CAPÍTULO 27-La pantera negra

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¿Qué es un humano detodos modos si le quitas su capacidad para pensar, su consciencia de sí misma?Nada, un animal. 

LoG, 18   


De todos los olores y sonidos desconocidos, lo único que le parecía familiar a la pantera era esa voz irritante.

Era lo único que podía entender, sólo eso lo calmaba, y obedeció instintivamente al orador.

Desnudó sus colmillos y se alejó de su presa, de ese cuerpo destrozado que se retorcía en un intento inútil e indefenso de ponerse de pie, hasta que finalmente se asentó en el suelo. Luego empezó a caminar nerviosamente hacia delante y hacia atrás, sintiéndose atrapado. Sus ojos brillantes miraban el interior de la habitación, buscando un lugar alto para trepar.

Al final, el animal negro y esbelto vio el alféizar de ventana; Fácilmente se puso encima y saltó por la ventana al instante.

Oyó la maldición detrás y concluyó que la extraña ave voladora lo seguía; no prestó demasiada atención.

Varios humanoides con antorchas se pararon cerca de él y hablaron; cuando lo vieron, soltaron gritos penetrantes.

La pantera habría preferido alimentarse con sus deliciosos cuerpos carnosos, pero el reflejo de la llama que ardía en sus pupilas le advirtió, y se retiró furiosamente, lanzándose hacia atrás.

Más y más gente venía ahora, se reunían en el lugar de donde venía; y toda aquella gente estaba perturbada y traía ruido, luz y fuego.

Se tropezó con un callejón oscuro y se fusionó con el medio ambiente, luego sintió las garras en su espalda y soltó en un gruñido de advertencia.

-Vamos, ¿qué te pasa, idiota?, soy yo, Mina -dijo el pájaro con voz burlona-, Mina como en... Ahora, tu único medio de comunicación con el mundo exterior.

La bestia negra abrió ampliamente la mandíbula y murmuró con un bajo profundo: -Apartate de mi camino, pequeña, así que no tendré que tragarte de un mordisco.

-Oooh, mira quién es tan atrevido. No es así como vamos a jugar, Drian, te transformas una vez y ya te piensas la persona más importante de todos los tiempos-, gritó Mina, pero sin embargo se fue volando hacia una de las ventanas cercanas viendo a la pantera negra desde una distancia decente.

-¿Quién es este... Drian... de quien estás hablando?-, el gran gato sacudió la cabeza.

-"Este" Drian eres tú, cabeza hueca.

-Mira lo que estás diciendo-, la pantera saltó fácilmente al alféizar de la ventana, cubriendo la cola del pájaro con una pata y resopló. Estaba entretenido por la escena: un pájaro mina que al mismo tiempo trataba de deshacerse de la situación desagradable y salvar su cola.

-Bueno, bueno, bueno, has ganado, rebobinemos, volvamos en el tiempo... Déjame ir y te lo explicaré todo. -Mina luchó frenéticamente.

-¿Y qué tal si primero me cuentas todo, pequeña bestia emplumada?-, Una profunda risa estalló en la garganta de la pantera, -y te soltaré. Si tu explicación me agrada, dejaré que te vayas.

-Podemos hacerlo de esa manera también -respondió la bola negra con un pico naranja, sobria y silenciosa.

-Puedes empezar -se levantó la pantera y miró a Mina con interés.

El pájaro tosió, se aclaró la garganta y comenzó a recitar.

-Tu nombre es Drian, eres el hijo de Nalón, sacerdote que pertenece a los Hombres de Trapo. Estás sumamente dedicado a la Mente y a la Fuente.

La profecía del agua | ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora