Noruega se congeló al momento de escuchar aquel nombre. No sabía cómo reaccionar, no podía ser cierto. Durante años había tenido que aprender a vivir sin las torpezas y sonrisas del danés, a aceptar el hecho de una represión en esas tierras, a recordar que la lengua danesa murió lentamente, a no maldecir de las peores formas al responsable de su disolución a pesar de conocerlo bien; no era posible que de un momento a otro apareciera un chiquillo impertinente afirmando ser el país de Dinamarca, tenía que ser una broma demasiado cruel como para atreverse a jugar con sus sentimientos.—¿Y tú cómo te llamas?— preguntó el niño de aparentes raíces danesas con el mismo tono despreocupado de antes.
—Yo...
—¡Anda! ¿o se te ha olvidado?
—Noruega— dijo en un murmullo inaudible para cualquiera.
—¡¿Cómo?! ¡hablas muy bajo! dilo de nuevo.
—Noruega— esta vez no pudo evitar que la voz le temblara.
—¿Pasa algo malo?— el supuesto Dinamarca agrandó los ojos y observó fijamente al noruego, hasta posar la mirada en la mano enrojecida que momentos antes había sido quemada por la llave del grifo— Oh, ya veo.
Dinamarca bajó de la silla en la que estaba sentado y caminó los pocos metros que los separaban. Sostuvo la mano derecha del noruego y le dio un pequeño beso, mientras recitaba una palabras.
—Smerten er væk,
smerten er ovre,
smerten kommer ikke tilbage,
vær glad og smil igjen!Acto seguido, regresó a su asiento y volvió a mirar al noruego, como esperando algo de él.
Noruega se sintió aún más confundido con aquello que hizo el danés; él había escuchado esa frase y el único que la conocía tan bien además de él era Dinamarca, era lo que solía decirse a sí mismo para restarle importancia a las heridas de la guerra.
No era posible que la conociera, a menos que... En verdad fuera Dinamarca.—¿Mejor?— preguntó inocente el menor.
—...S-sí. ¿Dónde aprendiste eso?
—No lo sé, simplemente ya estaba en mi mente.
—...
—¿Aún estás triste?
—...No. ¿Por qué crees que lo estoy?
—Se nota en tus ojos. Si es por lo del baño, en verdad lo siento, no quería hacerlo, ¡fue el cinturón que se atoró con la llave! ¡yo no quería que--
Las palabras del danés se vieron interrumpidas por un sorpresivo e inesperado abrazo de parte del noruego. Lo apretaba tanto a su pecho que podía escuchar sus latidos, rápidos y encendidos. En verdad ese niño era idéntico a Dinamarca en todo sentido, tenía que ser él. Noruega sintió un calor reconfortante y una paz que hacía mucho tiempo lo había abandonado. Quizá, después de todo, la vida se había apiadado de él y le había concedido una segunda oportunidad.
Dinamarca comenzó a remoliniarse entre los brazos del noruego, tratando de sacar el rostro de aquel apretón—N-No-Noruega... Agh~, no puedo respirar...
—Lo siento— dijo mientras soltaba al pequeño, sin dejar de mirarlo.
Dinamarca miró a Noruega a los ojos.—Tienes... Un poco de agua en los ojos.
—Oh, ¿en verdad?— se talló el rostro con la manga de su playera secando las lágrimas de felicidad que aun no salían del todo— debe... Debió ser una basura o algo.
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Farver i himlen
FanfictionHacía frío, estaba nevando; fue en ese momento a plena noche cuando Dinamarca se apareció en casa de Noruega. Él no esperaba esa visita, y tampoco se esperaba lo que vendría después. ¿Y si Dinamarca desapareciera? [Los personajes no son de mi auto...