Mi nombre es Carlos G. M. Ningún médico ha diagnosticado oficialmente mi enfermedad.
Nadie, excepto yo, es consciente de mi estado. Si la gente supiera lo que me pasa no se acercaría a
mí. Vosotros diréis que soy un psicópata con tendencias asesinas, un enfermo mental. No lo creo.
Creo que soy vuestra última esperanza, vuestro último refugio en esta lenta agonía en la que os
halláis sumidos. Soy vuestro último salvador, vuestro verdadero y único salvador. Aborrezco a la
gente. Odio todas las razas de este planeta. Ninguna persona ha obtenido hasta la fecha mi
beneplácito para merecer la vida que lleva.
Camino por las calles de esta ciudad y no veo más que gente despreciable. Los miro, sonrío,
soy amable con ellos, pero, por dentro, los odio. Me dan asco. Son todos escoria. Merecen morir.Anoche decidí compartir con todos vosotros mis pensamientos, mis náuseas, mis vómitos
cerebrales, mis venganzas. Por eso he comenzado a escribir este diario, este blog, como algunos se
empeñan en llamar. Joder es asqueroso. Hay suficientes palabras en nuestro maldito idioma para
denominar esto y algunos se empeñan en usar esas mierdas de anglicismos. Ineptos.
Hoy estuve a punto de asesinar a un hombre. Quise hacerlo, pero pensé que se lo pondría
demasiado fácil a la policía. Quise matar a un trabajador de una pizzería que repartía pizzas a
domicilio. Pensé en lo triste que debía ser su vida llevando un trozo de comida a otros idiotas que
esperan en sus casas cómodamente, viendo la televisión. Imaginé lo fácil que sería recibirle y
clavarle un cuchillo en el estómago y luego, cuando se retorciera de dolor, cortarle el cuello. Pensé
que lo merecía, como todos. Pero no quiero acabar antes de empezar, no. Hoy no mataría a ese
hombre. Quizá otro día, quizá mañana.
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Diario de un Psicópata
Mystery / ThrillerUna pequeña trama de un psicopata para lograr un mundo mejor