Capítulo veinte.
Naomi.
13 de octubre, 2014.
Estoy enloqueciendo.
Enloqueciendo por Jeremy.
He tenido muchos detalles, simbólicos y no simbólicos, costosos y económicos. Y aun así, Jeremy no cede. Cada vez que veo los días cambiar en mi almanaque comienzo a entrar en crisis de que para el final del día él realmente quiera divorciarse.
Otra cosa que comienza a asustarme es que la vida en Londres siempre será costosa y el dinero comienza a escasear, no encuentro trabajo y estoy comenzando a enloquecer sobre ello.
Golpeo mi lápiz contra mis labios mientras Hilary parece estar pensándolo intensamente. Está reunida conmigo, mientras Jeff está con Doug en la tienda de tatuajes, para ayudarme con estrategias de conquista. No es que ella sea una experta, pero mira nada más la familia que formó.
—Puedes copiar a Grace y enviarle flores, creo que eso le funcionó muy bien con Ethan—dice.
—Las flores no estarían mal, pero parece un gasto ostentoso para algo que luego se marchitará—suspiro—. Estoy quedándome sin ideas. Le he regalado chocolates, le llevó alguna de las comidas, le envío cartas o correo deseándole buen día. Lo dibujé y pinté con acuarela ¡Estoy seca de ideas!
—Todo hubiese sido más sencillo si no lo hubieses mandado al carajo desde el principio.
—Gracias por hacer evidente lo obvio, señora obviedad.
—Bueno, solo hago un punto.
—Estaba asustada y a veces solo quieres creer que las personas no van a cansarse de esperar—susurro.
— ¿Qué tal invitarlo a una cita?
—No estaría mal...Algo sencillo y... ¡Ya sé!
— ¿Qué?
—Puedo inscribirnos en una de esas clases de yoga para parejas. A Jeremy le gustaba verme hacer yogas...
—Y puedo apostar que como buen McQueen no era por cosas inofensivas y más del tipo imaginativo sexual.
—Bueno, algo de eso dijo, pero sería un punto ¿No?
— ¿El qué?
—Esa sesión de yoga en pareja tiene mucho contacto y posiciones comprometedoras y yo estaría confiando en él. Estaríamos cerca y sería original...Creo.
—Ten en cuenta que después o durante eso podrías tener que lidiar con la presencia de una erección justificada—se sonroja.
—Tal vez quiera lidiar con ello...
Las mejillas de Hilary no dejan de sonrojarse y si yo no fuese de piel morena, estoy muy segura que yo estaría igual de sonrojada. Ambas reímos.
—Somos unas McQueen, es insólito sonrojarnos por erecciones cuando en esa familia parece no haber filtro.
—Es muy raro escuchar a alguien llamarme señora McQueen—observo el anillo en mi dedo, no se ha vuelto más ligero de llevar, pero poco a poco voy aceptándolo como un hecho—. Aún me parece irreal estar casada con Jeremy.
—Es que ustedes hicieron toda una locura ¿Eh? Y yo pensaba que el McQueen más loco y ocurrente era mi esposo.
—Dale unos tragos a Jeremy y parece que enloquece...Al igual que yo. Nunca estuve así de ebria en mi vida antes.
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Conquistando a Jeremy (BG.5 Libro #3.5)
RomanceSi hay algo que Naomi Kanet y Jeremy McQueen pueden afirmar es que a veces dejar atrás el pasado no es tan sencillo como parece, a veces, simplemente este se aferra a ti. De una manera muy dura, Naomi, aprendió que a veces los príncipes convierten e...