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Tras la presentación, les repartieron el horario y les dijeron que podían irse, las clases comenzaban oficialmente al día siguiente. Jem cogió sus cosas y se levantó, a punto de marcharse, cuando oyó que alguien le llamaba. Will.

- Perdona, ¿podrías enseñarme dónde queda cada aula? Este sitio es inmenso y estoy seguro de que acabaré perdido. -Dijo Will cuando Jem se volvió para mirarle. Y estaba sonriendo. Joder que sonrisa. Si ya era guapo, cuando sonreía parecía un ángel. Jem se asombró del rumbo que habían tomado sus pensamientos, era Adam el que pensaba así, no él. Él no era...

- ¿Jem? -Llamó el otro ya que este se había desconectado de la realidad.

- Sí, claro. Te enseñaré las aulas cuando quieras. -Dijo Jem tal vez demasiado alto y demasiado rápido.

- Pues... estaba pensando que podría ser ahora, si puedes, claro. Es que no quiero tener que estar siguiéndote mañana para saber a dónde ir. -Dijo Will y soltó una carcajada.

- Sí, puedo. De todas formas tenía que quedarme a esperar a mi hermano así que al menos estaré entretenido.

- Gracias, te lo agradezco. -Aseguró mientras se colgaba la mochila del hombro y salían juntos del aula.

Jem le indicó cómo llegar al aula de filosofía, a la de latín, a la de matemáticas, le enseñó el gimnasio y el lugar donde pasaban el recreo y después le mostró la cafetería, que es donde estaban en ese momento.

Will había pedido un dulce y un café y Jem un zumo.

- Entonces, ¿qué primera impresión has tenido de la que será tu prisión los próximos nueve meses? -Preguntó Jem con una sonrisa.

- Pues me está pareciendo un sitio agradable, pero no me gusta que los cursos estén separados en distintos edificios, estoy demasiado lejos de Tommy.

- ¿Tommy? -Preguntó Jem confundido.

- Ah, es mi mejor amigo pero repitió un curso y por eso está en el anterior a mí.

- Entonces está con mi hermano. -Dijo Jem y bebió un trago del zumo.

- Supongo, sólo sé que fue quien me hizo venir hoy, por lo general me salto las presentaciones pero él tenía unas ganas inexplicables de acudir y me arrastró con él. -Jem se quedó pensativo al oír sus palabras.

Un momento después le dijo a Will lo que estaba pensando:

- Que coincidencia, mi hermano estaba igual también.

- ¿Quién sabe? Tal vez es que iban a regalar galletas a los de su curso. -Sugirió con una sonrisa.

- Es posible. -Dijo Jem asintiendo y sonrió.

Cuando terminaron de comer ya pasaba de la hora a la que había quedado con su hermano. Tommy, según dijo Will, también debería haber aparecido.

Will, harto de esperar a su amigo, y Jem, preocupado por su hermano, decidieron ir a buscarles. Dejaron atrás la cafetería y fueron juntos hacia el edificio donde se encontraban sus clases.

- Es un poco raro, ¿no? -Dijo Jem.

- ¿El qué? -Preguntó Will girándose para mirarle mientras caminaban acercándose al edificio.

- Que hayan desaparecido los dos.

- Ah, Tommy siempre anda haciendo tonterías, no me extraña. -Aseguró encogiéndose de hombros. -Y tu hermano, no sé, estará por ahí.

AftermathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora