Psychopath.

Capitulo 11: SHOCK

Los recuerdos de mi madre me atormentaban, cada noche lloraba en la ventana y Lisette siempre se levantaba a abrazarme y a decirme que todo estaba bien, sin embargo yo no podía dejar de llorar o pensar en ella. Después de aquellas noches de llanto, cada noche prendíamos un cigarro antes de dormir y hablábamos sobre el tema y temas relacionados, con el fin de poder calmar la mente de ambos, ya que no era sano despertar cada madrugada a llorar.

'La pérdida de un ser querido deja una grieta en tu vida que nada puede llenar, desearía poder estar con mi madre una vez más'.

Mi vida volvía a tomar riendas mientras todo lo malo se olvidaba, o así era hasta que recibí una inesperada visita

-Buenos días, soy detective de la brigada de investigaciones, investigo un crimen con secuelas trágicas, necesito hablar con Chris Willcox-.

-¿Cuál es su nombre?- Pregunto la madre de Lisette.

-Mi nombre no puede ser mencionado-.

Que sorpresa, era él.

-Hola Chris, ¿Me recuerdas?-.

-Como no hacerlo-

Hablamos durante mucho rato mientras yo prendía un cigarro tras otro.

-¿Quiere uno? Pregunté ofreciéndole.

-No gracias, ya no fumo- contestó.

-¿Por qué un ser humano querría dejar de probar esta delicia toxica?-

-Porque se lo prometí a mi hija- dijo.

Fui intrépido al decir

-Dígale a su hija que su padre esta perdiéndose de mucho-.

Se rió, sin embargo su expresión era diferente.

-Lo haría Chris, pero ella ya no está conmigo-.

-¿Se fue con su madre?-.

-No Chris, ambas fallecieron-.

Aquel silencio tomentoso hizo que ambos cayéramos en un mar de lágrimas, pues teníamos noción de lo que sentíamos, la pérdida.

-Tenia tu edad cuando fue a una fiesta, a un lago, nosotros estábamos de vacaciones cerca de ahí, mi hija estaba conociendo a un chico, cuyo amigo fue a buscarla aquella tarde, como eran conocidos ella accedió, no sé en que estaba pensando en dejarla ir, aquella noche no podía dormir pensando en si mi pequeña estaba bien-.

-¿Y qué pasó? Pregunté.

-A la mañana siguiente llame a su móvil, no contestaba, así que decidí ir a buscarla a la cabaña donde estaba, yo no conocía a los tipos, no la encontré, pasaron los días y yo como investigador estaba en la cabeza de aquel caso que duró días-.

Su rostro comenzó a recogerse, a fruncirse, a contener el llanto.

-Estaba enterrada a pocos pasos de un bosque, muerta, fue lo peor que nos paso a nosotros como familia, ya que sin nuestra niña no podíamos mantenernos de pie-.

-¿y qué ocurrió con su esposa?-

-Fui más fuerte que ella, pocos días después de que yo volviera a formar parte de otros casos, al llegar a mi casa, la encontré colgando con una cuerda al cuello-.

¿Por qué me estaría contando esto? ¿Seria para hacerme entender que el dolor que yo sentía lo padecen de diferentes formas miles de personas?

-Chris, necesito saber dónde está tu celular-.

-En mi casa, ¿Por qué?-.

-¿No lo revisaste luego de que te lo entregara?-.

-La verdad no, desde el día en que mi padre asesinó a mi madre deje todo aquello, solamente dormía.-.

-¿Tu padre fue?- preguntó asombrado.

-Sí, no sabía como contactarlo para mencionarlo, tampoco quería hablar mucho del tema con Lisette, que ha sido de mucha ayuda-.

-Mierda...-.

-¿Qué sucede?- pregunté-

-No puedo decirte nada mas, ve a tu casa, busca aquel celular, guárdalo y busca una aplicación de icono negro la cual accedes mediante un patrón de bloqueo post llamada a mi número de teléfono que también está registrado ahí-.

-¿Cuál es su nombre?- pregunte.

-Solo dime Carl-.

Limpio su caro traje, tomo su maletín y se fue, después de eso Lisette llegó y me pregunto qué ocurrió.

-Lisette, Vamos a mi casa, rápido -.

Tomamos un autobús y luego corrimos hasta llegar a mi casa, estaba sucia, desordenada, notoriamente descuidada.

-¿Qué viniste a buscar aquí?- preguntó Lisette.

-Mi celular, la última vez que estuvimos aquí no lo vi-

-Está en tu habitación, bajo tu cama, ve a buscarlo-.

Corrí en búsqueda del aparato, no lo encontraba por ningún lado bajo mi cama. El latido de mi corazón aceleró aun mas al momento de recibir un fuerte golpe en mi rostro, él jalaba de mis piernas, me llevaba fuera de la habitación, le grite a Lisette lo más fuerte que pude pero fue inútil, no me escuchaba. Comenzó a golpearme fuertemente en mi estomago, luego me arrojó a un montón de frazadas, ahí estaba mi celular, desde el suelo pude verlo debajo de un mueble, lo tomé, al voltear hacia el sujeto percaté que lo miró, seguido de eso desesperadamente intento quitármelo, recogió un palo que estaba en su bolso, me iba a golpear, quizás a asesinar, Lisette lo golpea en la cabeza, el sujeto cae.

-Llamemos a la policía- dije.

-Maldita sea Chris casi te mata y tu quieres seguir aquí-

-Entonces llamémosla y corre-.

Llamamos a la policía y corrimos hacia la entrada, pensé que sería correcto llamar a Carl, lo hice y avise sobre el incidente aun teniendo una voz casi quebrada por tantos golpes, continuamente se abrió un menú de fondo negro, estaba mi fotografía, fotos mías en la sala de interrogaciones en aquella comisaria, el video de aquel día sábado en la fábrica, y me sorprendió la aparición de mensajes de Carl, muchos preguntando cómo me sentía o si había visto algo raro.

Instantáneamente se abrió un mensaje de audio, el archivo estaba dañado.

Aquella noche me dormí temprano, los motivos por los cuales mi rostro estaba rasguñado serian demasiado fuertes para poder contarlo a los padres de Lisette, a lo que dije que me caí patinando.

Mensaje de voz de Carl.

"Chris, esto es increíble, la policía llegó y no encontraron a nadie, ni siquiera sangre, en un momento yo fui a buscar unos papeles a mi oficina para constatar alguna similitud con otro caso, cuando volví la casa estaba en llamas y con tres oficiales dentro, acaban de cesar las llamas, llegaron dos patrullas mas y colegas de la brigada. Creo que fue tu padre".

Aquel audio me sorprendió bastante, quede en shock, no por la casa, sino porque aquel tipo sigue libre, digo ¿Cómo sabía que iría a la casa? ¿Por qué no quería que tomara mi celular? Debe tener conocimiento sobre mis movimientos, debe conocer algo más de mí.

A la mañana siguiente fui a clases, día Lunes. Elizabeth tenia moratones en su rostro, rasguños, parte de su rostro estaba hinchado, cosa que me sorprendió bastante ¿Habría sido John?

Le comenté a Michelle sobre el tema, ya que como enfermera debería saber algo, debió hablarlo con ella o al menos hacerle alguna curación, me contó que sucedió, pero la historia de Elizabeth solo se resumía a que rodó por las escaleras.

-¿Crees que haya sido solo eso?- me preguntó.

-Lógicamente no- respondí.

Alguien evidentemente la había golpeado, pero no podía especular.