No se lo digas a tu madre | Sterek |

Capítulo 13

A Francia.

Gay.

Desde aquel desastroso y extraño encuentro con Kate en la gasolinera se había declarado rotundamente gay.

Cuatro meses antes...

Pasaron varios días, menos de una semana desde que se habían dado aquel primer beso oficial. Los dos volvieron a la mansión luego de la pelea con Gabe con una sonrisa de idiota en sus caras. Cosa que dejó a la familia Hale muy confundida, pero para no arruinar el momento, lo dejaron pasar. Aunque claro que Derek le contó mas tarde a su hermana Laura lo que había pasado. Ella quedó encantada, contenta de que su hermano por fin haya admitido lo que sentía. Aunque todavía no lo haya dejado claro.

Lo malo era que en esos momento ninguno de los dos se había parado a hablar del tema, sino que dos semanas después mientras hacían la tarea en la biblioteca, Derek le robó un beso al castaño y éste le respondió con ganas.

Tras un leve jadeo que salió de los labios de Derek, Stiles rompió el beso y le miró fijamente a los ojos. - ¿Cómo se siente besar a tu mejor amigo? - le preguntó susurrando mordiéndose el labio inferior débilmente.

El moreno volvió a dejar un corto beso en sus labios antes de contemplar la miel de sus ojos. - Lo más grandioso del mundo. - respondió sin vergüenza alguna.

Stiles sonrió poniéndose rojo y volvió a acoplar los suyos a los labios del mayor. Besándolo lentamente y sin prisa. Disfrutando de todas y cada unas de las sensaciones que recorría por su cuerpo.

Entonces el moreno se separó con cuidado del castaño y vio la hora en el móvil.

- ¿Ya te tienes que ir? - inquirió el castaño acomodando sus útiles en la mochila.

- Se me está haciendo tarde, de hecho. - respondió también juntando sus cosas. - ¿Te importaría quedarte con Isaac mientras me voy? -

- Me toca álgebra con Scott. - replicó. - Me quedaré con él todo el rato e iremos a hacer la tarea en mi casa. -

- De acuerdo. Entonces te veré mas tarde... ¿Sí iremos al cine con los chicos? - preguntó poniéndose la correa de la mochila en el hombro. El castaño asintió sonriendo con timidez. Entonces se acercó para besarle la mejilla y salir de la biblioteca.

...

Por suerte solo tuvo que caminar cuatro calles desde el instituto al taller donde dejó su Camaro hacía tres días. Retiró su maquina y paseó un rato con intención de terminar en su casa, pero a medio camino escuchó un sonido en su panel indicándole que tenía poca gasolina. Paró en la gasolinera más cercana y salió de su vehículo para recargar.

Cargó unos ocho litro mientras comentaba algo acerca del precio con el hombre que atendía. El tipo entró y Derek aprovechó para limpiar su parabrisas con el secador y esponja que tenía un poco de jabón.

- Hola, guapo. - escuchó la voz de una mujer a sus espaldas.

Pese a no verla tan de seguido, sabía perfectamente de quien era. Puso los ojos en blanco y se volteó a mirar a Kate con una sonrisa forzada en el rostro.

- Hola, Kate. - le saludó amable, volviendo a ocuparse del cristal de su auto.

- Hace tiempo que no te veo. - musitó con su tono de voz irritante. - ¿Me extrañaste? - dicho aquello y antes de poder replicar cualquier cosa, sintió la mano de la chica en su brazo. Lo jaló con brusquedad y le estampó un beso en la boca pegándole al vehículo.

Fue como un tornado de ideas la forma en que su cerebro trabajó en aquel momento. Si bien la chica tenía suaves labios y buen aliento, sintió aquel beso asqueroso y fuera de lugar. Empujó a la chica sin medir su fuerza y pasó la manga de su chaqueta contra sus labios. Dejando a Kate completamente indignada cuando hasta tuvo que limpiarse la lengua.