Derek's promise.

07

Scott recuerda muy bien la primera vez que su lobo lo dominó. Su primera luna llena.

Recuerda sentir como la ira y la desesperación lo llenaba completamente. Recuerda como su parte humana intentaba luchar contra los dominios de su lobo. También se acuerda como se aferraba a su madre, a todo el amor que sentía pero no era suficiente. Cada vez que pensó en ella esa noche, recordaba todos los llantos que sufrió por culpa de él. Recordaba la culpa que sentía desde que su padre los abandonó.

En este momento daría hasta su vida para que él fuera el que perdiera el control y no su mejor amigo. Daría literalmente todo para pasar mil veces por el mismo proceso de esa noche con tal de no ver a Stiles de ésta forma.

Encadenado y fuera de sí.

Stiles llevaba un rato despierto, pero Scott simplemente se negaba a que ese fuera su mejor amigo. Estaba completamente transformado y fuera de control. Incluso tenía espuma saliendo por la boca como un perro rabioso.

Toda la manada –menos Derek y Peter que seguía desparecido– estaba alrededor de Stiles, intentado formar un círculo de seguridad. Scott los había llamado en un acto de desesperación. A todos les dolía ver a la persona más importante de la manada en ese estado. Incluso Boyd parecía desconcertado por la situación. Sin embargo, Lydia y Érica eran las más afectadas. La última estaba al borde del llanto y la pelirroja preferiría cortarse la lengua antes de gritar el nombre de su amigo.

—Scott tenemos que hacer algo.— Susurró Lydia con la voz entrecortada— Toda la habitación huele a muerte. Lo presiento. Tenemos que llamar a Derek.

—¿Y sí se pone peor? Sólo bastó con hablarle de Derek para que se pusiera así. Puede empeorar y su parte lobuna consumiría su parte humana. —Suelta el latino con un tono de miedo y desesperación.

—¡No podemos quedarnos de brazos cruzados, Mccall! —gritó Érica con sus ojos amarillos transformados— Stiles se muere, llama a Derek ahora mismo.

Scott rompió el pequeño circulo que tenían alrededor del adolescente para llamar a Derek. Rogaba a todos los putos Dioses que estuviera haciendo lo correcto. Luego de tres tonos, el moreno respondió.

—¿Scott? ¿Todo está bien?

—No, Derek. E-es Stiles, está descontrolado. Su parte lobuna está tomando control y está empeorando, no sabemos qué hacer.— Respondió desesperado el moreno. — Peter no contesta los llamados, no sabemos su paradero. Toda la manada está aquí quitando su dolor pero nada sirve. Lydia dice que... Dice qué huele a muerto y-yy mierda. No sabemos que hacer.

—¿¡Por qué no me llamaste antes, Mccall!? —grita Derek en la otra línea, furioso. — Stiles es mi responsabilidad, todo esto es mi culpa.

Érica, que escuchaba todo desde el rincón dónde se encontraba Stiles perdió todo el control y lanzó a quitarle el celular al latino, cabreada.

—Escúchame bien, Hale. — Empieza a hablar la rubia, sollozando. — No me importa si el grandísimo hijo de puta de Obama es él culpable aquí. No estamos para sentir culpabilidad o lástima, ¿entiendes? Stiles se está muriendo. Así que ahora mismo arrastras tu culo lobuno hasta aquí y nos dices que hacer para salvar a mi amigo. O te juro que te m—.

—Ponme en altavoz. — Suelta Derek y Érica podría jurar que está llorando pero no le importa. Sólo puede pensar en salvar a Stiles así que lo hace, lo pone en alta voz.

—Listo.

— Stiles. STILES. — Grita al otro lado de la línea el moreno, llorando. — Vamos bebé, éste no eres tú. Combatelo, sé que puedes. — Dice el moreno con una voz suave, sollozando. —Perdóname, por favor. Stiles tienes que luchar contra esto.