Querida "Hermanita"

Imbécil con cara bonita

-¡Hailee!- Escucho que alguien me grita, mientras yo sigo acostada sobre el banco perdida en mis pensamientos, no hago ningún esfuerzo por mirar quien se acerca, se de sobra a quién pertenece esa voz, si no da conmigo mucho mejor, eso creo- ¡Hailee!-

De nuevo esa voz, esa voz que hacía que todo tu cuerpo se estremeciera, esa voz que poco a poco fue dañando tu alma, con palabras bonitas, con sus dulces labios, con sus promesas incumplibles, quise volar y mis alas se hicieron añicos.

-¿Por qué no me respondes?- Lo escucho decir tras mi, su respiración está agotada como si hubiese estado corriendo una maratón-

-No te escuche- Miento sin siquiera titubear, mi mirada sigue perdida entre las hojas tiradas en el suelo-

-¿Qué haces aquí?- Preguntó en susurro-

-Observó o escapo, no lo sé-

-Necesito hablar contigo, necesito que me escuches- Suplico con su voz dulce, con esa voz capaz de enamorar al mismo cielo, me incorpore para sentarme en el banco, dejando un lugar para que el se sentara a mi lado-

-Te escucho- Dije seca, Will se sentó a mi lado, agarrando sus manos, voltee a mirarlo, su cabello se movía conforme al viento, sus largas pestañas en una danza constante, zas, zas-

-Perdóname- Susurró, lo miré confusa-

-¿Que debo perdonarte?- Pregunte dudosa-

-Esto Hai, todo esto- Sus ojos se encontraron con los míos, el brillo que iluminaba mi noche-

-No tengo nada que perdonarte Will- Respondí-

-Si tienes, yo no sabía nada, no sabía lo que sentías, me acostumbre a verte como a una niña Hai, me acostumbre a tenerte como mi niña- Sabía que estaba siendo sincero-

- ¿Me veías como tu hermanita no?- Pregunte sonriendo sin ganas-

-Eso pensé- Respondió, respiro profundo, tomo mis manos, sin mirarme- Pero ahora mismo lo estoy dudando-

-¿Por qué lo dudas?- Este me miro y sonrió-

-No fue a una niña a la que bese de eso estoy seguro- Sentí mis cachetes arder de la vergüenza que sentí, baje la cara- Hey no, no te avergüences Hailee- Dijo mientras con su mano tomaba mi mejilla-Es cierto que has cambiado mucho, es cierto que ya no eres mi Hailee- Dijo sonriendo con tristeza-

-¿Tanto cambie?- Pregunté con tristeza-

-Muchísimo, no puedo decirte que adoro a la nueva tú, porque es bastante odiosa- Ambos sonreímos- Pero estoy seguro que esa niña de mirada soñadora sigue allí, sólo está escondida porque un idiota la daño- Sus ojos no se apartaban de los míos-

-¿Te llamas idiota a ti mismo?- Ni siquiera tenía palabras para responderle con algo coherente-

-Si lo soy, por no darme cuenta de todo lo que a ti te sucedió, lo soy por no querer ver lo que era más que obvio, lo soy por dañarte, por todo lo que has sufrido, soy un idiota, soy un estúpido, soy un imbécil, soy todo lo que puedas imaginar y más- Se detuvo a sí mismo- Pero hay algo que también soy-

-¿Qué?- Pregunte en un susurro-

-Ahora mismo soy el hombre más afortunado del mundo, porque la mejor de todas las niñas está enamorada de mi- Dijo sonriendo, yo por el contrario quería que ahora mismo la tierra me tragara-

-Perdón Will- Susurre- Perdóname por tratarte mal, últimamente no me he sentido bien, ni siquiera creo estarlo- Dije sincera, sin mirarlo a los ojos-