Aguasturbias era un lugar traicionero. En sus aires, pudiste aspirar la misericordia hipócrita que existía. Kayn te tuvo muy de cerca. No eran fuego ni ataques exteriores, eran personas de mil apariencias, cada una más engañosa que la anterior. Por eso tenía ese modo protector. Aunque no eras una niña y eso te molestaba, mas nunca se lo comentaste.
Caminaban sin hablar un poco, cubiertos de capas negras que los hacían pasar desapercibidos. Las personas eran codiciosas, tenían mentes tan frágiles que sentiste que con tan solo mirarlas e intentar invadirlas podrías destruirlas y llevarlos a la locura en cuestión de segundos. Nunca te atreviste a hacerlo, y ni siquiera pensaste mucho en eso. Kayn tampoco notó eso.
Fue hacia dos días, cuando el mismo Zed, completamente recuperado, mandó a llamarte a ti junto a Kayn.
-- Cierto grupo de Vastaya han frustrado mis planes últimamente. Sin embargo, cierto informante me ha dicho que se encuentran realizando una alianza. Les ha pasado toda la información a sus aliados. Su misión será ir a Aguasturbias, donde se hizo el tratado, y sacar toda la información posible. --Si Zed se mostraba agradecido contigo, no lo demostraba. Te trataba como alguien más, pero no te importaba en lo absoluto--. ¿Queda claro?
Sospechabas que los Vastaya habían causado la explosión, pero no estabas nada segura. Los acólitos investigarían sobre eso. Ni el mismo Zed estaba seguro de qué lo atacó. Algo humillante de admitir.
Alguien te tocó del hombro, y no era Kayn. Un hombre con una lujuriosa mirada no sacaba sus ojos de ti. Te apartaste y te ahorraste darle un golpe, ya que se notaba que no le quedaba mucho por vivir. Kayn fingió no haber visto eso y lo entendías; no fue nada. Los caminos estaban rodeados de tiendas y mercancías nada ilegal. Se ofrecían desde partes hextech, hasta el favor de los jefes criminales. Intentabas no distraerte con las mínimas fechorías. También cabía decir que estaban rodeados de cientos de personas, de diferentes razas. Zaunitas, piltovianos, noxianos, jonianos y hasta demacianos. Todos en un mismo lugar. Pero estabas centrada en encontrar a ciertos Vastaya.
"Una chica con un corazón vivo y rebelde. Un joven de alma encendida y encantadora." Encontrarlos en un lugar lleno de tanta frialdad sería pan comido. Los vastaya generalmente no salen de su lugar de origen, y casi todos pertenecían a Jonia y a sus al rededores.
--No te separes de mí... --dijo mientras atravesaban el lugar. Tocaste tu katana colgada en tu cintura, lista para ser empuñada en cualquier momento. No tenías miedo, solo te preocupaba la forma de pensar de muchos.
El cielo era nublado, y el mar salado solo complementaba la visión tétrica de la bahía llena de comercio. Estuviste así, hasta que sentiste una fuerte presencia diferente a lo normal. Específicamente dos.
--Kayn --llamaste su atención en voz baja--. Siento algo... --Él asintió, mirando a su alrededor. Intentaste concentrarte, y sentiste esas dos emociones que palpitaban como una. Dos almas conectadas, destinadas por el hilo rojo que los convertía en amantes eternos, con sentimientos que iban más allá de las palabras. Tan fáciles de identificar... No dudabas que fueran ellos. Empezaste a caminar y el peli-negro te siguió.
Las dos figuras caminaban entre la multitud, pudiste sentir disgusto en la rebelde. Sin embargo, eso no impidió que la siguieras reconociendo. Llegaron a un bosque y se adentraron en él. Kayn te detuvo.
--Pueden sentir tu presencia fácilmente. --Ofreció su espalda--. Seré tu transporte. Tú mi guía. --Asentiste un poco sonrojada, sin explicación aparente. Kayn, pese a llevar tu peso, corría con sigilo mientras tu le indicabas hacia donde estaban las figuras (que habían empezado a saltar los arboles, obviando aún más su identidad). Ciertamente se te hacía poco probable que los descubrieran con la habilidad de Kayn. Pudiste distinguir patas de ave en lugar de piernas por unos breves momentos, cuando los individuos estuvieron más cerca. Tu vista era increíble.
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Little Shadow [Kayn x Lectora]
FanficApenas tienes recuerdos de tu nombre y edad. Apareces en el fantastico mundo de Runeterra donde parece que todos te quieren, y no de una forma muy linda. La Orden de la Sombra ha tenido la "fortuna" de encontrarte, y ahora serás protegida por el me...