Aftermath

7

Jem había tartamudeado una disculpa a Tommy y a su hermano y había salido corriendo detrás de Will. Le buscó por todas las aulas sin encontrarle. Preocupado por no saber dónde estaba, salió a probar suerte en el patio, pero tampoco le vio. A punto de desistir en su búsqueda, se fijó en que un poco más alejado del patio, junto al campo de fútbol, había una pequeña montaña con árboles, y bajo el árbol más alejado, medio oculto por una gran roca, había alguien sentado.

Will.

Jem echó a correr en su dirección y aminoró el paso cuando vio al chico con la espalda apoyada en el tronco, las piernas cruzadas y un libro en su regazo. Paró a algo más de un metro de él y le llamó.

Cuando Will cerró el libro y levantó la vista, Jem vio que sus mejillas estaban rojas de rabia y que una herida en el labio le había manchado de sangre la barbilla.

¿Todo esto sólo para no llorar? Pensó Jem preocupado y se acercó más, sentándose a su lado sin decir nada.

Poco rato después, la campana sonó, anunciando el final de la hora del almuerzo. Ninguno se movió.

- Deberías volver a clase. -Murmuró Will mientras arrancaba briznas de hierba.

- No te voy a dejar solo. -Fue la respuesta de Jem.

Ninguno dijo nada más y Jem se puso a pensar en lo distinto que era el ambiente entre ellos cuando estaban solos. Jem se sentía cómodo a pesar de acabar de conocerle y no notaba esa tensión que se instalaba en su cuerpo cada vez que Tommy estaba presente. Tal vez era que sabía que Will no le besaría en cualquier momento o el simple hecho de que se sentía más tranquilo si no tenía que fingir.

- ¿Por qué? -La voz de Will interrumpió el silencio.

- ¿Por que qué? -Preguntó Jem confundido mientras se giraba para encontrarse con la mirada azul del otro. Ya se había limpiado la sangre pero la herida y el color en sus mejillas no había desaparecido.

- ¿Por qué te quedas conmigo? ¿por qué me ayudas? ¿por qué aceptaste seguirme el juego? -Los ojos de Will interrogaban a Jem, que se quedó callado varios segundos buscando las respuestas.

- Me quedo contigo porque estás mal y busco la forma de ayudarte. Por eso acepté, para ayudarte, Will. Sé que es absurdo que quiera ayudar con semejante cosa a alguien que acabo de conocer pero sé reconocer el dolor cuando lo veo en la mirada de alguien porque yo mismo lo he sentido, y tú estabas sufriendo. -Algo cambió en Will tras las palabras de Jem pero el chico siguió hablando antes de que le interrumpiera. -No te voy a pedir que me cuentes qué causa ese dolor ni insistiré para que arregles tu amistad con ese chico, pero estaré a tu lado para lo que necesites, aunque sea para fingir una relación que me cause estar sonrojado cada dos minutos. -Añadió con una sonrisa leve.

Will sonrió también y le miró con intensidad antes de hablar.

- Gracias. Por... todo. -Dijo Will y Jem pensó que casi parecía avergonzado.

- No me lo agradezcas y procura no besarme demasiado, si tan enfadado estás con Tommy, supongo que no le verás demasiado, lo que implica que nada de fingir.

Jem consiguió que la sonrisa de Will se volviera más amplia con sus palabras, pero lo había dicho enserio.

- ¿No te gusta besarme, Carstairs? -Inquirió el moreno acercándose a él con una expresión divertida.

- No eres precisamente mi tipo. -Su corazón se aceleró levemente indicándole que eso no era realmente cierto.

- Vaya, que pena. -Will rió bajo y se acercó un poco más provocando que Jem se sonrojara al notar su aliento rozarle las mejillas.

- Ni se te ocurra, Will. -Advirtió Jem con un leve temblor en la voz.

- ¿Qué harás si te robo un beso?

- Te mataré. -Logró contestar a pesar de que empezaba a faltarle el aire.

Will levantó una ceja y sonrió de forma burlona. Apresó el rostro de Jem entre sus manos y le besó. Un simple roce de labios tras el que se apartó por la posible reacción de Jem, que en ese momento estaba más rojo que en cualquier ocasión anterior.

Cuando Jem consiguió volver a centrarse miró enfadado a Will y se tiró sobre él. No tenía ni idea de qué iba a hacer pero la incesante risa de Will le frustró aún más. Decidió hacer lo que hacía con su hermano cuando se portaba mal. Cosquillas.

La risa de Will se transformó en un grito ahogado cuando Jem empezó a hacerle cosquillas en el estómago.

- ¡Para! ¡Jem, por favor! ¡Lo siento! -Jem sonrió contento y tras unos minutos dejó de torturarle.

Will se había movido tanto que Jem había acabado sentado sobre su regazo. El moreno le miró desde abajo tratando de recuperar el aliento.

- Tomo nota; si te robo un beso después tendré que salir corriendo para evitar esto.

- Mejor no me beses y ya. -Dijo Jem apoyando las manos en el pecho de Will para mantenerle a cierta distancia. Aunque no servía de mucho, estaba prácticamente sentado sobre él. Cuando Jem se dio cuenta volvió a enrojecer y se apartó corriendo, acabando tumbado en el césped.

Will rió al verle ya que se había dado cuenta de su postura bastante antes que él y no es que realmente le molestara. Había vuelto a sentir lo mismo que al besarle. Había vuelto a sentirse demasiado bien. Pero en ese momento no quería darle vueltas a ese tema, no quería pensar en lo que eso podía significar. Se limitó a mirar como Jem se levantaba algo molesto y se sacudía de hierba la ropa.

- ¿Estás bien? -Preguntó Will poniéndose delante de él.

- Paga el último. Carrera hasta la cafetería. -Dijo Jem de improvisto y echó a correr.

Will rió sorprendido y le siguió.