8. Robame el corazón.

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Anoche después de cenar, le mostré a Daya algunas cosas y fotos que pertenecían a mi pasado. Son las tres de la mañana, no he podido dormir, así que decido llamar a Jonathan Cabello de una buena vez, tomo mi teléfono, me coloco una sudadera y unos tenis, tomo las llaves de la casa y el auto y salgo, abordo el coche deportivo y lo enciendo, manejé de vuelta al risco donde estuve con Diana hace unas horas. Estacioné lo más cerca posible, bajé y llegué hasta lo más alto del risco. Saqué el teléfono de mi bolsillo y busqué con urgencia el número de Jonathan. Uno, dos...

-Lauren ¿Qué pasa?-

-Jonny Camila... Camila está viva.-

Un silencio invadió la bocina por unos segundos. -¿Qué?-

-Tengo las pruebas necesarias para afirmarlo.-

-¿En dónde está ella?-

-Aquí en Phoenix, desde hace una semana...-

-¿Y por qué hasta ahora lo dices?-

-Porque no estaba segura de que fuera Camz.-

-Necesito ir allá. Mándame tu dirección y llegaré hoy por la noche espero.-

Suspiré. -Ella no recuerda nada Jonathan, ella es Camila pero no es ella mentalmente.-

-¿A qué te refieres?-

-Es una chica completamente distinta, no sabe nada de ella, tiene perforaciones, tatuajes, se viste con bastante negro, utiliza lentes de contacto de color, ella no es Camz.-

-Te veo hoy por la noche.- Dijo cortante.

-Oye...-

-¿Ahora qué?-

-Sinuhé no sabe nada aún.-

-Infórmale de esto cuanto antes.- Dijo y finalizó la llamada. La noticia le afectó más de lo que esperaba y no es para menos, una persona que quieres tanto y que crees, está muerta de pronto aparece y pone tu mundo de cabeza es justamente lo que llamaría destino.

Las cosas aún no se salen de control, pero lo que es seguro es que Sinuhé no tomará las cosas amablemente. Me siento en la tierra áspera y rugosa, busco el número de la madre de Camila, lo marco pero no tengo éxito en cada llamada que hago, después de seis intentos me doy por vencida. Son las cuatro y cuarenta de la mañana, observo todo en silencio, me coloco los audífonos y reproduzco una y otra vez "Hurts So Good" de Astrid S. De pronto la música se interrumpe y se registra el nombre de Sinuhé en la pantalla, contesto de inmediato.

-Hola.-

-Lauren, cariño ¿Necesitas algo? Es demasiado temprano para llamadas ¿No crees?-

Suspiré. -Es muy importante, hablo de parte de Jonathan.-

-¿Pasa algo?-

-Lo que voy a decirte... Yo... Sinuhé, tienes que tomar con calma lo que voy a decirte y no te precipites.-

-Habla de una vez...-

Mordí mi labio inferior y apreté el puño izquierdo, respiré unas tres veces hasta que finalmente dije algo. -Camila está viva, ella está... Está aquí.-

Un llanto profundo y frases cortadas inundaron la bocina del teléfono. Pasaron varios minutos hasta que Sinuhé dijo algo coherente. -¿Puedo hablar con ella?-

Suspiré pesado. -Ella no sabe que es Camila.-

-¿Qué has dicho?-

-Camila está demasiado cambiada, ella no sabe nada de su vida real, vive en una ilusión y rodeada de mentiras de sus padres adoptivos.-

-¿Padres adoptivos?-

-Una familia en México la adoptó después del accidente, supongo...-

-¿En dónde estás?-

-Phoenix...-

-Mañana nos vemos Jauregui.- Dijo y colgó ¿Cometí un error al decirles que Camila vivía? Pero no podía mantener esto más, no puedo. Hoy por la mañana debo hablar con Diana ¿O Camila? ¿Cómo debería llamarla ahora? A veces me jode lo que pasa en mi vida, jamás puedo salir de algo para ya estar metida en otra cosa. Decido irme a casa, son las cinco de la mañana, llegaré alrededor de las seis, así que es mejor regresar.




*~



Llegué a casa poco antes de las seis de la mañana, fui directo a la habitación de Camila, si, decidí llamarla Camila. Entré y me acosté a su lado procurando no despertarla, besé su frente y tal vez... Solo tal vez, sea la última vez que lo haga, en cuanto Jonathan llegue todo va a cambiar, así que tengo que hablar con Camz un poco antes de que Jonny llegue aquí.  En algún momento la bruma del sueño me vence.




*~



Para mi fortuna este sábado no tuve clases, desperté a la una de la tarde, me levanté pues Camila no estaba conmigo, corrí hacia la sala pero ésta estaba vacía, me dirigí a la cocina y ahí estaba, shorts de mezclilla y una playera blanca, nada de maquillaje y cabello amarrado en una coleta.

-Hey.- Dije sonriendo.

Camila se dió la vuelta. -Hola cariño.- Dijo y se acercó besándome la mejilla.

-¿Qué haces?-

-No sé, tengo un pensamiento estúpido, soñé con eso.-

-Cuentame de eso.-

Camila sonrió ligeramente. -Soñé que yo era otra persona, tenía una familia y una vida hecha. Tu estabas ahí como mi novia...-

Tragué difícilmente. -Y... ¿Te gustaría que eso pasara?-

-No lo sé, solo quiero saber quien soy en realidad.-

La abracé y besé su mejilla. -Por lo pronto, tu eres a quien más quiero.- No podía decirle te amo, porque simplemente se vería estúpido, tomando en cuenta que ella "no me conoce".

-Te quiero tanto.-

Sonreí. -¿Y si vamos a...- Mi teléfono sonó en mi bolsillo. -Perdona, ahora vuelvo.- Dije sonriendo, salí de la cocina y contesté sin ver quien era.

-Hola...-

-Amor, hola ¿Tienes tiempo hoy?- Dijo Alexa del otro lado.

Apreté los labios. -Alex lo siento, tengo que ver a Jonathan hoy, llega por la noche, las cosas no van bien.-

-De acuerdo. Suerte.- Dijo con un tono de molestia y colgó la llamada.

Suspiré negando con la cabeza, Alexa no podía entender nada ¿Qué podría saber ella? Las cosas iban a cambiar otra vez hoy y esta vez lo que fuera a pasar muy probablemente sea definitivo. Es una mierda saber que la persona que amo pronto se irá de mi lado de nuevo y posiblemente para siempre. Entré a la cocina de nuevo, Camila estaba recargada en la barra del lavaplatos, cabizbaja y pensativa.

-¿Qué pasa?-

-¿Quién es Jonathan?-

"Mierda..." -Es un amigo mío, el que vive en Miami ¿Recuerdas?-

-Oh... ¿Es cierto que vendrá?-

-¿Escuchaste la conversación?-

-Solo sé que no quieres ver a Alexa por mi.-

Negué con la cabeza. -No es por ti.-

-Lo es.- Dijo. -Pero no importa, robame el corazón de una buena vez y si lo lastimas no pasará nada porque por ti correré el riesgo.- Dijo, me acerqué para abrazarla. "Si supieras que ésta misma noche lo voy a hacer..."

AdictaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora