Un amor inadecuado.
Un amor intrépido.
Un amor encantado.
Un amor trágico.
Un amor mágico.
Un amor épico.
Si la vida te parece difícil, espera a conocer un maldito amor.
Qué es el amor, sino la incondicional pasión de dos seres, la inmortalidad de d...
Por el año 1100 d. de C. un joven guerrero que comandaba los ejércitos del rey de Granada, cortó con su espada, la cabeza de uno de los reyes moros que intentaba tomar los reinos de Granada y Castilla, esa misma espada que había sido bendecida por el abad del Sacromonte años atrás. Como premio, le fue otorgada la corona de su rival. En el centro la corona tenía un diamante amarillo del tamaño del puño de un guerrero. Sin saberlo, llevo consigo la maldición más grande de todas.
Su nuevo dueño se suicidó años después, preso de la desesperación por las desgracias que habían caído sobre su casa. El diamante fue el causante de muchas desgracias a lo largo de los siglos, todo lugar al que llegaba, irremediablemente terminaba lleno de sangre. Pero eso no le quitaba su belleza sin igual.
La leyenda decía que ese diamante era el ojo que Ra había perdido en penitencia por haber enviado a Sekhmet a los mortales, por eso solo le había quedado solo un ojo. Ra había maldecido su ojo y había declarado maldito a todo aquel que osara poseer lo que por derecho era suyo.
Ojo del Sol le llamaban al diamante maldito.
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