capitulo 5

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Oh, pero claro que lo quería. ¿Qué clase de pregunta era esa? Pero, tal vez, se refería a querer... No. Bueno, tal vez se refería a 'desear'. Como quiera, también lo deseaba. Pero, ¿cuales podrían ser las consecuencias? Eso no me pasará a mí.

- Liam, claro que sí. Pero... no lo sé. No estoy preparada. - Aún no estaba segura de lo que había dicho. Quizás le molestaría.

- Está bien, es que...- Suspiro - eres tan hermosa.

Hizo que recargara mi cabeza en su abdomen, él estaba sentado en el sofá. Lo abrasé y mi cabeza quedó a un lado de su pecho. Me quería, aún sin estar lista para lo demás.

<<<NARRA LIAM>>>

Ella descansaba en mi pecho. Realmente no me importaba si no estaba lista, yo la amaba igual. Creo que me pasé un poco de tono. Se veía tan bonita descansado sobre mí, sentía que era mía. Su respiración era tranquila, pero al mismo tiempo los latidos de su corazón se agitaban como las alas de un colibrí.

Nunca me aburría con ella, en ratos comparaba su respiración con la mía. Cuando bajé la mirada para verla a los ojos, estaba dormida. Se había quedado dormida en mí. La cargué y apague la televisión. Sonreí cuando vi el tazón de palomitas de maíz en el suelo.

Caminé hacia mi habitación con ___tn en mis brazos. Abrí la puerta y la recosté sobre mi cama. Me dirigí hacia la ventana y cerré las cortinas. Fui por más cobijas, por si las necesitaba. Regresé y la cubrí con ellas. Su cabello estaba detrás de su cabeza, ondulado y perfecto. Sus ojos cerrados la hacían ver muy tierna. Caminé hacia la puerta

- Liam... - La escuche susurrar. Regresé y me incliné hacia ella. - Quédate conmigo, por favor.

- Todo el tiempo que quieras. - Sonreí.

Jalé las mantas y me cubrí con ellas, a un lado de ___tn. Su cuerpo se apego más al mío, se acurrucó junto a mí. Me quedé dormido.

Comenzaba a abrir los ojos. Quité las mantas que estaban sobre mí, me estorbaban. Me sorprendí al abrir mis ojos y no ver mi habitación. Bajé mi mano tocando mi abdomen para saber si mi vendaje seguía ahí, y sí, aun estaba, bien puesto.

Miré hacia mi izquierda para ver si Liam seguía ahí. Recordaba haberle dicho que se quedara conmigo. Él no estaba. Me levanté despacio y caminé hacia la sala. Ahí estaba, limpiando el suelo, por las palomitas que tiramos el día anterior. Aún no tenía su camiseta puesta, podía ver la parte superior de su cuerpo, se veía fresco, se acababa de bañar. Giro para verme y caminó hacia mí. Me abrazó.

- Hola. - Me saludo, con una hermosa y gigantesca sonrisa en los labios. - Te haré el desayuno.

- Yo te ayudo.

- No, yo lo haré. Cocino bien. - Guiño un ojo.

- Bien. ¿Me prestas una toalla?, quiero darme un baño. - Le dije a Liam.

- Aguarda. - Salió de la cocina y regresó con la toalla que le pedí, y algo de ropa.

- Gracias. - Tomé las cosas y camine hacia él baño. Miré hacia las raspaduras que tenía en mis brazos - Creo, creo que me va a doler.

- ¿Necesitas que te ayude? - Me di la vuelta, esperaba ver una mirada pervertida, pero él en verdad se veía preocupado.

- Creo que puedo hacerlo sola. - Sonreí.

- Está bien. Pero, también creo que te va a doler un poco.

- Lo sé. - Esperaba que Liam siguiera insistiendo con lo de 'ayudarme' pero no lo hizo, eso me dio más confianza.

Enamorada de un CriminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora