranquilamente, hasta que Seung pidió disculpas por que le dieron nauseas, confieso que me da alegría pero a la vez dolor, pobre sabía lo que se sentía, terminamos de comer, platicamos y recordando viejos tiempos, el tiempo con él se pasaba muy rápido, cuando nos dimos cuenta ya eran las nueve de la noche, salimos de la habitación y me guío a otra que estaba más amplia que la otra, era muy linda se encontraba un pianista y un piano por supuesto muy bonito.

— Ven, vamos a bailar — me dijo tomándome de la mano para llevarme al centro de la habitación — Que empiece la música.

El pianista empezó a tocar una melodía hermosa, Seung y yo empezamos a bailar despacio.

— Esa melodía te la dedico, la hice para tí.

— Esta hermosa.

— Te amo (...), te amo.

— Yo también Seung — le susurré con lágrimas en los ojos.

— No llores princesa.

— Es de felicidad.

Me dio un tierno beso y continuamos bailando, la canción era hermosa, se sentía tranquilidad, paz, con mi príncipe me sentía protegida, cuidada, amada, terminamos de bailar, eran las once de la noche y Seung mi guío a un lugar, era una terraza, moría de hambre y Seung pidió la cena, cuando terminamos sentí un cosquilleo, pero no sabia porque.