Final

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Taemin sentía un nudo en el estómago y las manos le comenzaban a temblar un poco, había sido bastante cuidadoso en todo lo que su padre le había dicho. Ahora mismo se encontraba en la pequeña sala de su casa esperando a que el plan comenzara, los gritos eran la señal para que él actuara. Pero sabía que lo que estaba haciendo no era lo correcto.

El Payaso Tenebroso se levantó de su silla acercándose a la ventana, entonces logró ver un intenso humo que salía de una casa y luego el fuego expandirse a lo largo de otras dos, los monstruos comenzaron a salir corriendo para ayudar a controlar el incendio, esa noche le parecía sombría. "Tomaremos el control de Halloween y las demás fiestas", su padre fue muy claro cuando le contó sobre su plan.

—Acabo de crear una poción lo suficientemente potente para revivir a Bogeyman.

Esas palabras no le habían gustado para nada, pero no podía desobedecer las órdenes que le daba el Titiritero, y mientras su padre se dirigía a las Montañas del Lamento, él esperaba escondido en las Tierras Remotas para ir a San Valentín. Necesitaban una poción de un efecto similar, solo que al cabo de dos horas matara a quién lo hubiera bebido, Taemin no deseaba amenazar a Gayoung para que modificara el veneno, antes había sido grosero, pero más allá de eso no pasaba, lo que ahora haría era más despreciable.

Todo el tiempo que estuvo con la brujita la advertía con una daga en el cuello y así lo hizo hasta que lo llevó al gran espejo de Cupido. Cuando Gayoung se dio cuenta del lugar a dónde Taemin se tele-transportaría, no pudo evitar soltar una lágrima.

Ahora Taemin de odiaba a sí mismo.

El salvaje viento se impactaba contra el rostro de Minho que corría muy apresurado saltando las rocas y esquivando los árboles que le impedían el paso, cuando finalmente vio las primeras casas de la ciudad sintió un terrible mal rondando cerca, pero eso no lo logró detener y se adentró. Parecía una ciudad fantasma, no veía a nadie por ningún lugar y ningún sonido era perceptible, era cómo si todos se hubieran esfumado, invadido por la intriga corrió a su casa viendo que la puerta de ésta estaba completamente rota, en realidad toda su vivienda había sido destrozada, Minho frunció el ceño y entró examinando, absolutamente todo estaba deshecho. En el momento que estuvo a punto de darse la vuelta para salir escuchó un quejido proveniente de una esquina, la mitad de su ataúd le impedía ver bien, así que lo movió y sintió un dolor horrible en el estómago. Apenas si pudo mirar.

—Los voy a asesinar a todos... Les voy a abrir el estómago hasta la boca y les sacaré los ojos y me los comeré —Bacon estaba de rodillas junto a un pedazo de techo que se había caído, él lloraba mientras sostenía una de las patitas de la tarántula que fue aplastada cuando intentó salvar al duendecillo de que lo capturaran.

—Bacon... ¿Qué fue lo que sucedió?

—Tú preciado muñeco, eso fue lo que pasó —el duendecillo lo miró con tanto odio en los ojos que Minho retrocedió— Llegó hasta aquí y comenzó a destrozar todo, no tenía control de sí mismo, incluso sus ojos eran completamente negros.

El vampiro no podía creer lo que estaba escuchando, ¿Cómo era eso posible?

—Intenté ayudarlo pero no me escuchaba —el duendecillo se levantó y limpió sus lágrimas— Entonces todos los monstruos llegaron intentando detenerlo pero fue inútil. Key hirió al hombre lobo y por poco decapita a un zombie. Quisieron atraparme también pero ella lo impidió, luego de eso el muñeco destrozo la ventana huyendo.

—Maldición, es imposible. ¡Lo vi con mis propios ojos! ¡Él estaba muriendo! —Minho se levantó y salió corriendo en busca de Key. Todo le daba vueltas, creía que estaba caminando en círculos porque las calles parecían las mismas y no podía salir a la plaza principal.

Envenéname el Corazón - MinKeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora