Capitulo 16 - Presente
-¿Savanah?
-¿Dónde está Kyler? –Pregunté abriendo los ojos para incorporarme.
-Hey, hey, despacio. Sufriste una bajada de tensión.
-¿Dónde está? –Volví a preguntar cuando no me respondió.
-En el cuarto cuatrocientos doce. Despertó por la mañana. Creí que el señor Par...
Ni siquiera dejé que terminara de hablar. Salí corriendo de aquella habitación para dirigirme a la que me había dado.
¿Qué Kyler había despertado? ¡¿Por qué diablos tenía que ser la última en enterarme?! ¡¿Y dónde está el desgraciado de Micah?!
Frené en seco al ver el número de la habitación. Sin pensarlo, abrí la puerta para ver a la persona más maravillosa del mundo riendo con... ¿Erick?
-¡Kyler! –Corrí hasta él para abrazarlo fuertemente antes de comenzar a llorar. –Dios, no me creo que estés despierto por fin.
-Yo también me alegro de estarlo. –Murmuró separándome de él despacio.
–¿Tú como estás?-Lo importante ahora eres tú, Ky. –Le sonreí tiernamente agarrando sus manos. –Te extrañé mucho.
-Savanah... –Ignoré el llamado de Erick para seguir mirando a mi novio.
-No sabes cómo siento todo esto, Kyler. Nunca fue mi intención...
-Tenemos que hablar, Savanah. Es importante.
-Que ya dije que aquí lo importante era él, Erick. ¿No lo entiendes?
-Vaya, es todo un halago de tu parte, Miller. Pero estoy bien.
–Se llevó la mano a la parte trasera de la cabeza haciéndome fruncir el ceño. ¿Miller? ¿Por qué me llama por mi apellido?-¿Qué?
-¿No estás aquí para eso? Ya estoy bien, gracias. Y si Erick quiere hablar contigo, hablas con él. Sigue siendo tu superior después de todo.
-¿Q-qué dices? –Esto no podía estar pasando, Dios no.
-Sí, aún me sorprende verte aquí. No pensé que Scar diera permisos a las reclutas para salir del campamento. Que por cierto, que cambiada estás ¿no? No recuerdo verte el pelo tan largo...
-¿Q-qué es lo último que recuerdas?
-Savy...
-Haberte ayudado a subir ese muro. Tendremos que quitar esa prueba para los novatos.
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Siempre A Tu Lado
RomanceMi cabeza no estaba pensando en esos momentos, tampoco mi cuerpo. El tiempo se había detenido ante mis ojos cuando un gran charco de agua se tiñó de rojo a su alrededor. Las gotas de agua seguían cayendo sobre nosotros sin ton ni son, sin olvidar s...