Saqué mi navaja y salí de los arbustos, cubrí su boca y clavé la navaja en su cuello. Instantáneamente dejó de moverse. Abrí una puerta, estaba oscuro adentro y al parecer guardaba las cosas del conserje. Arrastre el cuerpo y lo tiré dentro. Rápidamente corrí por los edificios y fui detrás del coche, que estaba aproximadamente a unos 50 metros de la gasolinera, y de ___tn, que seguía en el baño. Podía ver algunas sombras de personas dentro del carro. Me arrastré más cerca y clavé la navaja en los neumáticos traseros, me moví y le quité las placas sabiendo que no se darían cuenta... Nadie iba a salir vivo de esto.
Rápidamente caí al piso cuando escuché la puerta trasera abrirse, dos hombres aparecieron en la escena donde habían visto por última vez a su acompañante, tenía solo unos minutos. Esperé a que se alejaran un poco. Saqué mi encendedor y abrí el tanque de gas, me quité la camiseta quedándome solo con la que traía por debajo. Encendí mi camiseta y esperé a que el fuego se esparciera y cuando por fin se hacía más grande, corrí a toda velocidad lejos del coche.
Los hombres dentro del auto apenas y se dieron cuenta de que su víctima... se estaba alejando rápidamente de ellos. Salieron del auto y en ese momento explotó, me cubrí y rápidamente miré hacia atrás, lo que quedaba de ellos eran solo cenizas.
Los otros dos hombres ahora estaban corriendo hacia donde estaba su auto destrozado. Uno de ellos sacó un teléfono y en ese momento yo saqué mi pistola y le apunté a su rostro, le disparé en la nariz. Cayó al suelo disparando sangre de su rostro. El otro hombre sacó su pistola mientras el primero caía al suelo, le disparé directo al corazón mientras él disparaba hacia el cielo, cayó al suelo sujetándose el pecho. El gerente de la gasolinera que estaba cerca y sus trabajadores se veían asustados. No había dejado que me vieran, así que todo iba bien.
Disparé al aire tres veces, me di la vuelta y corrí hacia donde estaba ___tn. Corrí hacia el baño, llegué y la vi de pié a punto de salir, en cuanto entré se dejó caer sobre mí, me tambaleé un poco sorprendido ya que me abrazaba con mucha fuerza. Sentí el calor de su cuerpo llegar a mi alma.
— Te amo.-susurró ella.
— También te amo. — Mire sus ojos tratando de encontrar algo de esperanza en los míos. — Tenemos que irnos de aquí antes de que la policía llegue.
Tomé mi mochila del suelo, ___tn había metido en ella su bolsa de anestesia que ya tenía menos de la mitad.
— Y tenemos que conseguir más de esto. — Le dije mientras señalaba la bolsa.
Sus mejillas ya no se veían tan pálidas, la tomé de la mano y salimos del baño. Llegamos a la puerta y rápidamente nos mezclamos con la multitud de gente que había afuera. Mucha gente estaba corriendo a ver la escena pero la policía los detuvo. Me las arreglé para permanecer lejos de los policías mientras llegábamos a un auto estacionado lejos de todas aquellas personas. Saqué mi navaja y la introduje en el pestillo de la puerta del auto. Me tomó dos minutos, pero finalmente la puerta cedió. Entre, y le quité el seguro a la puerta del pasajero para que ___tn entrara. Ella entro mientras yo inspeccionaba con cuidado el auto, lo encendí y comencé a alejarme de aquella escena, después volteé a ver y recordé algo... había olvidado deshacerme de las videocámaras de seguridad.
<<<NARRA ___TN>>>
Liam comenzó a decir y gritar malas palabras, pasó su mano por su cabeza, jalándose el cabello desesperadamente.
– Mierda... ¡Mierda! – Lo miré con curiosidad. – Olvidé las cámaras.
Me recargué contra el asiento e hice mi cabeza hacia atrás, eso no era nada bueno. Liam permaneció en silencio y condujo.
– Bueno, voy a encontrar al maniaco que está detrás de todo esto antes de que la policía encuentre algo en contra mía. – Dijo un poco más tranquilo. Me sonrió y volvió a enfocarse en la carretera.
– Liam ... ¿Es tu tío? – Asintió… grandioso.
– Es él. Me siento tan estúpido por no haberme dado cuenta antes, él estaba detrás de Alex y de todo lo que él hizo. Alex te quería matar bajo las órdenes de mi tío. – Hizo una pausa y tomó aire. – Ben, él me quería para empezar negocios con ellos, él sabía sobre ti.
– Lo siento...
– Por favor ___tn. Nunca digas eso otra vez. Esto es solo mi culpa.
Estiro su mano para tomar la mía. Siguió conduciendo aproximadamente unos 35 minutos, luego llegamos a un pueblo a escasos minutos de mi casa.
– Tengo una base aquí – Sonrió –, luego... – Algo lo interrumpió.
Miró a lo lejos. Solo había silencio. ¿Qué tenía en mente? Me sentía a salvo donde quiera que fuéramos, sabiendo que Liam estaba a mi lado. Llegamos a una pequeña casa, salimos del auto cuando el motor se detuvo. Caminé detrás de Liam mientras él veía alrededor, entramos, Liam se detuvo en la puerta.
Miró alrededor mientras yo me quedé de pie. Abrió los armarios y algunas cajas, finalmente me tomó de la mano haciéndome pasar, y cerró la puerta. Aquella casa era una pequeña versión de un departamento, me senté en una silla contra la pared. Liam dejó caer su mochila sobre la mesa y caminó alrededor abriendo algunos armarios.
– Tengo cosas aquí. – Me dijo Liam .
Eche un vistazo, no había nada dentro de esos armarios, todo estaba vacío y cubierto de polvo. Liam me miró con curiosidad, después tomó una llave, me sonrió.
– Vamos, iremos afuera. – Me indicó.
Me levanté mientras Liam estaba en la puerta esperándome, salí y lo seguí hacia una pequeña colina, cerca de un gran árbol.
– Espero que tenga algo que pueda servirte. – Me dijo.
Tomó mi mano mientras nos dirigíamos hacia el gran árbol, detrás de él podía verse una pared. Me soltó la mano para quitar un tronco brutalmente, en la pared había una pieza de metal con una cerradura, metió la llave y la giró, la puerta se abrió. Entramos, y dentro de veía algo muy parecido a un sótano. Sacó una bolsa, y dentro de ella tenía dinero, Liam guardo cosas a su mochila mientras yo observaba el lugar.
– Sí… – Dijo Liam con una sonrisa. Volteé a verlo y él me miraba a mí, había algunas bolsas de ese líquido milagroso que tanto necesitaba ahí.
– Liam , tú piensas en todo ¿no es así? – Dije entre risas.
Liam me sonrió y siguió llenando su mochila. Finalmente cerró aquél sótano y puso de nuevo el tronco en donde estaba. Se colgó su mochila al hombro y caminamos de regreso, Liam escondió su llave y nos dirigimos hacia el auto. Entramos y él puso su mochila en el asiento trasero. Se quedó en silencio.
– Ahora, ¿qué pasa? – Le pregunté. Lo miré mientras él veía su camiseta y luego levantaba la mirada, suspiró y giró hacia mí.
– Tengo que preguntarte si... ¿Te quieres quedar conmigo? – Preguntó en voz baja, apenas auditible. Luego bajó su cabeza.