Capítulo 33

5.7K 520 104
                                    

Blanco o negro.

Un mes después...

Al final Paige se había vuelto a perder.

Isaac y Scott estuvieron siguiéndole los pasos a ella y a su manada improvisada, a quienes iba mordiendo a medida que los encontraba desprotegido. Muchachos drogadictos a quien encontraba por la calle o a adolescentes saliendo de los antros. Así hasta completar diez Betas en total hasta que dos semanas después, Paige se dio cuenta de que la estaban siguiendo y tendieron una trampa al par de la manada de Derek y así logró escapar y a ellos no les quedó de otra que volver a casa.

Derek estuvo aquel mes muy atento con respecto a Stiles, por si algo extraño sucedía con la herida de la mordida que un mes después se volvió apenas una cicatriz que en un tiempo más ya desaparecería por completo. No como la media luna que tenía en la nuca, la marca que le había hecho Derek, esa mordida seguía allí y seguiría hasta el fin de sus días.

Por fin la manada volvía a tener paz sin la presencia de Paige ni en la escuela, ni en la cuidad. Se habían asegurado de tener sus sentidos lobunos en alerta constantemente y de recorrer la cuidad de vez en cuando para ver si había novedades, cosa que los mantenían tranquilos, protegiendo al máximo a los tres humanos de la manada; Lydia, Allison y Stiles.

- ¡Así no va! - le regañó Lydia a Derek pegándole en la mano para que lo quitara y le permitiera arreglar su corbata ella misma. El lobo le gruñó con el ceño fruncido mientras se dejaba hacer, la pelirroja simplemente puso los ojos en blanco y terminó. - ¿Ves? - inquirió admirando como le quedaba la corbata azul marina metalizada con la camisa blanca.

- Sigo creyendo que se te vería mejor el saco blanco. - opinó Allison con los brazos en jarra, observando el saco negro intenso y el blanco, extendidos sobre la cama.

- Opinó lo mismo. - concordó la pelirroja. - ¿Ya sabes por cual se decidió Stiles? - indagó. El moreno negó con la cabeza.

- ¿Ya puedo volver a la cocina? - cuestionó el lobo intentando quitarse la corbata pero Allison se apresuró en tomar el saco blanco, lanzándoselo para que se pusiera. El mayor le gruñó nuevamente.

- Gruñe todo lo que quieras, Derek. No te salvarás y no te tengo miedo. - replicó ella acercándose para acomodarle el saco una vez que el lobo se lo puso.

- ¿En serio no me tienes miedo? - preguntó Derek burlón.

La castaña carcajeó acomodando los hombros del saco. - Tienes cara de querer matar a cualquiera la mayor parte del tiempo, pero cuando te veo con Stiles entiendo que no harías daño ni a una mosca. Aunque admito que cuando supe que eras un hombre lobo, me arrepentí de haber competido en broma contigo por la atención de Stiles. Por que tengo entendido que ustedes son muy territoriales y de seguro me hubieras desgarrado si seguía así. -

- De hecho a veces sí quería asesinarte cuando te acercaba demasiado a Sti. - dijo el lobo con tranquilidad.

Nuevamente la castaña rio a carcajadas hasta que se tuvo que callar de golpe al ver la cara sería de Derek. - Oh, ¿es en serio? -

- Sí. En serio. - afirmó el lobo. - Nunca te pregunté como supiste que era hombre lobo. - comentó al instante mientras acomodaba correctamente las mangas de su saco.

- ¿No? ¿No te lo dijo Stiles? -

- No. -

- Fue en las primeras semanas que te habías mudado aquí. - empezó sentándose en la cama, alado de su mejor amiga. - Stiles no quería salir de la casa ni por el correo y llamé a Lyds para que me ayudara a convencerlo de que vayamos de comprar o a comer fuera, pero él no quería. Después hablamos sobre lo mucho que te extrañaba hasta que se le escapó lo de la promesa que le hiciste. -

No se lo digas a tu madre | Sterek |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora