este capítulo está dedicado a una lectora que siempre me escribe diciendo que ama la novela, que muere y me hace saber que no subo novelas para lectoras fantasmas, sé que hay más niñas que votan y mueren de desesperación con la nove, y disfruto escribiendo y saber que estan muriendo con los cap es reconfortante(: ...
<<<NARRA LIAM>>>
Caminé alrededor de mi habitación, mantenía la vista fija en la ventana, hacia una bonita mañana. Necesitaba ver a ___tn. Tenía que verla.
Tomé el mando a distancia del televisor y lo tiré, no se me antojaba encenderlo. Me dirigí al baño y me miré en el espejo. Ya eran bastante visibles los círculos oscuros alrededor de mis ojos, no había dormido nada ahora que sabía que no podía cerrar los ojos siquiera un segundo, ya no era seguro.
Mi cabello estaba bastante despeinado y mi rostro se veía muy pálido. Sacudí mi cabello, ya podían distinguirse algunas raíces color marrón que comenzaban a aparecer. Tenía que teñirme otra vez. Caminé hacia la cama, saqué la mochila de debajo de esta y la abrí, había escondido algunas pistolas ahí y el resto estaban en algún lugar lejos de mí, donde había escondido cosas toda mi vida. Cargué una pistola sabiendo que no podía tener más oportunidades de no ser visto de nuevo, me detuve y recordé al sujeto del F.B.I. ¿Me habrán delatado? Entonces mi memoria retrocedió hacia mi tío... ¿Pudo él haber hecho eso? De nuevo, no podía confiar ni creerle a nadie, nunca más. Caminaba hacia el baño de nuevo cuando se escuchó sonar el teléfono. Regresé y lo tomé, tratando de disfrazar mi voz.
— ¿Hola? — Contesté, haciendo un estúp¡do intento de hablar con acento español.
— Payne, me temo que ya no podrás seguir viviendo... tu noviecita llegará a su fin también.. — Dijo un sujeto. Me tensé, sintiendo mí sangre hervir, literalmente.
— ¿Ah sí? No creo que te moleste si me aparezco dónde estás, tal vez podríamos arreglar esto.
— No sabes con quien estás tratando.
— ¿Estás seguro, imbéc¡l? — El hombre rio.
— Se acabo el tiempo, Liam.
Entonces, cortaron del otro lado de la línea. Me congelé en la misma posición en la que estaba, el teléfono se me resbalo de las manos y cayó en el suelo, no me tome la molestia de recogerlo. Colgué la mochila en mi hombro. Tomé las llaves de mi camioneta y corrí hacia el pasillo fuera de la habitación, hacia las escaleras
Salí del edificio conduciendo mi camioneta a máxima velocidad. Ésa voz se me hacía tan familiar, le daba vueltas a mi cabeza tratando de recordar su identidad. Conduje por Los Angeles y finalmente salí de la ciudad. Me estacioné y salí de la camioneta, rápidamente abrí la puerta trasera y bajé algunas de mis armas. Las cargué y las escondí en mi mochila. Necesitaba un nuevo auto, pero más que nada, necesitaba llegar con ___tn.
<<<NARRA ____TN>>>
Estaba profundamente dormida, abrí mis ojos, imagine que ya seria medio día. Pensé en Liam y en qué estaría haciendo, traté de mover mi cuerpo y finalmente lo pude hacer. Mi hombro ya no dolía tanto como el día anterior, eso me sorprendió, luego, mi sonrisa desapareció cuando recordé todas ésas jeringas en mi brazo. Miré alrededor y escuché la puerta abrirse, giré rápido mi cabeza y vi al doctor entrar.
— Que agradable es verla despierta, Señorita Payne.
Lo miré con curiosidad. ¿Qué había dicho? Entonces recordé que el tío de Liam había dicho que yo era su hija para no levantar sospechas.
— Tus radiografías me indican que te recuperarás más rápido de lo esperado ahora que lo más grave ya pasó. — Continuó diciendo. Asentí con la cabeza, el doctor miró hacia su tabla e hizo algunas notas. — ¿Cómo te sientes? — Preguntó.
— No lo sé, — Titubeé. — la intravenosa no me deja sentir nada.
— Bien, eso no es tan malo. Vendré a revisarte luego, hablaré con tu padre. — Y dicho eso salió por la puerta.
Me sentía tan incómoda con toda ésta mentira, miré alrededor y vi un libro sobre una pequeña mesa a un lado de mi cama. Extendí mi brazo sano para alcanzarlo y lo tomé, leí el título y luego lo comencé a hojear las paginas siguientes.Escuché de nuevo la puerta abrirse, bajé el libro y una enfermera entró con comida.
— Gracias. — Le dije
Ella asintió sonriente mientras cerraba la puerta detrás de sí. Comencé a comer, el pan y la sopa bajaban por mi garganta que, hasta ése momento, estaba bastante seca. Comí hasta que acabé con todo, volví a tomar el libro y vi una nota dentro de él. Había una razón por la que no había visto ése libro antes, hice un lado la bandeja de mi comida y abrí la nota; estaba escrita a mano y con tinta negra. La leí.
"Lo siento mucho, tendrás que morir en éste lugar. Liam no podrá salvarte ahora ni nunca."
Mi mano comenzó a temblar, pronto perdí el control de la nota entre mis dedos, esta cayó sobre las sabanas de mi cama. De nuevo sentí que quizás moriría más rápido de lo planeado. ¿Qué estaba pasando? ¿Ahora sí iba a morir? Presioné el botón que estaba a un lado para que una enfermera viniera a verme.
<<<NARRA LIAM>>>
Pisé el acelerador, apresurándome cada vez más para llegar al hospital. Casi un segundo después, escuché una fuerte explosión. Me detuve, un edificio voló en mil pedazos a no mucha distancia de mí. Ahí era donde había estado hace algunos minutos, el hotel en el que mi tío hizo hospedarme.
Todo fue igual que en cámara lenta mientras empujaba las puertas fuera de mi camino, había dado apenas algunos pasos cuando de repente sentí un destello por detrás, seguí corriendo, mientras pensaba en cubrir a ___tn con mis brazos, pero ella no estaba conmigo.
Conduje lo más rápido posible, abandonaría el carro, pero tenía que deshacerme de él primero. Sentí mi corazón latir cada vez más fuerte, iba a salvar a ___tn así fuera lo último que hiciera. Sentí mi coraje hacerse más pesado. Ella había estado al borde de muerte, y todo porque yo decidí no haber estado ahí.
Quisiera o no, su vida estaría en constante peligro, la había contaminado con mi presencia. Pisé el acelerador más fuerte, escuchando al motor ronronear fuertemente.
Giré en una esquina y conduje hacia el estacionamiento del hospital, apagué el motor y de inmediato empezaba la carrera contra el reloj hacia las puertas de la habitación de ___tn. Pronto llegué a las escaleras, corrí tan rápido como pude hasta arriba. Mucha gente se quedaba viéndome, pero para cuando se dieron cuenta yo ya me había ido del lugar. Llegué al piso donde estaba ___tn y corrí hacia su habitación, llegué haca su puerta y la abrí.
___tn presionaba un botón, cerré la puerta detrás de mí e inmediatamente la ayudé a levantarse.
— Rápido, salgamos de aquí. — Le dije.
Poco a poco le desconecté las jeringas y mangueras que estaban en su intravenosa y se las quité, ___tn estaba inmóvil en la cama. La abrasé. Ella sabía, y estaba asustada.
— Tengo miedo. — Logro pronunciar, con algunas dificultades.
Besé su cabello, olí su suave esencia y suspiré, ella absorbía todas mis fuerzas, poco a poco la solté.
— Lo lograremos, te lo prometo.
Su mirada preocupada cambió de repente a una mirada con más segura. Se levantó de la cama, la ayudé a llegar a la silla donde estaba su ropa, comenzó a quitarse el camisón blanco que le habían dado.
Oh, Dios. Si no estuviéramos tan cortos de tiempo... Dios bendito, que cuerpo que tenía. No podía dejar de mirarla, traía puesto un brasier negro, la ayudé a ponerse una camiseta. Hizo un gesto, le dolía, seguí ayudándola a vestirse. Sentía mis manos quemarse cada vez que tocaba su piel. Quería besarla y hacerle saber todo lo que siento por ella... pero no era el momento.
La ayudé a atarse sus zapatos y en un instante arranqué la bolsa de suero y la aguja para guardarlas en mi mochila, las necesitaría luego. Rápidamente salimos hacia el pasillo del hospital, comenzamos a darnos prisa, íbamos de la mano. Me detuve en las escaleras ya que sabía que ___tn aún estaba débil. Me colgué la mochila en el hombro y cargué a ___tn en mis brazos. Bajé todos los escalones rápidamente como si no trajera nada, golpeé la puerta y corrí con ___tn en mis brazos a través de las puertas del hospital...
