Capítulo 1

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No recordaba cuándo había bajado del tren, pero allí ya no estaba. Había despertado de su sueño, y estaba en un lugar y situación extrañas. Bajo sus pies no había suelo, solo había un vacío aterrador; no sentía aire ingresar ni rondarle, pero tampoco la necesidad de él; no sabía si estaba ciego, en el más allá, en el infierno, en la nada, o qué, pues solo veía blanco, no sentía la presencia de ningún cuerpo o sonido, o emoción en él mismo, siquiera se sentía a sí mismo. Solo un ente invisible, no sabía si se trataba de una magia que desconocía, espíritu, o qué.

"Muerto tu estás

muerte yo soy 

mucho tu das

nada yo doy.

Hoy

aquí

a todo renuncias

en todo de ti.

Nada pronuncias

y de nuevo empiezas.

Porque el pasado así

no debió ser.

Pero tu has podido ver

y puedes convencer.

Así, yo podré decir

'La historia es, como ser debió'.

Sin más, te dejo ir"

Una voz entre rimas y versos habló, pero no pudo responder. Antes, se fue. 

~:|~:~|:~

Abrió los ojos, sin saber nada más además de aquellas palabras, encontrándose en brazos de una pelirroja de ojos vedes, quien se hallaba junto a un pelinegro de piel cetrina, siendo vistos por adultos y niños que compartían un parecido con ellos; los reconoció como su familia. 

¿Qué acababa de pasar? ¿Por qué los conocía a todos? 

Entonces, borrosos recuerdos llegaron a él. Ser maltratado por su propia familia, aceptar la amistad de un pelirrojo, pelear con un rubio, hacerse amigo de una castaña mandona sabelotodo, enfrentar solo grandes amenazas, ser abandonado hasta por sus amigos, burlado, percatarse de verdades que lo hicieron arrepentirse de sus acciones, morir... 

"¿Qué le pasa que no llora aún?", dijo alguien.

Sin saber por qué, comenzó a llorar a todo pulmón -que descubrió que no era mucho,pues al parecer era un bebé-. 

~:|~:~|:~

Quería mucho a quienes lo cuidaban y mimaban: mamá, papá, padrino, tíos, los primos... Ser protegido y consentido era muy agradable; aunque no podía hacer mucho por si solo tampoco. Solo llorar, y recientemente sentarse, gatear, y agarrar la mamadera. También entender todo lo que los mayores decían y percatarse de lo que sucedía, lo cual uno de sus primos, con una edad aproximada a la suya, no podía, por lo que se preguntaba si tenía algo fuera de lo común.

En esos momentos, su madre acababa de acostarlo, tras bañarlo y cambiarlo. Sentía sus ojos cerrarse, dejar de percatarse de todo lo que lo rodeaba, tranquilo y seguro, sabiendo que estaba con sus padres, quienes no permitirían que nada le pasara. 

Creía que sus padres estarían por hacer lo mismo, cuando sintió un estruendo. 

"...ha entrado en la casa a la fuerza...", decía una voz en su cabeza.

"Avada kedavra". No conocía esa voz.

"Lily, protege a Harry", su padre

"¡NO! ¡JAMES!", era su madre. 

Harry Potter ReverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora