El estrés producido por el calor de la cueva hacía que se sofocaron y la presión creciera. Era media noche, o probablemente más tarde. Ni siquiera la escasa luz de la luna podría llegar a iluminar un poco el peligro de la misión.
-- ¿Ya lo tienen? --preguntó Luku vigilando la entrada con su arma. Kayn te ayudaba a seleccionar las piedras, pero solo tú podrías identificar a la que contenía la gema que tanto buscaban: un diamante verde, confundible con una esmeralda por ignorantes.
Los que también buscaban la piedra tarde o temprano podrían entrar y se formaría una de las ya tan conocidas masacres.
Sin embargo, había otro detalle: la cueva poco a poco se volvía más pequeña. Luku estaba a salvo en la salida, mas miraba preocupada los procedimientos de ambos que se encontraban dentro.
-- ¿No puedes darte más prisa? --pidió Kayn, intentando conservar la calma. Piedra tras piedra era desechada, y el espacio se reducía a casi nada.
-- ¡Hazlo rápido! --exigió Rhaast, mirando el techo que se acercaba a ustedes.
-- ¡Eso intento! --Ni siquiera el escudo más fuerte podría sobrevivir a la presión de una cueva maldecida, o eso creía.
--Tus esfuerzos no son muy útiles... --recordó Kayn.
-- ¡Pues intenta detectar una gema sin vida mejor que yo! --Lanzaste unas rocas al montón a tu derecha. Solo quedaban pocas, pero a la vez eran suficientes como para que al momento de analizarlas todas, ya estuvieran ustedes aprastados. El Paso Sombrío tampoco era útil por la maldición en sus paredes. Kayn te fulminó con la mirada y tú hiciste lo mismo.
--De verdad son pareja, ustedes actúan como tal. --comentó Rhaast.
Sentiste un brillo peculiar, lo viste: en la roca más pequeña e irrelevante estaba. La tomaste y corriste, sabiendo que Kayn te seguiría. Salieron justo a tiempo.
Fuera de la cueva, cerca de un centenar de hombres armados los esperaban. Lo suponías desde hacía tiempo. Luku había intentado avisar, pero había sido tomada por sorpresa y no podía hacer mucho, atada a unas cuerdas que limitaban el uso de magia y habilidades en general.
Kayn sonrió tomando a Rhaast, compartiendo una emoción en común: la sed de sangre.
Sacaste tu katana y miraste a tu alrededor, débiles con miedo en el fondo. Confiados y fuertes en el inútil exterior.
Sería fácil. Sin embargo, emociones calientes y sinceros se hicieron presentes. Demacianos.
Se formó una masacre entre los dos bandos. Noxianos contra demacianos. El odio de ambas regiones los cegó.
Magia oscura contra la anti magia. Luku, Kayn y tú salieron de ahí, aprovechando el obvio descuido de ambas partes. Desataste a la joven en cuanto el noxiano que la retenía salió para no perderse de la batalla.
-- ¿Qué hacen ellos aquí, en Shurima? --preguntó Luku, completamente extrañada. No era la única, hasta Rhaast estaba confundido.
Sentiste una vida más. Muy cerca, iba corriendo hacia ustedes. Te pusiste seria y se lo advertiste a tus dos aliados.
--Hay alguien aquí... Con una magia muy poderosa. --dijiste. Un dardo casi hiere a Luku, pero ella lo esquivó con éxito. Otros más fueron lanzados, pero ninguno dio en su presunto objetivo.
--Como se podían esperar de tres ninjas... --Habló una voz que solo a ti te resultó familiar.
Nurk, el mago de la oscuridad, mano derecha de Leblanc. Las ilusiones eran su fuerte principal y podía hacerlas reales si lo deseaba. Se hizo presente entre las sombras.
--Tú... --murmuraste. Kayn se puso delante de ti, intentando protegerte. Pero lo sabías, sabías que Nurk había fallado a propósito. Le aburrían las cosas fáciles y quería tenerlos alerta.
Sin más, un verdadero dardo se incrustó en el abdomen de Kayn y otro en la nuca de Luku. Sacaste tu katana por segunda vez en el día, pero sabías que de poco serviría con tu novio y tu amiga tirados en el suelo, como si nada.
--Si no pones resistencia, no insertaré un veneno que los matará de forma instantánea. --propuso el hombre. Un mago casi tan poderoso como tu madre y que ayudó a tu propia creación. Sabías de lo que era capaz.
Pero tú eras capaz de más. No le tenías miedo a sus amenazas, podrías revivirlos si quisieras, ¿verdad? Sacaste la katana sin vacilar.
-- ¿No sirve? Yo sé todo sobre ti, ____. ¿Crees que eres un ser omnipotente? --Recordaste las muchas veces que te habían enseñado sobre tus poderes.
--No podrás revivirlos ni sanarlos a todos, en especial bajo ciertas circunstancias...
Te cayó como balde de agua fría. El hombre con tan solo mover sus manos, pudo hacer que Kayn sacara algunos chillidos, aun estando supuestamente inconsciente. Tiraste el arma y caminaste hacia él, no sin antes tomar al darkin que te decía traidora una y otra vez.
-- ¡¿Qué demonios haces?! --preguntó Rhaast al tiempo que tomabas la mano de Nurk. Era arrugada y sentías malas intenciones, pero debías permitir que Kayn viviera. Lo seguiste entre la helada noche de arena, hasta que llegaron a un barco.
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Rhaast fue devuelto a los más profundos calabozos de la Rosa Negra. Si Nurk no te había mentido, Kayn y Luku despertarían en unas horas y estaría bien.
Tú, en cambio.
--Madre... --Miraste la verdadera figura de Leblanc. La verdadera mujer que hasta su esencia podía ocultar. Tan joven se veía.
-- ¿Ya terminaste con tu juego de ninjas? Si es así, bienvenida seas, ____. --Acarició tu mejilla. Su tacto tan frío y falso quería hacer apartar de inmediato, pero seguiste ahí hasta que ella misma dijo que te fueras. Era una nueva instalación de la Rosa Negra, la otra en la que la habías aparentemente asesinado era una de tantas en Noxus.
Un sirviente te guió hasta tus nuevas habitación. Tu prisión hasta que fueras lo suficientemente grande para que tu madre usara tu cuerpo y murieras.
Habías escapado por eso, y porque no soportabas la cruel naturaleza noxiana, los engaños de la Rosa y la poca gentileza de la realidad.
Lo único que querías era volver a ver a Kayn.
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Se suponía que había abandonado este fanfic, pero por un comentario que me encantó, decidí continuarlo.
Sé que hay muchas fallas en cuanto al lore, pero pido que por favor que las ignoren y disfruten la historia como una propia.
Hasta la próxima <3
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Little Shadow [Kayn x Lectora]
FanfictionApenas tienes recuerdos de tu nombre y edad. Apareces en el fantastico mundo de Runeterra donde parece que todos te quieren, y no de una forma muy linda. La Orden de la Sombra ha tenido la "fortuna" de encontrarte, y ahora serás protegida por el me...