Capítulo 35 |Final|

7.3K 586 198
                                    

"Te quiero para volvernos locos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa por las calles. Eso sí, tomados de la mano, mejor dicho... del corazón."

Mario Benedetti

Derek la estaba pasando realmente mal desde hacía dos días sin ver a Stiles, ya que la manada se dividió el dos para llevar a cabo la despedida de soltero.

Con el moreno se quedaron Isaac, Ethan, Liam, Laura y Lydia, mientras que con Stiles estaban Allison, Theo, Scott, Cora y Jackson. Quienes mantuvieron separados a los futuros esposos, el tiempo suficiente para llegar a la boda sin sexo, porque conociéndolos...

En fin... por fin había llegado el gran día y aunque últimamente estaban muy tranquilos con respecto al día de su boda, no podían creer como los nervios se apoderó de ambos a la vez, sin que el otro lo supiera.

¿Y si no se presenta? Pensaba Stiles.

¿Se arrepentirá? Pensaba Derek.

Pero en el fondo sabían que eso era lo que ellos más ansiaban hacer: estar amarrados tanto sobrenaturalmente como legal. No había nada parecido al amor que se tenían el uno al otro y por ser felices juntos, harían lo que fuera.

Derek despertó encontrándose a su hermana mayor y Lydia durmiendo a su lado en la cama y el resto en el sofá, el suelo, o como Liam... sobre la mesa, babeando la madera mientras roncaba.

Rujío con fuerza despertando a todos a la vez, disponiéndose a preparar café para espabilar a sus amigos, quienes lentamente se levantaban perezosos e iban al baño adormilados.

El olor a café nuevamente le hacía recordar a una personita en particular, a quien extrañaba a más no poder, es que no estaba acostumbrado a despertar sin sus besos, su abrazo o su simple calor. No veía la hora de verlo llegar mientras él lo esperaba en el altar.

Sonrió con ternura una vez más al recordar que ese día iba a casarse con su pequeño Stiles, cosa que no pasó desapercibido por su hermana.

- Estoy muy orgullosa de ti, hermanito. - le dijo de pronto Laura desde su espalda, abrazándolo con los brazos alrededor de su cintura. - No puedo creer que hace muy poco ayudaba a mamá a cambiarte los pañales y ahora estás apuntó de casarte con el amor de tu niñez y mejor amigo. Felicidades. - musitó besando la mejilla del lobo antes de soltarlo y ayudarle con las tazas de café que había servido.

- Lo amo, Lau. - murmuró Derek sonriendo con nostalgia. - No hay nadie más especial que Stiles. Te juro que lo haré inmensamente feliz. -

- No lo dudo, tontito. Y sé que él también te hará muy feliz. - devolvió llevando los cafés, donde Liam acababa de limpiar su baba. En menos de lo que había esperado, se encontraban los seis desayunando mientras reían y charlaban.

#
#
#

Hacía una hora, el grupo más responsable ya estaba desayunando mientras hablaban de como sería la fiesta después de la boda. Iban a casarse en el patio de la casa que tanto adoraba Derek, la única casa en la cuidad que tenía aquel impresionante patio verde y lleno de arboles, donde gracias a las influencias del administración del edificio donde vivían, lograron rentarlo por ese día. Pero la fiesta en la noche iba a ser en la azotea del hotel. Todos los que se hospedaba allí fueron invitados y prometieron estar presentes.

Las cuatro chicas junto a Claudia y Thalia fueron las que se encargaron de organizar la decoración, tanto de la ceremonia como de la fiesta. Las madres de los novio habían venido días atrás para acompañar a sus hijos en todo el proceso. Entonces como tenían planeado casarse antes del anochecer, se pusieron manos a la obra desde muy temprano para que todo saliera perfecto.

No se lo digas a tu madre | Sterek |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora