<<<NARRA ___TN>>>
No iba a ir a practicar hoy, caminaba hacia mi casa después de la escuela, sentía el peso de mi pistola de electrochoque golpeando mi espalda mientras mi mochila se movía al yo caminar, la llevaba conmigo desde que mis padres se enteraron de una 'supuesta' pandilla rondando en las calles.
Caminé por la esquina de la escuela y de repente vi el nuevo y brillante Dodge negro de Niall estacionado en la entrada para estudiantes. Su nuevo auto, era un regalo de sus padres.
- Se siente mejor de lo que parece. - Escuché de repente, vi a Niall tomando sus llaves.
- ¿En serio? - Pregunté.
- Sip. - Me contestó sonriendo. Abrió la puerta del copiloto esperando a que yo entrara, negué con mi cabeza.
- Me iré caminando Niall, gracias. - Él cerró la puerta y caminó a un lado mío.
- Caminaré contigo entonces. - Me dijo de nuevo con una gran sonrisa. Hice una pequeña mueca de desagrado.
- ¡___tn! - Alargo. Suspiré y caminé con él.
Niall me acompañó hasta mi casa, no sentía la necesidad de que me 'escoltara' pero fue algo dulce, lo admito. Pero, si lo hubiera hecho... borré aquel pensamiento y continué caminando.
- Gracias Niall, pero de verdad también pude haber llegado a salvo estando sola. - Le dije. Él se encogió de hombros, oh... ya entiendo, quería estar más cerca de mí.
- Qué bueno... - Fue una respuesta a medias. No supe que decir, entonces se me vino la idea de hacer algo, pero no estaba segura. Oh bueno, lo haría de todas formas.
- ¿Quieres entrar... por una botana o algo así? - Le propuse, él sonrió enseguida.
- Claro.
Saqué mis llaves de mi mochila, abrí la puerta y entramos. Dejé mi mochila en el sofá y fui hacia la cocina.
- Oh valla, tienes un gran surtido de chatarra. - Me dijo mientras yo abría el gabinete de la cocina, me reí.
- ¿Se te apetece algo? - Pregunté
- Uhm... - se rascó la barbilla - Doritos estaría bien. - Le di la bolsa, tomé un plato y él me pasó los doritos, saqué el queso del refrigerador.
- Uy, qué bonito collar ___tn. - Traté de no estremecerme al recordarlo... ¿Porqué aún traigo puesto esto? Él no me quiere, me dejó.... de nuevo.
- Está lindo ¿no? - Niall asintió con la cabeza y hundió un dorito en el queso derretido. Traté de que las lágrimas no llegaran a mis ojos, me senté a su lado y le di una soda.
- ¿Y... cómo está tu hermano? - oh... mi hermano.
- Estará fuera en un mes... o eso creo. - Niall asintió de nuevo y sacó su celular, comí un dorito.
- ¿Estás bien? - Me preguntó, se porque lo decía... cambiaba mi expresión al recordar a Liam, en ese momento, lo hacía. Yo solo asentí y no lo miré, sentí de repente su mano sobre la mía, levanté mi mirada. - Yo sé que su muerte te afecta mucho ___tn, pero no estás sola, no tienes que hundirte en el dolor. - me dijo Niall con suaves palabras, traté de sonreír.
- No te preocupes. - quité lentamente mi mano que estaba debajo de la suya. Niall suspiró y me soltó, sabía que no quería hablar de eso. Comimos en silencio y luego se levantó.
- Mejor me voy, gracias por los doritos ___tn, tengo que recoger mi auto.
- Cuando quieras Niall, adiós. Te veo mañana.
- Claro, adiós.
Escuché sonar la puerta cerrarse cuando se fue, subí las escaleras y tiré mi mochila sobre mi cama. Me miré en el espejo, veía cómo el diamante en el collar brillaba con intensidad bajo el sol. Mis cortinas estaban recorridas hacia un lado para que la luz del sol entrara. Caminé hacia la ventana y miré hacia afuera, luego me acerqué hacia mi joyero, mis manos temblaban mientras me quitaba el collar, no dejé de agarrarlo, lo veía con nostalgia. Liam me lo había dado, me quedé ahí peleando con migo misma, si tenerlo aún o no. ¿Liam aún me amaba? Entonces conseguí la respuesta, sí, me amaba.
Pero, ¿por qué cambió de idea justo cuando regresé a mi habitación anoche? Esa pregunta desató muchas otras que no podía responder yo misma. Suspiré y me puse de nuevo el collar. Tenía que encontrar a Liam y conseguir las respuestas cueste lo que cueste
<<<NARRA LIAM>>>
Sentía como si me hubiera estado muriendo por una semana. Mi mente seguía regresando a ___tn, recordando su rostro. Había hecho lo que mi hermano me había dicho, me tomó una semana planear un bombardeo cerca de la estación de policías en Los Angeles.
No podía evitar temblar mientras tomaba unas pequeñas pinzas tratando de poner un delicado chip dentro de la caja, puse el chip a un lado y respiré, esto se ponía cada vez más difícil.
- ¿Qué diablos esperas? - Me gritaba Alex para que me diera prisa, yo lo ignoré y me levanté.
- Falta el cloro, iré por él.
Salí, él no dijo nada, lo que significaba que tal vez me seguiría, no me dio importancia. Me subí a la camioneta, la encendí y me dirigí hacia el súper mercado que había cerca. El kilometraje de la camioneta era una basura, comparado con el del auto de ___tn. Me di un golpe en la mejilla.
Aparque la camioneta en el estacionamiento y salí, me puse mi gorra negra, para evitar ser reconocido, entonces entré. Camine hacia la sección de limpieza y tomé 2 galones de cloro y algo de ...
- ¿Liam Payne?- escuché detrás de mí.
Me quedé frío por un momento, luego me di la vuelta rápidamente.
Oh Dios mío, esto no puede ser posible.
Una de las personas que más odiaba estaba de pie muy cerca de mí, con un limpiador de ventanas en las manos y una bolsa de jabón. Era... El profesor Adams. Mi antiguo maestro de Literatura quien había hecho de mi vida en la escuela una mierda. Cuando me di la vuelta vi su cara completamente congelada y sus ojos abiertos con asombro, por supuesto, se suponía que yo estaba muerto, y ahora me estaba viendo. Rápidamente me di la vuelta de nuevo y comencé a caminar rápido.
- ¡Espera! - Gritó.
Yo continué caminando y puse a un lado las cosas que se suponía que iba a comprar, no tenía la menor idea de lo que me estaba diciendo, de repente lo escuché caminar detrás de mí. Perfecto. Salí de la tienda y me subí a mi camioneta, la encendí y me fui. Como lo suponía, el Prof. Adams fue detrás de mí en su suburban blanca.
Conduje hacia una calle solitaria, donde algunas casas habían sido evacuadas para crear un centro comercial, lo que significaba que no había nadie ahí, lo vi por el espejo retrovisor, estaba sacando su teléfono celular. Mierda. Conduje más rápido y entonces lo vi colgar la llamada. Fue detrás de mí mientras me bajaba del coche, me escondí en un pasillo vacío cerca de un callejón, saqué mi pistola y la cargué. Lo siento mucho profesor pero, me tenía que vengar tarde o temprano.
Observe a Adams bajar del auto, comenzaba a buscarme.
- ¡Payne sal de ahí! - Grito.
Dio la vuelta, al parecer no vio nada, siguió buscando alrededor. Lo vi caminar en dirección al callejón donde estaba mi auto, comencé a acercarme.
- Hey profe, creo que es hora de la venganza. - Dije, me pareció divertido.
Antes de que pudiese decir algo, cayó al suelo, le dispare en la espalda. Me quede de pie apuntando hacia el.
- Creo que fue mala idea tratar de llamar a la policía, Adams. - Le dije en tono desafiante.
- No... no lo hice. ¡Lo juro! Le estaba llamando a mi esposa.
¡BAM, BAM, BAM! Adios Adams