La profecía del agua | ✔️

CAPÍTULO 41-Una despedida y una bienvenida

Tal vez la capacidad de engañarnos es una herramienta de supervivencia que la naturaleza nos dio. ¿De qué otra manera podríamos vivir con nosotros mismos?

LoG, 421

Mientras el aire silbaba alrededor de las orejas de Cegata, la furia se precipitó en su cabeza. Estaba siendo arrastrada lejos del conflicto contra su voluntad y lo odiaba.

Radan! ¿Cómo llegó a encontrarme? ¿Cómo puede levantarme tan fácilmente, como si fuera una pluma?Eran las preguntas que corrían por su mente. Cegata se dio cuenta de que no le importaba la respuesta.

Ella estaba aquí arriba.

Y eso no era donde ella quería estar.

Eso debía remediarse.

"¡Déjame ir! ¿Me oyes? ¡Déjame ir! ¡Quiero volver allí abajo!" Se retorcía y retorcía, atrapada en los dedos pequeños e implacables de Radan que se parecían a garras.

"Me temo que no puedo hacer eso, Cegata. Aún no eres lo suficientemente fuerte ", respondió su amable voz con moderación.

"¡Jódete viejo! ¡Qué te jodan a ti y a tus sutilezas! Oso está allí, ¿me oyes? ¡Oso está ahí! Él es todo ... ¡todo para mí!

Solo una risa divertida se escuchó desde arriba, mientras ella rugía de impotencia.

"Hubiera sido quizás mejor si hubiera logrado enseñarte la virtud de la paciencia y el respeto, Cegata" Radan parecía que se divertía con su molestia, "en lugar de mostrarte el fino arte de luchar a la espalda de un Perro de Guerra".

Ella simplemente bufó burlonamente como reacción a eso.

"No me importa lo que pienses".

"Acabo de salvar tu vida. Quizás un 'gracias' estaría en orden. A menos que, por supuesto, creas que estoy pidiendo demasiado. -Su voz sonaba más seria y concentrada ahora.

Cegata observó la escaramuza abajo, maldiciéndole interiormente.

Decidió guardar silencio. Después de todo, el silencio había sido su amigo viejo y confiable desde que llegó al orfanato.

Entonces Cegata colocó deliberadamente los largos mechones negros de su pelo sobre su rostro.

Al menos para ella, significaba que la conversación había terminado.

Volaron sobre el campo de batalla durante varios minutos en silencio, y luego Radan volvió a hablar.

"Ya casi estamos", dijo en un tono de voz tranquilizador.

Cegata no respondió.

Pase lo que pase después, el hombre escuálido de bellota nunca podría redimirse en sus ojos.

Me alejó de Oso y lo dejó morir solo allí.

Nunca se lo perdonaré.

Radan voló más y más hacia AbajoIzquierda, y Cegata casi podía ver el borde del magnífico río Tebesum.

Notó que el hombre bellota estaba disminuyendo la velocidad y bajando de altitud. Estaban dando vueltas alrededor de un pequeño claro y Cegata repentinamente notó un mechón de cabello rubio pálido que sobresalía del entorno frondoso de color amarillento-anaranjado.

"¿Eso es ... Orla?" Murmuró contra su voluntad, pero contenta de que estuviera viendo a su amiga ilesa e indemne.

"De hecho" podía sentir más la sonrisa de Radan que verla, debido a la alegría en su voz.