Capítulo 7

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Nota de autora: tienen que ver la película IT (Eso), inspirada en la novela de Stephen King del mismo nombre. La ví en el finde pasado y... Tienen que verla.  

Tras una breve expansión de la conversación por carta del señor Letem y el señor Malfoy, en un jueves que en nada destacaba, ambos se dirigían al Caldero Chorreante a horario según lo acordado. Soruya distinguió con facilidad al invitado por su cabellera, quien lo ubicó por la descripción de las vestimentas. Ambos se saludaron de manera cortés, estableciendo una conversación superficial a fin de ambientarse ambos. La vida íntima del personaje desconocido para Malfoy era un misterio, sus opiniones neutras, su aura temible y su comportamiento refinado.

Una media hora posterior al inicio de la charla en el bar, ambos estuvieron de acuerdo en dialogar aquello en una zona más privada, decidiendo Muerte darle una visita a Gringotts, en teoría porque estaba relacionado con el tema.

El duende no dejaba de ser causa de curiosidad para él; siempre lo había sido desde el día en que supo su edad, demasiada incluso para la especie mágica más longeva, y el aura que lo rodeaba, desconocido hasta para un ente como él; es decir, mucho antes de conocerle en persona. Cuando lo hizo, sintió algo en él... Una atracción, mágica en especial, aunque también física, que supo que el Gringotts también sintió, debido al temblar de su compostura y a su magia, claro que los demás no creyeron que podría haber sido por ello.

Realmente se le complicó controlar su magia y concentrarse al pensar en él. De no ser por la presencia del otro hombre no hubiera encontrado cómo hacerlo. En tanto, se refugió en toda la atención que el rubio con su postura y fama atraía hacia sí.

Cuando llegaron un poco de su alterada magia se liberó; aunque pequeña cantidad, todos la hubieran notado de no ser por la imponente aura del mago. Este percibía la magia del otro y presentía algo, mas prefirió parecer desentendido, al igual que todo aquel quien a su lado pasase.

Y continuó así, inclusive cuando sintió cómo su magia casi salta con el duende, el cual se encontraba cerca de la entrada, como si los esperase, o bien desde la lejanía hubiese sentido su presencia.

"Buenos tardes, Gringotts", se quedaron mirando mutuamente unos instantes, como si estuvieran hablando mentalmente.

Eso se haría extraño a un tercero que no fuera Malfoy, alguien que no hubiera hecho y sentido lo que él, respecto a su propio hijo. En cambio, él sospechaba algo ya; y no estaba tan lejos de la realidad.

"Buenos tardes, Soruya, señor Malfoy", asintió con la cabeza saludándoles.

"Ajá, relacionado con este tema", pensó. "Buenas tardes", contestó conservando modales típicos de los Malfoy.

Tras una conversación de mera educación, de dirigieron al despacho del duende. Impresionado el mago, bajo una débil máscara de indiferencia el duende, y embobado Muerte. En su defensa, se había dicho infinidades de veces, no era posible no notarle. No notar sus cabellos, lacios y demasiado sedosos para su edad y especie, de un blanco impoluto, por los que en varias ocasiones había huido del trabajo solo por acariciarlos cuando dormía; su piel pálida, aunque con marcas de los años que cargaba, no eran muchas; sus ojos, grandes y de un peculiar gris, su delgadez, sus suaves curvas; su voz, baja pero audible con claridad, menos grave que la suya  propia en ese cuerpo terrenal -la cual admitía que era bastante grave y atractiva-, mas mucho más bella que la de sí; su magia, su alma... Ah, su alma, insegura y sensible, oculta bajo un grueso caparazón... Su magia, tímida pero firme, grande y atrapante, el detonador de la idiotez de la mismísima Muerte. Quien, por cierto, hubiera podido continuar con su inspección y recuento si no hubiera sido llamado.

No podía entender por qué se ponía así siempre que le veía, incluso cuando lo hacía desde el más allá, vigilando a Gringotts. Sabía que debió reclamar su vida hacia bastante, mas le fascinaba observar su cuerpo terrenal, su vida... 

Cuando supo que debía intervenir en el mundo terrenal para cambiar el rumbo de este, al comenzar a trazar el plan, tuvo la excusa ideal para ir al mundo terrenal y conocerle allí. Se había hecho tantas ideas de ese momento...

"Señor Letem, ¿pasa?", preguntó con aquella máscara que siempre llevaba el rubio.

"Se le nota extraño, ¿se encuentra bien?", se notó que el duende quiso sonar indistinto tanto como que se preocupó; es decir, mucho.

"Sí, por supuesto. ¿Qué tanto me podría pasar?" rió con suavidad en respuesta, maravillando aún más a Gringotts, quien no comprendía qué le sucedía, pero le resultaba increíble, fantástico, precioso, tanto la presencia de aquel ente, como el momento, como su risa... Tanto como todo. 

Algo apenado por dentro, con la intención de interrumpirles, debido a otros compromisos -triviales- que tenía, y en parte por la incomodidad, el único humano testigo, fingió toser. "¿Continuamos?".

Exaltado, el duende contestó con un "Sí, sigamos". Por su parte, sorprendido pero feliz, Soruya asintió. Ese duende sí que lo idiotizaba, y así lo... No, no lo amaba, no tanto como eso... ¿O sí?

"Bien, ¿qué deseaban conversar, caballeros?", inició Gringotts.

Muerte se removió en su asiento, disponiéndose a la que sería una larga respuesta. Inspiró mucho, antes de soltar más de lo que había hablado en su vida. 

"Soy Muerte, estoy en un cuerpo terrenal bajo el pseudónimo de Soruya Letem que es un anagrama. No debería intervenir en este mundo, pero bajo las circunstancias actuales, no he encontrado otra solución, pese a que esto va contra las normas. Todo esto ya pasó, pero el Yo Pasado de Harry deseó poder cambiar sus decisiones y al destino. Pensé un plan para conseguirlo, y este incluyó el concederle el deseo y a mis hijas mediante magia Dani y Beli. Ellas también tienen una vida pasada, y tampoco son humanas", hizo una pausa, con un gesto dubitativo, pensando en cómo expresar lo siguiente.

"Albus Dumbledore puede que no sea 'villano', pero no le hará ningún bien al futuro. Una prueba de ello es que oculte a Harry sus reales raíces. Él es Prince, al igual que lo es Severus, víctima parcial suya también. Necesitamos que Harry tenga como tutor quien en verdad merece y debe tener ese título. Por ello necesito tu favor, Lucius. A cambio, tu señor tendrá a su lado al niño, a mi y a mis hijas, lo cual, además, le trae como ventaja mayor conocimiento sobre el viejo, ver muertos a más enemigos de los que ustedes pueden matar  e incluso evitar la muerte de varios mortífagos que podrán morir en los próximos siete años, cuando en el futuro original se produce una batalla entre ambos bandos en Hogwarts" reveló información a consciencia. No trataba con nadie confiado ni confiable. 

Nadie dijo nada en un buen rato. Gringotts fue el primero en romper el silencio. "Además de lo que tu y yo sabemos que sé al respecto, ¿cómo me veo incluido?"

"Necesitaría que no permitas que Albus sepa más de lo que ya sabe. Cada día parece estar un paso más cerca de dominar toda herencia de Harry. Si eso ocurre, es evidente todos los problemas con los que nos encontraríamos", respondió al instante. 

"¿Y podrías ayudar al Señor Oscuro a regresar y...?", preguntó con cautela el hombre.

"Sí. ¿Aceptan a colaborar con el plan para evitar un desastroso futuro?", preguntó serio. 

Ambos oyentes lo miraron, se miraron, y firmes le respondieron.


1218 palabras

Espero que el cap les resulte decente :(

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