Capítulo veinticuatro. (Penúltimo)
Jeremy.
1 de diciembre, 2014.
Con mis dedos acaricio el cabello de Naomi mientras ella duerme una siesta en mi cama. Aunque ella no me lo dice, sé que está teniendo problemas para dormir, cuando paso la noche con ella, parece dormir bien aunque se inquieta un poco, pero cuando está sola se pone tan nerviosa que cualquier ligero movimiento logra despertarla. En consecuencia tiene ojeras y luce un tanto cansada.
No la culpo por albergar esos problemas de sueño después de lo de Ronald. Debo controlar la ola de ira que me embarga al recordar lo que esa maldita escoria le hizo y lo que pudo llegar a hacerle. Sin embargo, en última instancia sonrío porque en mi pecho no cabe el orgullo que siento por Naomi, por la manera en la que luchó con fuerzas. Mi esposa es una heroína y luchadora que enfrentó su peor miedo.
Actualmente Ronald se encuentra encarcelado, estoy movilizando todo para hacer el juicio lo más pronto posible y de esa manera dejarlo atrás. A Ronald le espera mucho tiempo en la cárcel debido a los cargos a los que se está enfrentando: invasión a propiedad privada, violencia de género, intento de violación, intento de asesinado, sumado a la ruptura de la orden de alejamiento que tenía hacia Naomi y otros pequeños cargos más. No hay manera en la que consiga salir pronto de la prisión y de no ser así, yo no lo permitiré.
Ya basta de que sea la pesadilla de Naomi, él no va a impedirle ser feliz.
Me siento un tanto culpable de haber ignorado los pocos mensajes que recibí de esa basura, de haber sido inconsciente y solo responder los mensajes con ironías o con bromas, me disculpé con Naomi por ello, pero ella asegura que no es mi culpa, sin embargo he aprendido la lección muy bien.
Mi celular vibra en la cama, lo tomo leyendo el mensaje de Doug.
«Oye, hermano feo. Lamento si interrumpo tu día libre, pero...
¿Puedes cuidar a Jeff esta noche? En serio te lo agradecería muchísimo... »
« ¿Maratón sexual?
No tengo problema en cuidar la versión mejorada y perfecta de ti »
« ¡Gracias!
Asuntos de esposos...Tú sabes de eso»
Río y le doy otra respuesta que hace que obtenga una respuesta que incluso me hace reír más.
— ¿Qué es tan divertido?
Bajo la vista ante la voz adormilada de Naomi, tiene sus ojos entrecerrados mientras me observa antes de bostezar.
—Lamento haberte despertado, es culpa de Doug.
—No importa, igual creo que desperté porque tengo hambre ¿Qué hora es?
Dejo el teléfono a un lado y me acuesto a su lado, de costado para estar frente a ella. Me sonríe.
—Has dormido cuatro horas, son las ocho.
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Conquistando a Jeremy (BG.5 Libro #3.5)
RomanceSi hay algo que Naomi Kanet y Jeremy McQueen pueden afirmar es que a veces dejar atrás el pasado no es tan sencillo como parece, a veces, simplemente este se aferra a ti. De una manera muy dura, Naomi, aprendió que a veces los príncipes convierten e...