‹Amor Entre Mayores› ★OsoKara★

†Manzana prohibida†

Que tan pecadores son, los dos Irán al mismísimo ardiente infierno.

¿Qué tan pecadores son para cometer tan acto de impureza?

Arder en llamas almas impuras. Pecadores que comieron de la manzana prohibida.

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El  25 de septiembre, fuimos a pescar. No presté demasiada atención a mi caña, mis pupilas iban dirigidas a tí.

Para mí aún si llevará esas lentejas y brillos, y me hicieran daño, él brilla sin la necesidad de esas cosas dolorosas. Él es para mí, perfectamente imperfecto y perfecto.

–Brother, ¿qué ve ves tanto? ¿Acaso te diste cuenta lo fabulous que soy?–

Lo decía mientras hacía una pose dolorosa. Eso hizo crujir mi costilla.

–¡Ay. ay, ay!–

Oh, me mira con preocupación, que tierno y amable de su parte.

–¿¡Q-q-qué pasa, brother!? ¿¡Estás bien!?–Se acercó a mí y poso sus manos en mi espalda y rodilla, ante la acción inconscientemente me puse nervioso y velozmente me paré de mi lugar.

–¡Owww! ¡Ya me siento mejor de la costilla! Pero...–

–¿Pero?–

–Me sentiría mejor que en vez de una mirada llena de preocupación, podrías sonreír, Karamatsu. Lo que más te hace brillar es tu sonrisa– No se porque diablos dije eso, sentí como mi cara ardía en llamas, y no solo yo, Karamatsu también estaba sonrojado. Mantuvimos la mirada unos segundos hasta que la desvié.

Sonrío.

–Eres extrañó, Osomatsu–

La sonrisa que esbozo hizo que mi corazón palpitara más de lo debido. Él es... tan imposible de escalar. Las posibilidades de que yo cause estas emociones como él lo hace a mí, es casi nula.

Bajé la mirada.

–Ya... es hora de irnos. La cena estará lista en cualquier momento– Tomé las cosas, y le escuché murmurar un «oh, yes» y me siguió desde atrás,

Caminamos en silencio, mis manos en mis bolsillos.

Él llevaba las cosas, me sentía algo mal por no ayudarlo.

–Oye Kara... Deja que lleve algo. Así es más fácil de llevar y no se te hará tan pesado–El simplemente negó mí ayuda.

-Oh... Umm. ¡No es necesario! Yo puedo solo.- Ajá, si y yo tengo dinero para jugar al Pachinko. Ignore su respuesta y simplemente tomé algunas cosas.

–Dame acá–El me miró con mala gana pero aceptó a fuerzas. –Tienes que dejar que tu hermano mayor te ayude–Pude notar que sus mejillas se tornaban de color rosa. ¿Por qué demonios se me hacía eso tan adorable? Dios, es tu hermano, Osomatsu. No pienses en cosas sucias

–Supongo que tienes razón– De repente aceleró el paso, dejando un poco atrás. –Apresurémonos o llegaremos tarde–

Se me hizo algo extraño el cambio de actitud. Cómo si estuviera un poco tristes, ¿habrá alguna razón? Quién sabe.

–¿Te sucede algo? Puedes decirme, cualquier cosa que te suceda puedes contar conmigo–Y no es por nada lo que dije casi siempre me cuenta lo que le sucede. Puedo decir con orgullo que entre los 5, soy él más confía.

Casi suelto una sonrisa por eso pero por suerte lo evité. No quería que me mirará raro.

–A decir verdad hay algo que me sucede pero... Me da un poco de vergüenza decirlo–

–Oh, vamos, sueltalo, sueltalo. Puedes confiar en mí, no se lo diré a nadie– Hice mí típica acción de poner un dedo debajo de mi nariz esbozando una gran sonrisa para que no dudará. Aun así se notaba el nerviosismo. ¿En serio qué lo tiene tan preocupado? Tan raro.

–Emm, bueno, no sé cómo te lo vayas a tomar– Respiró hondo y me miró directamente.–Pero no te burles, please– Joder, si lo dices así está para que se rompa de nuevo la costilla pero no diré eso y simplemente asentí.

–Bien, yo...–

No lo hagas tan dramático. Típico de ti.

–Yo...–

–Dilo de una buena vez– Ya me estaba poniendo impaciente​. Me soltó un simple y doloroso «Sorry».

–Yo– Respiró hondo como por cuarta vez y prosiguió. –Tengo novia–.

Qué.

Doble qué.

Sentí un pinchazo justo en mí pecho.

–¿T-Tú tienes qué?–

Todo se derrumbó dentro de mí.

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Este fic a sido ligeramente modificado para bien o para mal.