Capítulo 17

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Caprichoso destino.

Derek había cumplido su promesa de no separarse de Stiles en el tiempo que le quedaban juntos. En tres semanas apenas se habían separado para entrar al baño o para ir a la cocina. Estaban tanto en la mansión como en la residencia Stilinski. Iban al supermercado juntos, al bosque, etcétera. Hicieron muchísimas cosas los dos juntos para disfrutarse al máximo.

Los dos se habían dicho las frases más cursis a lo largo de ese tiempo. Habrían sobrepasado los límites de azúcar que alguien podría soportar, porque después de todos se iban a separar por quién sabe cuanto tiempo. Y los más lindo para ellos era que no se cansaban de oír lo que el otro tenía para decirle.

Esa ultima mañana con su castaño, Derek se despertó al sentir que el colchón se hundió a su espalda, se giró lentamente y se encontró a Stiles tapado hasta la cabeza. Por el olor a menta en el aire suponía que se lavó los dientes. Estiró despacio la sabana que cubría su cara hasta descubrirle de la mitad de su nariz para arriba, permitiéndole ver sus preciosos ojos miel detrás de sus perfectas pestañas. Y en cuanto aquellos ojitos de achinaron por una evidente sonrisa, terminó de destaparle el rostro.

- Buenos días. - susurró el menor mordiéndose el labio.

El moreno se adelantó y acopló sus labios a los de Stiles, sintiendo la frescura de la crema dental y el calor se sus labios.

Stiles respondió al beso con gusto, sin apagar su sonrisa. Rodeó el cuello del mayor con sus manos y entrelazó sus propios dedos, gimiendo bajo en el beso. Entonces permitió que se colocara sobre él entre sus piernas, sintiendo sus erecciones tocándose, disfrutando de sus cuerpos desnudos.

- Buenos días. - musitó Derek entre esos besos inocentes, cargados de amor y pasión. El castaño soltó una risita y el lobo rompió el beso para mirarle a los ojos.

- Dijimos que nada de despedidas intensas. - reprendió sin dejar de sonreír.

- Shh. Déjame amarte. - replicó bajito besando ahora su cuello. Mordió un poco suave y luego deslizó sus labios por esa zona hasta llegar a su oreja.

- Mmmh. - jadeó pausado; cerrando los ojos y entreabriendo la boca. De pronto arqueó la espalda, friccionando su miembro contra el de Derek cuando éste le mordió el lóbulo, provocándole una corriente eléctrica en todo su cuerpo.

De repente el lobo agarró su pene, alineando en la entrada del menor. Mientras, le besó en el lunar debajo de la oreja, para, a continuación, pegar sus labios al oído. - ¿Quieres que te haga amor? - le susurró provocándole otra descarga, un estremecimiento que hasta él lo sintió.

Stiles metió sus dedos en su pelo negro y le sonrió de medio lado, observando sus labios. Luego le miró a los ojos demostrándole cuanto lo estaba deseando, hasta que asintió débil y lentamente. Aguantando la presión, mientras Derek se adentraba lentamente en él sin dejar de mirarle a los ojos.

En cuanto Stiles soltó el primer gemido entreabriendo la boca, Derek ocupó su lugar comiéndole la lengua, lenta pero de manera salvaje mientras comenzaba a moverse dentro de su castaño.

- Ah... Derek. - susurró en gemidos muy bajos.

Derek empezó a moverse más rápido apoyando las manos en los costados de la cabeza del castaño, profundizando las penetraciones, viendo las muecas de dolor y placer que mostraba Stiles. - No esta nadie en casa, Stiles. No te contengas. - sugirió sabiendo que no había nadie en la casa Stilinski y Stiles no hacía ruido por miedo de escucharan lo que hacían. El castaño le sonrió y acarició el pecho del mayor mientras lo embestía con fuerza.

Con cada profunda estocada, Stiles aumentaba sus gemidos y jadeos, incitándolo a follarlo más rápido y más fuerte...

En un momento dado, tras castigar su próstata una y otra vez, haciéndolo llorar de placer, en lobo flexionó sus piernas y clavó la rodilla en la cama. Tomó a Stiles de las caderas y lo embistió con rapidez, viendo como el castaño se tapaba la boca con ambas manos, evitando gritar hasta que sin tocarse, se corrió en su estomago, mientras él se dejaba ir en su interior.

No se lo digas a tu madre | Sterek |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora