Capítulo 24

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Jimin utilizó su fuerza para alzarla y acomodar cada una de sus piernas a sus costados. Sus manos se ocuparon de acariciar desde sus pantorrillas hasta la curvatura de su trasero. Ascendió jugueteando con el borde de su blusa fingiendo ser discreto al momento de filtrar sus dedos bajo la delgada tela hasta rozar el borde inferior de su sostén.

Sus dedos callosos rozaron la cima de sus pechos sumergiéndolos entre la línea que los dividía hasta hacerlos repelarse en dirección contraria atrapando cada uno de sus pezones.

—Están duros por mi... —gimió contra sus labios, su lengua humedeciendo cada ves mas sus mejillas hasta alcanzar la extremidad de su garganta.— Podría follarte aquí mismo si me lo permitieras.

Pellizco sus pezones haciéndola sobresaltarse, rozando accidentalmente su incesante erección. Jimin gruño contra su cuello. Alejando sus manos, trazando suaves caricias hasta recorrer su espalda. La conducción de calor que producía con sus manos hacia ella, aumentó la temperatura sofocándolos a ambos, incitándolos a agitarse y sumar mas excitación con cada toque.

___________________ enterró sus dedos sobre sus hombros. Su respiración chocando contra su boca. Cada gemido siendo callado con sus apasionados besos. Él no había podía imaginar cuanto ella lo deseaba. Nunca había sido una mujer ofrecida o fácil. Pero estaba en otro mundo. Literalmente, es como si hubiera aterrizado en otro lugar con reglas y costumbres inauditas. Ni la fantasía mas loca podía abarcar todo lo que pensaba cuando Jimin la tocaba, nadie mas le haría sentir esa sensación en ninguna parte del mundo.

—Jimin... Estas herido...

—Eso que importa ahora. Te quiero desnuda para mi.

Dejó caer las manos de sus hombros. Envolvió entre sus huesudos dedos su polla haciéndolo estremecerse, morir y encarnar en la lujuria.

Sentir sus frágiles dedos puestos sobre él era algo mortal. Para un hombre es tan difícil poner autocontrol cuando una mujer le da semejante ofrecimiento.

—¿Quieres mi polla, eh?. —mordisqueo su oreja y bajó sus besos por su garganta hasta atacar su boca con su lengua ansiosa de probar cada parte que pudiera cubrir de su cuerpo.— Es toda tuya, pero apresúrate que mi amigo tiene ganas de que lo atiendas.

—Ji...min —susurró tímida. Sus palabras sucias la apenaban, pero llamenla loca, pues también la hacían ponerse caliente.

—Tengo toda la noche para que juegues con él.

___________________ se puso de sentó mas cómoda en su regazo para sacar fuera sus bragas y sus jeans. Se colocó a horcajadas sobre él mientras sus dedos se encargaban de desabotonar sus pantalones.

—Ese era mi trabajo nena, pero me encanta ver tu cooperación. —relamió sus labios como un gesto erótico que la puso húmeda al momento.— ¿Que sucede Filan, te arrepentiste?. —preguntó al verla dudosa.

—Es solo que... Yo... No soy tan... Atrevida.

—¿Y que hay con eso?. —posó sus manos sobre sus muslos trazando caricias circulares sobre su piel desnuda mientras la miraba fijamente a los ojos.

—Yo he pensado que... Bueno... Tal ves estas acostumbrado a mujeres mas... Ya sabes... —resopló con los nervios y pena a flote, pero Jimin se mantuvo inexpresivo.— ... Mas experimentadas... Con mejor cuerpo y...

—Eso no me importa. —las palabras de ________________ fueron arrojadas lejos cuando la tomó por las mejillas y la besó con ternura.— Tu, aunque no lo creas, eres mi mejor experiencia. Me prendes incluso mas que una mujer cualquiera. ¿Entiendes?.

—Mas o menos. —sus ojos se desviaron a otro sitio tratando de evadir su firme mirada en ella.— Solo quería sacar a relucir esto... Me comenzaba a sentir incomoda con el tiempo... Cada ves que tu y yo... Esto...

SHADOWS [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora