Capitulo 10: MUERTE

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Lo curioso de estar vivo es que constantemente debes tener aspiraciones y realizar acciones para tener emoción y nunca caer en el abandono de sentirte vivo. La vida en si tiene altos y bajos, pero lo peor que le puede pasar a alguien es la muerte en vida, cuando solo existes por nada, cuando ya no tienes nada, cuando no tienes por qué luchar, ni por ti mismo, cuando no sientes nada, simplemente sabes que existes y los demás te ven como si existieras, es lo que haces, pero, como si sintieras. Puedes ver vida, difícil es sentirla.

En algún momento solo tuve que refugiarme en mi, pero ya ni eso tengo, la única chispa en mi vida era mi madre, y ahora ya no está, no tengo amigos, no tengo familia, no tengo casa. Volver a mi casa seria una sentencia de muerte, sería como volver donde un crimen abre paso a mas tragedias, en mi caso ya no lo seria.

Cuando te sientes mal, con frecuencia das cuenta que siempre has estado solo, que para ser feliz no tienes que esperar nada de nadie, ni siquiera de ti mismo y vivir de los pequeños momentos que pueden o no aportar algo a tu vida, es como el amor, el amor aporta y no quita, me traicionaron, lo harán de nuevo.

Madre en donde quiera que estés, te pido que busques la forma de perdonarme y que no veas en la mierda que me convertí.

Sentía que perdí a mi madre por mi culpa, debí estar en la casa aquel día, protegerla, pero preferí salir con traidores a beber, resignándome a progresar y seguir siendo un estúpido miembro más de las masas. Quizás la misma actitud de mierda fue la que me hizo perder todo, hasta mis amigos.

Estaba agotado mirando el techo en el sofá de la habitación, en la escena del crimen, limpia, aun la veía tirada en el suelo, aquel infeliz solo quería verla sufrir.

Golpes en la puerta anuncian la llegada de alguien que no esperaba ver, era ella, Lisette.

-Hola Chris-

Guarde silencio.

-Te traje algo-

Abrió su mochila y levanto una bolsa bastante atractiva. Mientras la abría, con tenue voz me decía.

-Recuerdo que te gustaban mucho y quise traerte algo de ellos-

Era un polerón negro, de mi banda favorita. No podía creerlo, miraba su regalo, quería ser descortés, pero no podía, estaba demasiado solo y su presencia me lleno parte del vacío que sentía en mí, sin poder contenerme mis ojos comenzaron a llenarse de tediosas lagrimas, estaba muy agradecido. Lisette me abrazó muy fuerte y explote en un llanto interminable, había pasado una hora de ríos continuos en mis mejillas.

-Espero te haya gustado-.

Acariciaba mi pelo mientras me sostenía, ambos estábamos en el suelo apoyados en el sillón.

-Me encanto, muchas gracias, la verdad jamás pensé verte, pensé que me había quedado solo-.

-No te dejaría solo jamás-.

La miré y pregunté.

-¿Por qué no habías venido a verme?

A lo que triste respondió.

-Chris, yo nunca te dejaría solo, ni en tu peor momento te deje solo, pensé que ya no querías verme, yo siempre he estado ahí para ti-.

Miré hacia el suelo, triste, pensando en ella, en mí y en todo.

-Ya basta, ven aquí, estás apestoso, así que vamos a darnos un baño-.

Me levantó del suelo y me llevo hacia el baño, tranquilamente comenzó a quitar mi ropa que en ese entonces estaba muy sucia, no me bañaba hace días, tampoco había salido mucho. Abrió el agua de la tina y la llenó por completo, me hizo entrar y con una esponja limpiaba cada parte de mí, me acariciaba mientras yo tomaba mis rodillas y me movía tranquilamente. Al terminar de vestirme ella beso mi frente y fue a preparar algo para comer.

Psychopath.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora