‹Amor Entre Mayores› ★OsoKara★

†Confusión†

Tragué con fuerza y me senté frente a él. Parecía avergonzado. De repente sentí que la sangre se me subía a la cabeza. Cálmate Osomatsu, es tu hermano no puedes pensar en cochinadas.

–Bueno, no diría íntimo, es más curiosidad– Dijo mientras jugaba con sus manos, se veía tan nervioso y tan lindo. Ah, quiero abrazarlo. Note que evitaba mirarme y guiaba sus ojos hacia otros lugares de la habitación.

Trate de ponerme lo más cómodo posible y romper aquella tensión tan desesperante. Tosí un poco.

–Bueno... ¿De qué querías hablarme?– Y rápidamente su vista volvió a mí por un momento hasta volver a mirar hacia bajo. Respiro hondo.

–¿Qué piensas de qué una persona amé a su propio hermano?– Quedé anonadado con su pregunta. Se me hizo... ¿Rara? Rara de que venga de él, y porqué preguntaría mi opinión, ¿será por qué soy el mayor? Problablemente.

–Se que es bastante repentino, pero me gustaría saber tu opinión– Su voz era un susurro, me pregunto que pensaría él, que yo siento algo por él. Algo más que hermanos. ¿Me odiara o hará que jamás sucedió?

Deje de divagar y pensé una respuesta a su pregunta descolocada.

–Esta bien, digo, se que son hermanos y todo. Y es raro para la sociedad, pero... Si el amor es correspondido, ¿quién podría negárselo? Aunque sigue siendo raro pero hay cosas peores, ¿no creés?– Coloqué mi brazo  en mi espalda por los nervios. Espero que sea eso lo que él le gustaría escuchar. Me miró, sentí su mirada algo extraña como si hubiera algo de esperanza. Tal vez era mi imaginación.

–Gracias, realmente quería escuchar tu opinión, Osomatsu. Iré a la cocina, ¿quieres algo?– Sonrió, yo sólo le negué y con eso salió de la habitación.

–Ahhh, porqué habrá preguntado eso– ¿Habrá sido una indirecta o simplemente curiosidad?

Estaba cansado sentía un gran estrés encima con todo esto. Así que precedi a dirigirme al sofá.
El sueño me estaba consumiendo rápidamente y en un segundo caí dormido.

★★★★★★★★★

Después de haber ido a la cocina, volví a donde estábamos pero Osomatsu no se encontraba. Por inercia fui a buscarlo.

Y no fue difícil, se encontraba en la habitación de arriba durmiendo pacíficamente en el sofá.

Me acerque lentamente hacia él y verlo dormir tan sereno, hacia mi pecho bombear como loco.
Con extrema delicadeza y sigilosamente me iba acercando a su rostro.
Y con la gran cercanía, no pude evitarlo. Lo besé. Se sentía tan cálido, tan suave.
Pero reaccioné, era mi hermano, mi hermano.
Estaba mal, no debí hacerlo. Oh, mierda, ¿porqué lo hice?. Estoy enfermó, seguro me odiara por esto.

Está mal, esta mal, está mal.

Cuando salí del trance, me largué de la habitación y me fui de casa. Tenía tantas cosas pensar. Ya llegué al punto máximo de mí narcisismo.

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Lo llevaste contigo, hiciste que pagara lo mismo.

Lo destruiste por dentro, sin que te dieras cuenta.

Hiciste que comiera de la manzana, ahora carga con tus mismas desgracias.

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¿Estoy sintiendo algo por mi hermano mayor?

No debe saber. No debe.

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(★) Punto de vista de Karamatsu.