SHADOWS [+18]

Capítulo 23

Ambos sentían la corriente cruzar por sus cuerpos. Ese choque que solía suceder cuando sus cuerpos se encontraban dentro del mismo radar. Sus miradas nunca dejaron los ojos del otro. ___________________ querría correr hacia él para únicamente sentirlo, pero seguía indecisa. ¿Como saber si Jimin era el mejor partido a elegir?.

—Nena. ¿A que se debió tu llamado?. —dio un paso al frente y se detuvo antes de incluso la punta de su nariz tocara el limite de la barrera que los limitaba.

—Jimin... —Sus ojos se cristalizaron recordando la realidad del fatal momento. No hallaba las palabras correctas ni el valor para decirle lo sucedido.— Jimin...

—Filan me estas inquietando, si algo te pasó házmelo saber. La ultima ves que me invocaste fue mientras eras atacada, quiero pensar que esta ves también llegue a tiempo.

—Pensé... Que eras tu. —Llevó sus manos hasta su boca y lo privó de ver sus ojos húmedos totalmente marcados con las lágrimas mas liberadoras que pudo soltar.

—¿Que era yo? ¿De que hablas? Yo no estuve por aquí. Dime.. ¿estas bien?.

__________________ abrió los ojos y lo miró.

Jimin parecía haber sido arrasado por una neblina de preocupación. Se notaba en sus labios fruncidos, en sus ojos completamente abiertos y en su pecho subiendo y bajando con adrenalina.

—Jimin...

—Por favor nena, di algo mas que mi solo nombre. Quiero saber si estas bien.

—Yo.. Me desmayé temprano. —comenzó dando la breve explicación de lo sucedido llegando hasta el ultimo detalle antes de que llegara. Para ese entonces Jimin había enrojecido. Estaba seriamente lleno de ira. Sed de venganza.

—¡VOY A QUEMAR TODA LA PUTA CIUDAD HASTA ENCONTRAR AL MALDITO IMBÉCIL! ¡VOY A ARRASAR INCLUSO HASTA EL ULTIMO ESPECTRO QUE HABITA EN ESTE PUEBLO! ¡VOY A ACABAR CON TODO!.

Jimin pronto cambió. ___________________ presenció la natural transformación de Jimin. Seguía teniendo su mismo rostro, su mismo cuerpo. Solo su entorno había cambiado. Ahora una especie de humo, o tal ves neblina, lo cubría de extremo a extremo. Rotaban en espiral alrededor de su cuerpo. Debajo de la camisa que traía puesta sobresalieron tatuajes que jamás había visto. Era distinto, aunque no tanto. Pero incluso así daba terror.

—¡Jimin...!. —gritó ___________________ desesperada. Había enloquecido.

Sus sombras se esparcieron perdiéndose entre los árboles que rodeaban la casa. Su mirada puesta fuera del alcance de ella. _________________ deseaba saber si sus ojos seguían siendo los mismos o si de igual modo se habían transformado en una verdadera bestia de la oscuridad.

—¡JIMIN!. —posó sus manos en el borde de la ventana estirándose para sacar su cabeza y Jimin por supuesto que sintió la vibración de su cuerpo a través del aire. Se giró para mirarla y se desplazó hasta estar frente a frente.

__________________ por fin pudo ver sus ojos. Eran totalmente negros, podrías perderte en ellos de tan solo mirarlos. Pero ella no tenía miedo de él. Jimin no la lastimaría. Que le llamaran masoquista si querían, pero no podía controlarse. Quería a ese hombre. Incluso con todos sus demonios incluidos.

—Jimin... Si sigues siendo tu... No hagas nada malo... Te lo pido. Por favor... —su llanto perforó los tímpanos de Jimin agrietando su pecho a cada segundo que ascendía. No pudo evitarlo. No pudo salvarla de eso. No pudo hacer nada por ella.

—Te llevaría conmigo aprovechando que te tengo tan cerca, pero ahora no puedo. En estas condiciones no debo.

—Solo debes tranquilizarte... Por favor.